- No es verdad. - Repuse cruzando mis brazos. Entonces sonrió, como si hubiera ganado, ganado algo, en serio valioso.

- Pues vamos a ver cielo.

Adrianna, con su diminuto bikini, mostrando todos sus argumentos, me tomó por el brazo, entrelazándolo con el suyo y me llevó caminando hacia la terraza, dónde, me había dado cuenta, también se encontraba la piscina.

Al caminar visualicé a Kyle hablando con varios chicos de allí, y me miró, y miró a Adrianna, con sus ojos preocupados trató de interrogarme, pero mis ojos estaban rojos, estaban borrosos, yo, estaba perdida, Adrianna es persuasiva, pero yo, soy una crédula.

Pero ella no estaba mintiendo.

Al salir pude ver a Andy abrazando a una mujer castaña, de cabello largo hasta la espalda baja, voluptuosa y... Hermosa, de ojos verdes y rostro bello, como si un artista hubiera visto por primera vez a su musa y la hubiera plasmado a la perfección en una obra.

- A mi también me cambió por ella en un tiempo.

Se abrazaban, y ella, estaba demasiado cerca de él, al verlo, me di cuenta que estaba feliz, nervioso y muy, muy sorprendido por verla, se quedo sin habla, estaba tartamudeando, de pronto Hayden Hunter había desaparecido para él, y a él, no parecía importarle.

- Pronto tendrás mi lugar.

- No... - Susurré, tratando de convencerme a mi misma.

- Pronto serás una perra miserable...

- Cómo tu... - Respondía básicamente por inercia, me había perdido, y al parecer, volvería con mucha dificultad.

- No cariño, tener a todos los hombres a tus pies, poder hacer lo que se te viene en gana con ellos, conseguir cosas, ser amada...

Sentí una mano en mi muñeca y al voltear vi a Cassie.

- ¿Qué le estaba diciendo? - Le gritó.

- Sólo la verdad. - Lanzó su cabello hacia atrás.

- Deje de llenarle la cabeza de mierda a Hayden, o te las verás conmigo. - Amenazó y me jaló con ella para retirarnos del lugar, Andy ahora era de alguien más, aunque bueno, tal vez nunca dejó de serlo.

(...)

La tarde pasaba, ni Hayden, ni Cassie habían salido de la habitación en la que se habían encerrado.

Andrew no se había percatado ni siquiera, Merry era la ex que amaría hasta la muerte, más ya no estaba enamorado de ella. No era más que su amiga, y eso estaba bien

- Andrew, ni siquiera me has saludado. - Caminó hacia él y lo abrazó, apretando sus grandes pechos contra él.

- Adrianna, ¿Cómo estás? - No le quitaba la mirada de encima a Merry.

Adrianna la miró mal, y ambas bien sabían que ya habían tenido problemas antes, así que Merry se despidió cortesmente y se retiró, después de varios minutos, de plática y pura plática, Adrianna le dijo a Andrew que necesitaba darle algo, una pequeña sorpresa que le tenía.

Él aceptó, ella, antes que todo era su amiga, y quería mantenerlo así. 

Caminaron juntos hasta una de las habitaciones del pasillo de piso de abajo, y entraron, era pequeña, casi parecía una habitación de limpieza, pero estaba vacía, Adrianna lo empujó para colocarlo contra la pared, cerró la puerta detrás de ella, con seguro, para evitar así que Andrew pueda salir.

- Te he extrañado, ¿sabes?

- Adrianna déjame salir. - Dijo serio, sabía lo que estaba pasando y lo que ella quería hacer.

- No quiero. - Se quitó la parte de arriba de su bikini, y se dejó caer contra la puerta. - A que extrañas esto... - Se tocó los pechos y se los tocó suavemente.

Pero, Andrew no la miro ni una sola vez, se mantenía mirando fijo a su rostro.

- Déjame salir. - Repitió. 

- No sin que me hagas tuya, aún recuerdo lo que te gusta.

Tomó las manos de Andrew y las colocó sobre sus pechos, mientras la suya fue a su miembro.

- Basta... - Su voz tembló. - Adrianna ya basta. - La empujó e intentó abrir la puerta, pero esta no se abrió, y él no sabía como quitarle el seguro.

- Sabes que va a gustarte Andrew. - Metió su mano bajo sus pantalones y comenzó a tocarlo... - Vamos Andy sólo déjame...

- Déjame ir con ella... - Su voz estaba rota, ella lo estaba hiriendo, porque básicamente lo estaba obligando.

- Andrew... - Susurró en su oído mientras besaba su mejilla. - Déjame hacer que la olvides, si no te gusta, puedes imaginar que...

- Hayden. - Cerró sus ojos con fuerza, Adrianna lo soltó, e hizo que volteara, Andy tenía los ojos rojos y estaba al borde del llanto... - Sólo déjame ir a verla...


Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).Where stories live. Discover now