- Solo quiero que vayas.

(...)

La semana había transcurrido de lo más normal, mamá no se había pasado por casa, y estaba bien, me sentía mucho más segura, estando sola, papá va a verme a diario, Alexey me evita, ni Anne ni Robert han puesto un sólo pie en el colegio, las chicas ya o hablan conmigo, Amber no ha venido al colegio, no me sorprende, Jack dijo que tendría que decirle todo a sus padres, y pues Cassie, ha estado bajo el ojo vigilante de Kyle, me alegra, que él pueda cuidar así de ella.

Le dije a papá del viaje a Malibú, y Cassie se ofreció a ir conmigo, y con ella, como un paquete 2x1, Kyle. No quería ir, incluso hablé con Andy para decirle que no iría, y aún así...

No entiendo como es que estoy aquí parada, 6:00 am en el estacionamiento de un MiniMarket con Alec, Andrew, Kyle y Cassie para comprar provisiones para el viaje.

- No dormí nada anoche. - Se quejó Andrew abrazándome.

La noche anterior me había dedicado a contarte absolutamente todo a cerca de Andrew y yo, ella quería ir al viaje, y por más que hubiera querido, no hubiera podido ocultarle nada, Kyle por lo tanto, también se enteró, son como un chicle ese par, y bueno, me alegro por ellos.

- Yo tampoco. - Me puse a hacer la maleta recién ayer en la noche junto con Cassie.

- ¿Por qué? - Se desperezó, con los brazos en cruz.

- Porque según yo no iba a venir. - Me tomó por la cintura, arrimándose a la camioneta.

- ¿Iba a dejarme solo? - Me sonrió y se acercó lentamente a mi.

- Ahí vienen los chicos. - Interrumpió Alec, frustrando por completo nuestro beso.

- Listo, hay de todo, papas, galletas, agua, y muchos dulces. - Sonrió Kyle.

- Él eligió los dulces. - Andy rió.

- No hay problema, amo los dulces.

Andy y Alec iban en los asientos de conductor y copiloto. Kyle iba solo con todas las maletas, entretenido hablando con sus profesores, mientras que Cassie y yo nos habíamos acomodado en el último asiento de aquella amplia camioneta.

- Aún no puedo creer esto. Bueno si lo creo porque, las miradas que se daban. Pero pensaba que era solo mi imaginación. - Celebró entre susurros.

- Ni siquiera yo sé como pasó.

- Hacen una hermosa pareja. - Me tocó el hombro con gentileza.

- Al igual que Kyle y tú... - Le sonreí. - ¿Qué sucedió con el asunto de...? - Me quedé callada y ella lo miró, como si fuera una obra maestra, como si fuera lo único que amara en su vida. 

- Él dijo que me cuidaría. - De pronto sus ojos se cristalizaron. - Dijo que él sabe muy bien que yo lo amo. - Me tomó de la mano. -  Dijo que si yo... Volvía alguna ve a hacerlo... Terminaría conmigo, porque ese sería mi castigo... - Sollozó y Kyle volteó al instante.

- ¿Mi amor? ¿Qué te sucede? - La miró y ella a él, sin saber que contestar.

- Es sólo que... Le duele la cabeza. - Lo miré, justificándola.

- Debes de estar mareada mi vida, debe ser por el movimiento del auto, estarás bien en unos minutos, sólo respira profundo y no le prestes atención. - La tomó de la mano y la acercó a él, para finalmente besarla en la frente y en los labios.

- Gracias. - Ella sonrió, mirándolo directamente a los ojos, era la escena perfecta para una fotografía para una tarjeta de San Valentín o una exposición que tratara del amor.

En el viaje vimos muchos paisajes, y nuestra infancia salió a flote, ya que Cassie y yo, gritábamos emocionadas cada vez que veíamos algo que nos gustaba, y comprábamos casi todos los dulces y jugos que vendían en las carreteras, sólo para probar, ¿Y adivinen qué? No éramos nosotras las que terminábamos pagando, sino Andy y Kyle, aunque Alec insistía en ayudar a pagar, creo que Andrew se molestó, o ya sospecha algo, o ya se lo dijo.

- "Tu no tienes porque pagarlo, son nuestras novias las que quieren golosinas".

Me sentí mal por él, porque su cara era de pocos amigos, pero bueno, supongo que el Karma se aplica aquí.

Llegamos aproximadamente a Malibú, a las 9:00 am y ahora Andrew era quien conducía, ya que todo el camino había conducido Alec, debía dejarlo descansar, o nos estrellaríamos mientras él dormía.

Siguió conduciendo hasta llegar a una supuesta playa privada, dónde habían casas para comprar y alquilar, condujo un poco más y se encontró con varios guardias, que al presentar nuestros nombres nos dejaron pasar, porque supuestamente somos invitados VIP.

Llegamos a una casa hermosa, de paredes blancas y negras con detalles en madera y piedra, con una puerta enorme, debe de pesar una tonelada, Andrew y Alec sonrieron y se dieron el típico saludo de hombre, son tan machos, alguien debe darles una medallita, bajaron ellos primero, y lo primero que nos azotó a nosotras fue el calor, Cassie gritó, y Kyle se rió mientras ella gritaba "¡Me incendio, Me incendio!".

Creo que por su bullicio, los amigos de Andrew y Alec se dieron cuenta y salieron a recibirnos, la casa por dentro también parecía un paraíso, por lo que se alcanzaba a ver por la puerta.

- ¡Andrew! - Gritó una rubia de pechos operados cuando vio a Andy, saltó sobre él y lo estrechó como si no fuera a soltarlo nunca.

- Hey. - Sonrió. - No te había visto hace mucho Parker.

- Yo tampoco... - De pronto su mirada fue hacia mi. - ¿Y ella? ¿Acaso no vas a presentarme? - Sonrió y me extendió su mano. - Soy Parker Stone, ¿Y tú?

- Hayden Hunter. - Sonreí tímida.

- Qué linda. ¿Y ella? - Señaló a Cassie.

- Hola. - Dijo ella. - Soy Cassie. - También estrechó su mano.

- ¿Quiénes son ellas? - Nos miró, demasiado alegre como para casi haber devorado con la mirada a mi novio.

- Soy su... - Me quedé callada al darme cuenta de que estuve a punto de decir: "Soy su estudiante" Cassie me tomó por el brazo, entrelazándolo con el suyo.

- Ella es su hermana. - Señaló a Cassie y ella esbozó una sonrisa, aguantándose la risa. - Y ella es mi prometida. - Alec, al fondo, conversando con otras personas comenzó a toser, y todos lo miramos. Incluso yo me quedé fría.

- Tienes buen ojo Biersack. - Le dio una palmadita amigable en el pecho y me sonrió. - Es hora de ir adentro. Síganme. - Movió su dedo para indicarnos que la sigamos.

Andy me abrazó y le susurré.

- ¿Qué es eso de prometida?

- Dentro de un tiempo lo será, así que no estoy mintiendo. - Me miró con una sonrisa en su rostro, idiota, sabe que sólo con eso puede ganarme, convencerme, quitar, poner, y todo lo que quiera conmigo.

- ¿Dentro de un tiempo?

- Dentro de un tiempo será toda mía. - Me miró, con los ojos entrecerrados y rápidamente se agachó a mi altura y mordió mi labio, cerré mis ojos y jadeé, lamió su mordida y me besó.

- Pero eso ya lo soy... - Me sonrió.

- Solo quiero que todo sea oficial. Que sea llamada, la Señorita Hayden de Biersack. 

Sonreí como una boba, y torcí mis ojos.

- ¿Ah, no quiere? - Se quejó.

- Claro que quiero. - Lo abracé, escondiendo mi cabeza en su pecho.

Me tomó por el cuello y me levantó el rostro, estando solo a centímetros el uno del otro. Paseó su mirada por mis labios y mis ojos, succionó mi labio inferior y me estremecí, una vez más, entre sus manos.

- Demuéstremelo...

Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).Where stories live. Discover now