Love, Sex & Magic||H.S||Terminada||

#82. Buenos días

-Capítulo 82-

Al despertar, veo que no estoy en mi cuarto. Siento esa fragancia que siempre me vuelve loca. Estaba en su cuarto. Sonrío al recordar lo que pasó la noche anterior. Mi sonrisa es aún mayor cuando veo que sus brazos me están rodeando y sus manos están posadas en mi estómago. Acaricio sus manos y remarcó el tatuaje de la cruz que tiene en la mano izquierda. Siento que me da un beso en la espalda y me voltea para mirarlo. Aún tiene los ojos cerrados, pero una pequeña sonrisa en el rostro.

-Buen día-susurro en un tono muy bajito para que no le moleste ya que acaba de despertar.

Al escuchar mi voz, muestra su sonrisa, haciendo que sus hoyuelos se marquen.

-Buen día, bebé- dijo con su voz más ronca de lo normal, por el efecto de recién levantarse.

Literalmente me derretí cuando me llamó así. Nunca lo había hecho, sin embargo, me gustaba. Estiró sus labios para que le diera un beso pero yo le puse mi dedo índice sobre sus finos y rosados labios. Sonrió al reconocerlo y lo mordió ligeramente con sus dientes y abrió los ojos, dejándome ver esos ojos verde esmeralda que me provocaban muchas sensaciones juntas. Chupó mi dedo y se lo sacó de la boca.

–Exijo mi beso de buen día. –dijo con una sonrisa, fregándose los ojos para sacar el sueño que quedaba. Me puse a horcajadas de él –. ¿No es un poco temprano? –preguntó con su sonrisa pícara, no era mi intención.

- Solo voy a darte el beso –aclaré sonriendo.

Me acerqué a sus labios, sin tocarlos. Él quería tocarlos pero me alejé, jugando con su tentación.

-Dijiste que me lo darías –se iejó riendo. Me moví sobre él –. Por el amor de Dios, TN, no hagas eso de vuelta.

-¿Qué cosa, amor? –dije para moverme sobre él de nuevo y provocarle un gemido diciendo mi nombre -. ¿Quieres el beso? –pregunté divertida a centímetros de su boca.

-Realmente ahora quiero más cosas… - su profunda y oscura voz indicaba lujuria.

Lo besé profundamente. Nuestras lenguas chocaban y se provocaban. Los dos gemíamos en el beso. Terminé tirándole el labio inferior.

–Diablos, estoy a punto de explotar –murmuró estresado, tirando de sus rizos. 

-Lástima, tengo hambre.

Los dos lo habíamos mal pensado.

-Habalaba del desayuno -añadí con una sonrisa inocente-. Además, nuestros padres  deben estar en casa y debo aparentar que no pasó nada.

Salí de encima de él y antes de abrir la puerta, su mano envolvió mi muñeca. Me besó de nuevo y me acorraló contra la puerta. Los dos nos separamos por falta de aire. Una sonrisa se le dibujaba al ver mi cuello. Me tocó la zona y un dolor se hizo presente. Hago una mueca manifestando la molestia.

-Creo que alguien debe usar una bufanda –dijo sonriendo-.  Lo siento, fue más fuerte que yo -me besó una vez más-. En serio, tápalo con algo para que no sospechen –me explicaba mientas su pulgar acariciaba mi mejilla.

-¿Por qué pensarían que estuve contigo? Podría haber sido con otro chico -dije para provocarlo.

-Nunca digas eso de nuevo. No me hagas que te folle ahora mismo–dijo en un tono serio.

Me besó.

–Te amo.

-Te amo, Haz.

Me besó de nuevo.

-Amo cuando me llamas así –se mordió el labio inferior.

 -Y yo cuando haces eso. –Se rió mientras liberaba a su labio con mi dedo, tironeando de él-. Te amo –lo besé y me fui a mi habitación a cambiarme.