Love, Sex & Magic||H.S||Terminada||

Capitulo 25

-Capítulo 25-

H: ¿Me lo estás diciendo en serio? –dije con asombro.

TN: Obvio que no - se rio y salió corriendo al mar.

Sigue narrando Harry:

Era tan… No sabía cómo explicarlo. La perseguí y los dos caímos en el mar, en la orilla, caí arriba de ella. Nos dejamos de reír, y conectamos nuestras miradas, hasta que ella se sentó en la orilla, dejando mojar sus pies en el mar. Estaba perdida en sus pensamientos, mientras yo la observaba. Veía cada acción que hacía, cada mueca, a veces sonreía porque se daba cuenta que no dejaba de mirarla, y a veces se perdía con una mirada profunda hacia el mar. Yo no sabía qué decir, porque ya habíamos hablado todo. Nuestras miradas lo decían todo cuando coincidían. Decidí hacer una fogata, siempre soñé con hacer una, en la noche, en el medio de la playa. Mientras lo hacía, y trataba de prender el fuego ella se acercó.

TN: ¿Qué haces? –se sentó en la arena, mirando lo que hacía.

H: Trato de prender una fogata. Puedes ayudar si quieres -ella rio, y negó con la cabeza. - Me las vas a pagar por no ayudarme.

TN: Muero por saber de qué manera -dijo riendo.

H: Te puedo asegurar que lo vamos a disfrutar -los dos nos reímos. - ¿No me vas a ayudar? –dije soltando los dos palitos que frotaba para prender el fuego, ella se levantó y se fue a la cabaña. Regresó, con una manta y una cajita de fósforos, para prender el fuego.

TN: Creo que va a hacer más fácil así -dijo para arrojar un fósforo encendido a toda la leña que había juntado. Se colocó la manta sobre ella, tenía frío. Los dos estábamos mojados, de haber estado en el mar jugando.

H: Pero yo quería tratar de prender el fuego -dije acomodándome a un lado de ella. - ¿No pensaste en que yo tendría frío? –ella rio.

TN: Se supone que eres el “macho”, ¿o no lo eres? –dijo a centímetros de mi boca.

H: Tengo frío –la alcé y la acomodé sobre mis piernas. Coloqué la manta sobre los dos, quedando abrazados. Ella enroscó sus piernas alrededor de mis caderas, apoyando su cabeza en uno de mis hombros, sintiendo la respiración en mi cuello- Nos vamos a enfermar -susurré en su oído.

TN: Eres suertudo, porque vas a tener a la mejor enfermera del mundo –y mordió el lóbulo de mi oreja- Eres extremadamente apuesto,  Hazza… -dijo jugando con el lóbulo de mi oreja.

H: Me encanta cuando me decís así… -dije con la voz ronca, efecto se su lengua recorriendo mi cuello-

TN: Y a mí me encantas tú… -dijo en un susurro, comenzando a tocar mi espalda, de una manera excitante. - ¿Te estoy excitando? -Preguntó.

H: ¿Cómo no excitarme? Si ya de tan solo  verte… -dije en forma de gemido.

TN: ¿Sabes? –ella hablaba mientras me seguía torturando con sus caricias que cada vez me excitaban más, recorriendo mi espalda, hombros, brazos, abdominales, hasta llegar a mi parte más íntima. - Me encanta torturarte… -yo gemía, no podía hablar del placer que me hacía sentir.- Y… Quisiera jugar un poco más… -dijo para meter su mano dentro de mi traje de baño, frotando su mano con mi pe.ne, lo agarró y movía su mano de arriba hacia abajo. Yo gemía sin parar.  – Veo que te gusta mi juego… Y lo disfrutas… Pero eso no es todo… -sacó la manta que nos cubría, me acostó en el suelo,  me sacó mi traje de baño, quedando desnudo, y comenzó a hacerme sexo oral.  Jugaba con su lengua en la punta. Eyaculé en su boca, ella se lo tragó y siguió con su trabajo. Luego me besó dejándome un sabor agridulce. – ¿Y disfrutaste de mi juego? –me dijo mientras estaba arriba mío, sentada en mis caderas, haciendo movimientos circulares, se sacó su parte de debajo de baño, y me hizo entrar en ella.

H: Me hiciste tocar el cielo con las manos –cambié de posición. - Pero… Estás teniendo mucho control de la situación y de eso me encargo yo -dije besando su cuello. Succioné una parte del mismo, como nunca antes, que podría llegar a tardar meses en salir. 

TN: Entonces superé tu poder porque creo que te di más placer que todas tus putas juntas -dijo gimiendo, hablando como podía, ya que yo entraba y salía de ella, de manera rápida y salvaje, mientras me devoraba su cuello, dejando muchas marcas.

H: Pero ahora yo te hago disfrutar -decía yo, quien también gimiendo. Sentía sus paredes vaginales latir, contraerse sobre mi pe.ne, hasta eyacular dentro de ella. Salí y ella cambió de posición, quedando arriba mío, apoyando su cabeza en mi pecho, que subía y bajaba, por mi respiración agitada. - Recuerda tomar pastillas después porque no nos hemos cuidado -besé su cabeza y ella asintió. - Aunque un mini Styles no vendría mal -dije riendo.

TN: No estamos listos para ser padres, y más si solo es sexo -dijo apoyando su mentón en mi pecho, mirando a los ojos. - ¿Esto era lo que me ibas a dar por no ayudarte con el fuego? –yo reí. 

H: ¿Alguna vez tuviste sexo en el mar? –ella negó con la cabeza, sonriendo. La agarré en brazos llevándola hasta el mar. La comencé a besar, mientras ella enredaba sus piernas en mi cadera y la penetré. Era excitante entrar y salir de ella, y sentir el agua fría del mar, de noche. Los dos gemíamos, ella me pedía más y yo le concebía sus deseos. Llegamos al orgasmo, pero seguimos hasta el segundo. La llevé en brazos, con las últimas fuerzas que me quedaban y nos acostamos en la arena. Completamente desnudos en la playa de noche, agarré la manta y nos tapé, por el frío. Nos quedamos profundamente dormidos.

Narras Tú:

El sol me pegaba en la cara como nunca. Sentí que estaba sobre la arena, y unos brazos acompañados con unos besos húmedos en el cuello. Harry estaba conmigo, recordé lo que habíamos hecho anoche. Qué noche. Mi cuerpo sufría de un dolor peculiar como consecuencia de los actos de la última noche.

H: Buen día -me susurró al oído, para luego morder sensualmente el lóbulo de mi oreja.

TN: No hagas eso de nuevo… O si no tendremos sexo de nuevo a las 6 de la mañana y hace menos de 3 horas que tuvimos -él rio y lo volvió a hacer.

H: ¿Cómo amaneciste? ¿Cansada? –yo asent.í-  ¿Te gustó tu castigo? –rio. - La pasé muy bien anoche.

TN: Mmmm… -gemí por sus besos húmedos en mi nuca- Sí, me encantó. Me voy a portar peor, a ver qué sorpresa me espera...

Estábamos en nuestro mundo, Harry me penetró por debajo de la manta, iba a gemir cuando…