#.54

4.5K 119 2
                                    

-Capítulo 54-

Se estaba abusando, no dije nada, simplemente seguí con mi “trabajo”

-Después quiero mi dinero -dije metiéndome en el auto, limpiándome.

-Tranquila, que te daré algo a cambio… -rió.

-¿Sexo? –dije desde adentro, él me miraba desde afuera del auto, apoyado en el mismo.

-Si quieres, hacemos combo- sentía su mirada en mi trasero. Baboso. Salí de su auto, lo miré con una mirada que solo nosotros entendíamos, de odio y deseo. Le entregué una tanga, seguro de alguna de sus putas- ¿Esto te pondrás? Que sexy… -dijo cuando la examinaba en sus manos.

-Nunca usaría algo tan asqueroso, usaría algo más sexy, alguna de tus putas que tuviste en el auto, se lo olvidó -me miró sorprendido-. No quiero nada de combo. Quiero solo dinero. Ya terminé. Quiero –extendí mi mano-, MI dinero… -dije haciendo énfasis en "mi".

Rodó los ojos, iba a agarrar el dinero cuando alza su mano hacia arriba, traté de alcanzarlo, pero su estatura me ganaba por mucho, me robó un beso y susurró muy cerca de mis labios- Yo si quiero combo… -mordió mi labio inferior.

Me llevó dentro del auto, en la parte trasera, me tiró en el asiento, quedando acostada, luego, se acostó arriba mío. Nos besábamos, de vez en cuando bajaba a mi cuello o a mi mentón, dejando un camino húmedo de sus besos, algún que otro rastro notorio dejaba. Cuando se adueñaba de mi cuello, yo no hacía más que gemir, y tirar más fuerte de sus rizos, que estaban enredados con mis dedos largos. Él producía gemidos más graves, mientras me besaba y también reía, porque sabía que yo disfrutaba. Me sacó mi remera, dejándome en corpiño y mis shorts, imité su acto, dejándolo con el torso desnudo, admirando sus tatuajes, tocándolos, apreciando todos sus músculos tonificados. Era un Dios.

-Y tú que te negabas al combo -dijo con una sonrisa, que pude sentir, mientras me besaba el hombro, bajando con los dientes, el bretel del corpiño, así con los dos, para finalmente, sacármelo- Ya extrañaba esto… -y comenzó a jugar con mis senos, apretaba uno con su gran mano, mientras el otro recibía placer con su magnífica lengua, y sus dientes a veces daban el doble de placer. Estaba llegando al orgasmo, simplemente con su tacto. Ese momento llegó, y yo podía sentir su erección, sus pantalones estaban pidiendo a gritos que sean quitados, y fue lo que hice, dejándome ver una gran erección que sobre salía de sus bóxer. Reí ante eso, él sonrió. Me quitó mis shorts, dejándome con la única ropa interior que me quedaba. Se acercó a mi oído, primero me besó de una manera muy erótica detrás de mi oreja, y luego me susurró, con una voz muy ronca, y excitada cosas sucias.

-Nunca podría comparar tu ropa con las que usan las demás -mordió mi lóbulo-. Tú eres malditamente sexy. Tu ropa es sexy. Eres simplemente...  grandiosa… -y los dos gritamos, ya que me había penetrado, sin aviso previo, que no se en que momento se había deshecho de su ropa interior- Eres única, perfecta, caprichosa, histérica, maldita… Mi chica -dijo entre gemidos de parte de los dos- .Ohhh Dios… TN…. Cuanto te necesitaba…. –el ritmo aumentó, entraba y salía de mí, salvajemente, nuestras  respiraciones agitadas se escuchaban con los gemidos, gracias que los vidrios de su auto eran oscuros y no se veía de afuera, podría jurar que por nuestro ritmo, el auto se movía, y cualquiera que pasara por afuera podía deducir que pasaba ahí adentro.

Llegamos al orgasmo, gritando nuestros nombres, estaba muy cansada. Me senté en un lado, apoyando mi cabeza en la ventana, tratando de recuperar mi aliento. Él puso un poco de música, algo tranquila y relajante. Algo de Pink Floyd, Wish You Were Here. Me sonrió cuando volvió a su lugar y me atrajo hacia él, haciéndome descansar en su pecho, que también trataba de recuperar su respiración.

-¿Otro combo? –dijo riendo. Le di un beso en el mentón y me miró- Te amo… -le pegué en el pecho- ¡Auch! Eso dolió –yo le acariciaba el pecho, delineando cada uno de sus tatuajes.

-Quiero un tatuaje… -dije para dirigir mi mirada hacia él, y conectarnos, con sus hermosos y verdosos ojos, me sonrió- Qué me puedo hacer?

H: Uno que diga "Solo de Harry Styles" -los dos reímos- No sé, eso es algo que tienes que pensar tú sola -dijo mirándome con una de esas miradas profundas, que solo él tenía.

Me comencé a vestir, él imitó mi acto, salimos de su auto. Ya estaba afuera, él salió unos minutos después, con mi pañuelo de la cabeza en sus manos. Me lo colocó, delicadamente, y me besó el cuello. Notó la marca que me había dejado anteriormente y me susurró al oído:

-Se me fue un poco la pasión y el deseo. Va a ser frío, usa bufanda -los dos reímos y me besó la mejilla-. ¿Vas a hacer algo en la noche? –me preguntó cuando estaba en frente mío, entrelazando nuestras manos.

- No sé… -dije interesada- ¿Qué planeas? –dije sonriendo.

-Una clase diferente de piano, bajo las estrellas -me besó-. ¿Si o no?

-Luego te llamo -lo besé y me adentré a mi casa.

Cerré la puerta, sonreí como idiota, mientras me resbalaba contra ella, hasta quedar sentada en el piso.

Lo extrañaba.

Love, Sex & Magic||H.S||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora