Capitulo 6

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Jorge Blanco no pudo explicar aquella irresistible atracción que sintió por la mimada Martina, esta ocasión, a diferencia de las dos anteriores no la deseó sexualmente. Extrañamente sintió la necesidad de abrazarla, limpiar todas aquellas lágrimas que se dispersaban por sus mejillas, consolarla sin siquiera conocer sus problemas, acariciar con suma suavidad sus mejillas y rozar sus rosados labios. Sintió un vuelco en su corazón. Se asustó.
Comprendió entonces por qué muchas otras personas la amaban y la idolatraban, después de todo no era tan odiosa, o por lo menos dormida era adorable.
Cuando lo descubrió, él ya estaba agachado frente a su asiento, admirando sus finos rasgos, sus largas pestañas, los gestos que de vez en cuando se dibujaban en su rostro quizá a causa de las ligeras pesadillas que experimentaba en esos momentos. Necesitaba sentirla con sus labios, saborear los suyos, sentir su cálida respiración mezclarse con la suya, protegerla de todo y de todos.
Ella castañeó sus dientes, él se concientizó de la temperatura del ambiente, realmente estaba helando en el interior. Se levantó casi de inmediato evitando a toda costa hacer algún movimiento brusco o un ligero movimiento que pudiera despertarla, buscó con su mirada su frazada. La tomó de inmediato y con ella cubrió con delicadeza aquél frágil cuerpo.
Sonrió satisfecho y volvió a reclinarse ante ella, por alguna extraña razón no se cansaba de admirar ese angelical rostro. Su sonrisa aumentó en cuanto ella paró con su castañeo. Ahora que por lo menos le había quitado un peso de encima a Martina, se levantó dispuesto a sentarse del otro extremo del compartimiento y desde ahí observarla. Sin embargo no pudo contener su impulso de besar su frente, algo que él jamás había deseado con otra mujer, con todas sus amantes eran besos cargados de deseo y ya, pero con ella... con ella era... ternura, ternura lo que sentía por ella, ni siquiera sentía eso cada que besaba a su prometida. Confundido consigo mismo, se reclinó nuevamente para depositar sus labios en su frente descubierta, pero justo cuando él apenas rozó esa tersa piel sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, causado primero por el simple contacto y segundo por la sorpresa que se llevo en cuanto sonó el timbre de un móvil y ella abrió sus ojos cual platos llena de sorpresa y temor.

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Disculpen si esta parte es corta, Lo que sucede es que este cap tendria que ser parte del anterior, Pero no lo puse, Lo siento!

Los compensare con Un Maraton de 4 capitulos <3

Señorita Malcriada |Jortini *TERMINADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora