- ¿De qué habla? - Me perdí completamente, ¿Qué le estoy haciendo?

Me miró, caminó hacia mi y me besó en la mejilla.

- N-No es nada. - Pegó su frente con la mía. Entonces mi celular vibró en mi bolsillo, interrumpiendo el momento, lo desbloqueé.

- Deme un minuto. - Revisé, era un mensaje.

De: Mamá.
No iremos a casa hoy
Cuídate

Sonreí, ya que ese "llegaremos" garantizaba el hecho de que Dante no estaría en casa, ni ahora ni más tarde.

- Mamá no estará en casa. - Él me miró extrañado. 

- ¿Y eso la pone feliz? - Dejó caer su cabeza de lado.

- Más o menos. - Retiré todo mi cabello hacia un lado de mi cuello y Andrew me miró. - ¿Qué ocurre? - Negó con la cabeza, pero es que era obvio que algo lo había molestado. - ¿Andy?

- ¿Va a decirme quién la golpeó? - Dijo, tratando de mantener la compostura, aunque su voz sonaba bastante irritada. Al mover mi cabello, el moretón que tenía obtuvo más protagonismo del que yo quería darle. - ¿Quién fue? - Interrogó una vez más cuando estuvo a mi lado.

- No se preocupe por esto, por favor. - Rogué, me acerqué y lo abracé.

- No me pida que no me preocupe, no puedo no hacerlo. - Se quitó, entiendo bien como se siente, sé que está frustrado y que le preocupa esta situación, tanto o más de lo que me preocupa a mi. No quiero ocultarle nada, no quiero verlo así. Caminó molesto y desapareció en la habitación, lo seguí.

- No te enojes conmigo. - Pedí, él se despeinó el cabello con ambas manos en un acto de desesperación y me miró.

- Por favor. Sólo dígame quién fue, un nombre, algo. - Al ver la expresión de sus ojos supe que no podía ocultárselo más, no debía, no quería. Me rendí.

- Fue el novio de mamá. - Agaché la cabeza, su rostro se llenó de emociones que no conseguí comprender. Se sentó en el borde de la cama.

- ¿Se lo contó a su madre? - Inquirió.

- Si, pero no sirvió de nada. - Junté las manos y empecé a jugar con mis dedos entrelazados. Andy miró a un punto fijo en el suelo antes de volver a hablar.

- ¿Es por eso que le alegra que no regrese hoy? - Asentí, con una media sonrisa en mi rostro. - No puedo creerlo. - Se pasó las manos por el rostro al tiempo que hacía una mueca, miré sus ojos y estos estaban cristalinos.

- Andy. - Me acerqué a él. - No tiene porque preocuparse, no haga eso. - Me agaché frente a él y lo sostuve suavemente por las muñecas.

- Es que no lo entiende. - Cerró sus ojos con fuerza. - ¡Debe denunciarlo!

- Ya lo intenté. - Agaché mi cabeza. - Dijeron que si no tenía pruebas, no podía denunciar. - Sonreí por lo bajo y me encogí de hombros. - Ni siquiera mi mamá me cree, ¿Cómo podrían ellos...?

- Eso no tiene nada que ver. - Me tomó por las mejillas. - Yo le creo, y así como le creo, la voy a proteger, la cuidaré con mi vida.

Coloqué mi mano sobre su mejilla y él la tomó y la besó.

- Si veo a ese imbécil, voy a matarlo. - Lo miré y él estaba apretando mi mano, con sus ojos llenos de ira. - Dígame, por favor, que no ha intentado tocarla.

- Andrew, no tiene caso que sigamos hablando del tema. - Le dije, al tiempo que me ponía de pie. Yo ya no puedo darle la cara, me siento muy avergonzada.

Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ