47.

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-¡Bobby!-exclamó Ash abrazando a su tío

-¡Mi favorita!-dijo él estrechándola entre sus brazos

-Deja de mentir, Robert, todos sabemos que yo soy tu favorito.-se quejó Dean burlándose

-¿Cómo estás, Bobby?-añadió Sammy un poco cabizbajo dándole un abrazo

-Tengo noticias.-anunció el viejo dejando sus cosas sobre la mesa y sentándose en una silla

Los tres se sentaron alrededor de él, como solían hacer cuando eran pequeños y Bob les enseñaba cosas sobre caza en sus viejos y enormes libros. O como cuando cargaba sus armas y les enseñaba a sus sobrinos.

-¿Buenas o malas noticias?-preguntó Ash impaciente

-Regulares.-concluyó él-Azazel os persigue.

-¿Azazel?-preguntaron los tres a coro

-El demonio que mató a John y Mary, y a Lukas y Karla.

Ashley tragó saliva. Hacía años que nadie llamaba a sus padres por sus nombres, hacía muchísimos años que nadie le hablaba de sus padres. Si no fuera por las fotos que le dio John, ni siquiera sabría que cara hacían.

-¿Qué sabes de Azazel?-dijo Sammy tenso

-Sé que es un pez gordo en el infierno. Un demonio en Milwakee me contó que tenía planes para liberar al rey.-respondió en voz muy baja

-¡¿El rey?!-exclamó Ash alterada-¿Lucifer?

Bobby asintió levemente. Nunca habían visto a Bobby asustado, pero en ese instante parecía que temblaba de miedo.

-¿Cómo sabes que nos persigue?

-Bueno, está en Washington. Según los indicios, ha estado en todos los estados en los que habéis estado vosotros desde...-paró un momento para pensar-...bueno, desde que ocurrieron los primeros incendios.

Ashley volvió a tragar saliva y se levantó, le costaba mucho escuchar esas palabras. Azazel llevaba persiguiéndoles desde que era una cría. Observándoles desde su niñez.

-¿Qué quiere?-dijo Ash con cierta indignación

Bobby levantó los hombros, no estaba seguro de qué quería, pero sabía que iba detrás de Sammy y Ash.

-No podemos hacer nada, no podemos matar a un demonio. Si lo exorcizamos volverá con otro recipiente. Y estará más furioso.-intervino Sam, llevaba semanas pensando en eso

-Eso no es del todo cierto.-murmuró Bobby

Dean levantó la cabeza atento, desde que eran pequeños su padre les contaba historias sobre armas tan poderosas que podían matar demonios. Pero parecían cuentos para dormir, parecían mitos que se inventaban los cazadores.

-Vuestro padre os habló del Colt.

-¿El revólver?-se burló Dean-Eso es un cuento de críos.

-No lo es.-anunció Bobby-Se rumorea que una familia de cazadores del norte ha ido pasándosela de generación en generación como una reliquia.

-Genial, ahora a parte de matar monstruos también nos pegaremos con cazadores.-protestó Dean

-Eso no supondrá un problema para ti.-se burló Ash recordando el incidente con Travis

Dean gruñó como respuesta y Bobby soltó una carcajada:

-Habéis vuelto a las peleas, eso significa que volvéis a estar listos para el combate.-se rió-¿Y tú, Sammy, cómo lo llevas?

Sam sonrió vagamente:

-Estoy preparado.

Bobby le puso la mano en el hombro. Después, Bobby y Sammy de metieron en su coche y Dean y Ash en el Impala.

Dean conducía concentrado hasta que Ashley interrumpió:

-Dean...no creo que debas venir.-anunció tímidamente

-No digas tonterías. Sammy y tú sois mi única familia y os lo debo.

-No me debes nada, Dean.-suspiró acariciandole el hombro

-Sabes muy bien que sí.-susurró

Ashley se levantó del asiento del copiloto torpemente y se sacó unas llaves del bolsillo trasero.

-Si me pasase algo, cuidame el piso.

-No te va a pasar nada.

Dean nunca dejaría que nada le pasara a Ashley, menos después de verla morir.

-¿Sabes? Es gracioso, me compré ese piso cuando me largué. Hubo un tiempo en el que quería dejar la caza.

-¿Qué podría apartar a Ashley Mary Mottershaw de combatir el mal?-se burló Dean

-Nunca jamás vuelvas a nombrar mi segundo nombre.

Dean se rió levemente. Siempre le había gustado que Ashley se llamara como su madre. Porque le pusieron el nombre por ella. Karla y ella eran las mejores amigas. La madre de Ash quería a Mary como una hermana. Quizás Ash y Dean estaban destinados.

-¿Por qué ibas a dejarlo?

-Mi punto flaco.

-¿Tu punto flaco? Tú no tienes de eso.-se burló él

-Dean Winchester, tú eres mi punto flaco.-sonrieron ambos en ese momento-Estaba convencida que vendrías a buscarme.

-Ash...-pronunció él con una sonrisa boba antes de soltar una mano del volante y acariciarle la nuca

Ella dejó las llaves sobre el salpicadero.

-El piso es tuyo si no salgo de esta.-repitió ella

-Está bien...-murmuró abriendo la guantera delante de ella-...si me pasa algo, el revólver es tuyo. Siempre te ha encantado. Y dale las llaves de Bebé a Sammy.

-No te va a pasar nada.-prometió ella



The Huntress [ Winchesters / Supernatural ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora