The Huntress [ Winchesters / Supernatural ]

18.

1 mes más tarde

Después de un mes entero, Ash seguía sin querer hablar sobre aquella noche. Se había vuelto tremendamente arisca y cerrada, cada vez que Dean mencionaba el tema lo insultaba o le daba un golpe. 

Siguieron juntos, buscando a John. Bobby volvió a Dakota y Sam tenía planeado volver a California pronto. Pero por el momento, ayudaba a su hermano. 

-Bobby ha llamado, seguimos igual que al principio.-anunció Sam entrando en la cocina del piso de Ash

Ashley suspiró cansada mientras preparaba huevos revueltos para desayunar. 

-¿Me puedes hacer un poco de bacon?-preguntó Dean desde el sofá

-Mueve el culo y háztelo tú.-respondió enfadada

Dean gruñó leyendo el periódico desde el sofá. No soportaba que Ash se portara así, necesitaba hacer las paces con ella, o al menos hablar del tema.

Ella se acercó a la sala de estar con un plato humeante de huevos sin bacon que dejó en la mesilla de café. Se quitó una gota de sudor de la frente con la palma de la mano. Luego agarró la mano de Dean por la palma. Dean se enrojeció durante unas milésimas de segundo, hasta que se dio cuenta de que le iba a coger la goma de pelo de la muñeca.

-Dean, ¿puedo hablar contigo luego?-murmuró atándose el pelo

Quizás lo más atractivo de Ashley era como tiraba la cabeza hacia adelante para hacerse una coleta. Pero no era lo único que le gustaba a Dean de ella. También le encantaba cómo cocinaba sin haber tenido una cocina decente en su vida. Le gustaba sentir sus manos calientes cuando le cosía una herida, que le pusiera una tirita solo para burlarse de él, que fuera sarcástica y tierna a ratos,... le gustaba cada milímetro de ella.

-¿De qué quieres hablar, que no quieres que Sam se entere?-le susurró y ella rió

-Son cosas de mayores.-le guiñó un ojo y Dean se rió con ella

Estuvieron viendo la tele, comiendo y bebiendo cerveza mientras Sam llamaba a unos cuantos cazadores para saber si habían visto a John durante el último mes. Ashley tenía las piernas cruzadas como un indio y le gruñía a la telenovela que tenían puesta.

-¿Me recuerdas por qué estamos viendo esta mierda, Doctor Sexy?-se quejó

Dean soltó una pequeña risita, no tenía ni idea de por qué le gustaba esa serie de médicos y enfermeras que se acostaban entre sí una vez por semana en la tele por cable. Quizás le gustaba fantasear con cómo habría sido si vida si hubiera escogido el camino de Sammy y hubiera estudiado medicina. Pero él no estaba hecho para eso, él no era material de universidad. Él era un cazador de pies a cabeza, como su padre.

Levantó su culo del sofá por primera vez en dos días y se arregló el pelo con una mano mientras sujetaba la cerveza con la otra.

-¿Me ayudas a cambiar el aceite del Impala? Así podremos hablar...-murmuró casi sin vocalizar y después se llevó la botella de Budweiser a la boca de nuevo, Ashley asintió y bajaron las escaleras del piso

A Ashley le sudaban las manos, pero necesitaba hablar con Dean sobre aquella noche o sentía que iba a estallar como una bomba de lágrimas y resentimiento.

Dean agarró su llave inglesa y abrió el capó del coche. Ashley se sentó en el borde con su cerveza en la mano. Lo observaba toquetear el Impala con cuidado y concentración. Siempre que estaba concentrado se mordía el labio y era un tic muy obvio.

-¿De qué querías hablar?-dejó la llave inglesa y se echó un trapo al hombro

Ashley no sabía cómo comenzar, había estado evitando esta conversación demasiado tiempo.

-Dean... solo quería pedirte perdón por haberte dejado.-le dedicó media sonrisa

-Eso ya está más que olvidado.-le devolvió la sonrisa volviendo a dirigir la mirada al Impala, se frotó las manos y volvió a meterlas dentro del capó

-Espera.-le dijo cogiéndolo del brazo-No es solo eso...

Dean se limpió las manos llenas de grasa con el trapo y la miró, sabía exactamente lo que pasaba.

-Es lo del demonio.-asumió en seguida

-Quiero que sepas que...todo lo que dijo era mentira.

-¿Todo? ¿Incluso lo de que te gustaba?-bromeó intentando quitarle peso a la situación pero Ash no cambiaba el posado serio

-Dean...-suspiró cansada

-Oye, Ashley, ya sé que los demonios mienten... Pero me gustaría saber qué parte era verdad.

Ash no pudo sostenerle la mirada en ese momento, se tapó la cara con una mano y aguantó unas lágrimas que estaban a punto de romperla en pedazos.

-Cuando me marché...-suspiró hondo, no quería hacerlo, pero debía contarle la verdad-...no quería suicidarme, Dean. Pero me daba igual morir.-entonces esas lágrimas salieron de sus ojos sin permiso y llenaron sus mejillas

Dean podría haberse enfadado. El Dean de toda la vida se habría enfadado con ella por ser débil, por menospreciar su vida así y lanzarse al peligro como una kamikaze. Pero el amor por Ashley le había cambiado, no podía soportar verla llorar. Siguió los impulsos de su cuerpo y la estrechó entre sus brazos en un largo abrazo. Dejó que llorara en su pecho y le dejara la camiseta mojada. Nunca había experimentado nada así con una chica. Nunca se había sentido tan cerca de una mujer como en ese momento.

-Ash, tengo que preguntarte esto.-la voz de Dean salió más grave de lo habitual y Ashley levantó la mirada desde sus brazos para mirarle-¿Te fuiste porque estabas enamorada de Sam?

Ella se separó con un medio empujón de Dean, abrió la boca para responder con una mirada de indignación en los ojos.