3.

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En el fondo de su corazón, Dean sabía que Ash estaba enamorada de Sammy. Era obvio: era el chico con el que pasaba más tiempo, a quién le confiaba sus secretos y sus sentimientos más escondidos. 

En canvio, Dean y Ash nunca habían charlado como lo hacía con Sam. Nunca se había preguntado cuál era su color favorito, qué viaje le gustaría hacer en sus semanas libres, que monstruo la aterraba más

No sabía nada de Ash, más que cosas banales. Como que dispara con la izquierda aunque es diestra, que es la persona que mejor cose heridas que ha conocido, y que siempre perdía las gomas de pelo. Eran cosas estúpidas en las que se fijaba Dean.

Reflexionaba todo eso en el asiento del conductor del Impala, con la cabeza sobre el volante y el motor apagado. ¿Por qué no había escuchado más a la chica con la que vivía? ¿Por qué no le había prestado atención cuando estaba triste? Era más fácil ignorarla para él. No le gustaba involucrarse ni consolar a los heridos, ese no era Dean.
Él era un hombre frío y duro como una roca. Era el típico tío que decía chorradas como "los hombres no lloran y los Winchester menos" y se tragaba las lágrimas cuando estaba deprimido. Y eso era el 90% del tiempo.

Desde que su hermano y Ashley se largaron, se había vuelto un hombre aún más miserable. Estaba lleno de rabia y era incapaz de controlarse demasiado a menudo. Se desfogaba en el campo de batalla y su padre era consciente de que Dean estaba cambiando. John veía a su hijo derrumbarse día a día. Se metía en el Impala, conducía lejos del motel y se escondía para llorar durante horas. 

Dean estaba confuso, claro que había perdido a Sammy y Ashley, se sentía traicionado y solo. Tenía muchas razones para llorar, pero el Dean de antes no lloraba nunca. Además, sentía que Ashley le había roto el corazón, aun sabiendo que no sentía nada por ella.

O eso creía.

Porque cada día que cogía el Impala a solas, tenía el impulso de ir a verla. Llamaba a su tío Bobby todos los días para asegurarse de que estaba bien, preguntarle qué hacía, qué cazaba y dónde estaba. Cuando Bobby le decía "oh, está bien, ha cazado un demonio en Iowa" a Dean le corría la sensación de alivio por el cuerpo. Pero duraba poco. Pensaba a todas horas en ella y era un infierno.

Pero no podía ir a verla, había jurado no hacerlo. Los Winchester son hombres de palabra y ella fue quién tomó la decisión de abandonarles a él y su padre.

-Hola, Bobby. ¿Cómo estás?-murmuró desde su teléfono móvil

-No nos andemos con rodeos, te importa una mierda lo que haga el viejo de tu tío...-rió levemente al otro lado de la línea-...Ashley está de maravilla. Es mayorcita, niño, sabe cuidarse el culo sola.

Dean sonrió.

-Hablé con ella el sábado, me dijo que había conocido unos cazadores en el estado de Indiana. Que le echan una mano con una maldición y que son de confianza.

Entonces Dean frunció el ceño, sabía de sobras que eso era mala idea. Sabía que a los cazadores solo les importaba una cosa: salvar su propio pellejo. Y dejarían tirada a Ash si les iba la vida en ello.

-Ningún cazador es de confianza.

-Deja de preocuparte por ella, sabe cuidarse.

-¿Cómo se llaman?

-No me lo dijo...-murmuró Bobby cansado

-Pues descúbrelo.-alzó la voz antes de colgar

The Huntress [ Winchesters / Supernatural ]Onde histórias criam vida. Descubra agora