Capitulo XXXIII

2.7K 227 20
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capitulo XXXIII: "Conclusiones Finales"

Perspectiva de Björn Hoffman

El sol de esta ciudad de Rusia es insoportable, tanto que ni los lentes de sol pueden solucionar el problema, no me extrañaría que mis ojos se dañen cuando me largue de acá. Las personas en este algo transitado parque hablan y como es de esperar no entiendo absolutamente nada, a pesar de este casi mes que llevo acá es difícil acostumbrarme a su modo de hablar que solo llega como un molesto bla bla bla a mis oídos, así que al igual que siempre decido únicamente ignorar a las personas.

Una pequeña mano me jala del dedo que era su agarre, bajo mi mirada ocultando mi nerviosismo cuando veo a la pequeña niña que me sonríe un poco. Sí, la he traído, es algo peligroso quizás pero ella me lo confío a mí así que solamente yo puedo hacerme cargo de su bienestar así que por esa razón hice que venga conmigo, como es de esperar le encantó la idea de faltar a clases, de despertarse tarde, jugar hasta tarde también... En fin, siempre le daré lo mejor.

—¿Puedo ir a jugar? —pregunta, miro hacia donde sus pequeños ojos se posan para toparme con unos juegos donde algunos niños se divierten, soltando carcajadas dentro de esos o tirados en la arena que lo rodea. Veo a Sammy, su vestido rosa que es nuevo y se lo compre exactamente para este día pero ahora con su idea corre el riesgo de ensuciarlo, obviamente lo hará pero es una niña, le gusta jugar y esas cosas. Muerdo mi labio ligeramente sin saber que hacer hasta que un puchero se forma en sus labios. —Por favor. —

Rayos, está niña me tiene comiendo de la palma de su pequeña mano.

—Ve con cuidado, cualquier cosa estaré acá. —ella asiente muy feliz sin rechistar mucho, corriendo dando brincos y esquivando personas hasta que se ve rodeada de esos niños, no entiendo la manera de hablar de los pequeños pues terminan jugando sin siquiera hablar el mismo idioma. En fin.

Veo a unos hombres trajeados saliendo de una empresa que hay justo delante, todos suben a sus propios autos donde sus choferes los esperan, todos con un rostro blanco —llegando a lo pálido— y sumamente serios. Me hacen recordar tanto a Christian, fue difícil dejarlo todo pero sé que él me hubiera dicho lo mismo, que venga por ella además que sé que Derek —mi amigo y el nuevo director del bufete— hizo un excelente trabajo, tanto así que le han quitado la licencia a Edward para seguir desempeñándose como abogado. Christian ya está fuera, ahora espero que disfrutando de Anastasia, ojala que las cosas entre ambos se hayan solucionado sin ningún mal entendido.

Adam se acerca a mí, sosteniendo su celular en la mano. Va vestido de una forma completamente distinta a mí, un traje negro, una camisa del mismo color con los botones de arriba suelto liberando sus pectorales que roban suspiros a algunas mujeres de esta ciudad; hasta su manera de suspirar es tan rara. Yo por mi parte estoy con un pantalón casual y un polo rojo ajustado que provoca lo mismo en las mujeres. Seguro estarán cansadas de los hombres de acá y queda en evidencia a simple vista que nosotros no pertenecemos a esta ciudad.

Mis Pervertidos II (Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora