Capitulo XVI

3.2K 229 40
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capitulo XVI : "Cruzando la delgada línea"

Vuelvo a leer aquella nota que se encuentra sujeta en mis manos temblorosas, por tercera vez lo hago como si haciendo esto pudiera encontrar alguna palabra nueva que cambie por completo el significado de todo el mensaje pero no, las tres veces que leo la nota son igual de destructivas, iguales de dolorosas para mi alma. Para mi corazón que estaba volviéndose a sentir vivo pero otra vez es consumido por la oscuridad que me rodea.

—Esto no puede ser posible. —digo para mí mismo como si haciendo eso alejará la dolorosa realidad que viene contra mí. Niego con la cabeza, suspirando, eliminando lentos gruñidos que pasan a mezclarse en el aire. Mi mano se forma en un puño, el papel se arruga tanto como mi cara lo hace, las facciones de mi rostro se ven surcadas por arrugas mientras mis pectorales se siguen ciñéndose a la camisa a la par que mi respiración se vuelve más irregular, trato de calmarme pero me es imposible. —No me pudiste hacer esto. —Mis palabras, mis palabras que salen de una dolorosa manera se ven capturados por las paredes de mi solitaria habitación, nuevamente solitaria sin ningún tipo de compañía, todo mi departamento está a solas, me he quedado solo, aunque... —No nos pudiste hacer esto. —

Un sollozo se me escapa en medio de la frase, un sollozo que es capturado otra vez por la habitación pero no sufro por mí porque sabré reponerme de esto, o eso espero. Sufro por su hija, ella no merece pasar por esto, ella no merece tener una madre tan mala que piensa primero en la satisfacción de su maldito coño que en otra cosa. Me rasco el cuerpo con mis manos, de manera inconsciente sin saber qué es lo que hacer, sintiéndome perdido al despertar de esta manera del mágico sueño que vivía para encontrarme ahora en la más tenebrosa de las pesadillas.

Nunca la conocí. Nunca supe quien verdaderamente ella, que es lo que ocultaba aquel rostro angelical que en los momentos de placer se transformaban en toda una fiera, nunca supe quien verdaderamente es Mel, y ahora quizás verdaderamente conozco a la mujer con la que compartí la cama, con la que compartí momentos de sumo deseo, con la que compartí mi semen y cada gota de mi ser. Mi mano acaricia el lado donde dormía, aun puedo sentir el calor en ese lugar, calor que golpea contra mi rostro haciendo que mis ojos ardan, una capa de lágrimas se me forma, el dolor es incesante, no cesa por nada mientras lanzo lentas maldiciones que se pierden en el frío viento que ingresa en esta noche. En esta noche oscura. —¿Con quién demonios he estado compartiendo mi cama? —

La caja de pandora al fin ha sido abierto, los secretos que todas las personas tienen han salido a la luz pero los de ella son más dolorosos. Solo me utilizo, solamente era una mujer que buscaba un poco de la satisfacción sexual que en su cuerpo gobernaba todo el tiempo, solo buscaba una buena polla que suplante al de su verdadero hombre, quizás también buscaba un hombre solvente que pueda mantener a su hija cuando la deje, tal como lo ha hecho ahora. Es una madre cruel, una mujer que simplemente piensa en ella, olvidándose que tiene a alguien que la quiere, yo no importo, yo soy el que sobra en esta ecuación pero Sammy, su hija, la niña más preciosa que he visto es la que verdaderamente importa.

Mis Pervertidos II (Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora