Mis Pervertidos II (Grey)

Capitulo V

Capitulo V: "Misteriosas Buenas Noticias"

Perspectiva de Björn Hoffman.

Definitivamente Anastasia tenía mucha razón en sus palabras, aunque no hacía falta ser un puto genio para saber que soy un hombre con mucha suerte desde hace un tiempo y era claro lo que pasaría, mi polla quedo agotada. Mel tan golosa como siempre me ha dejado molido, con los huevos dolidos del agotamiento, cansado, con mi polla recogida de satisfacción entre mis piernas, la noche que hemos pasado ha sido la más salvaje que hemos tenido y en cierto punto hemos batido nuestro récord de orgasmos, aunque ahora estemos como medios zombis sé perfectamente que valió la pena cada gota de sudor expulsado y cada gota de semen, valió la pena aquella amanecida que tuvimos pues ahora estoy satisfecho; y luego de una ducha estoy como nuevo aunque un poco retrasado, con desgano miro la hora de mi reloj dándome cuenta para mi mala suerte que no alcanzaré a recoger a Ana así, mierda soy un pésimo tío y padrino, mi cabello negro sigue húmedo y revuelto pero esa humedad hace que me calme un poco, suelto un suspiro marcando un número de celular cuyo contactó hace poco he agregado, hace poco es que tengo contacto con él y a pesar de ser un idiota me cae levemente bien se podría decir.

-¿Halo? –mierda, me caigo sobre el asiento, con mi desayuno delante ya terminado, el plato vacío se ve brillando por el sol que da hasta ahí, se forma un eco en el comedor al yo soltar un leve gruñido de malestar que se entremezcla con su gruñido y los gemidos de la mujer con la que sea que este, me gusta a veces montar orgías y tríos pero cuando se me da la gana. Maldita sea a este hombre alguien le tiene que enseñar algo de respeto para él y con la mujer que este. Me froto la nunca con mis dedos mientras observo como la ecografía de mi hija brilla también por el sol, resaltando de todo, calmándome un poco, siempre la tendré presente.- Björn, maldita sea ¿Qué demonios quieres? –

Ignoro la estresante voz de la mujer pidiendo más con la voz casi desfallecida, pidiendo más y gimiendo otras cosas vulgares que decido ignorar por mi salud mental. Ruedo los ojos mientras recuesto mis codos en la mesa de cristal.- ¿Interrumpo algo? –hablo con sarcasmo sabiendo perfectamente lo que pasa, una intensa follada. Sacudo la cabeza espantando de mi mente sucia en la que se representa a él con otro mujer en distintas poses sexuales, no es una imagen para nada agradable y mucho menos cundo recién he comenzado el día, mi estómago se revuelve, el delicioso desayuno de Mel no es bien recibid.- No te quiero quitar todo el tiempo, ya que supongo por tu voz que debes estar a punto de llagar. –mi fragante aliente se ve expulsado en otro nuevo suspiro.- He sufrido un pequeño retraso y quisiera saber si puedes llevar a Anastasia al hospital, ahí estaré yo esperándolos para su cita. –

-Joder, para eso me llamas maldito animal, me está doliendo los huevo por tu culpa. –nuevamente los gemidos de la mujer, a este hombre le tienen que comprar un filtro para que no sea tan directo, aunque la manera en la que es directo me cae bien.- ¿Sabes que Anastasia tiene un puto auto cierto? –auto que no me gusta que maneja por obvios motivos, no quiero que sufra otra perdida pues sé perfectamente que no podría soportarlo así que mientras mi amigo se entera del nuevo ser que ha creado supongo que puedo hacer todo lo que este en mis manos para que ese bebe no sufra ningún tipo de daño, siento que es como una extraña segunda oportunidad para cuidarla ya que la otra vez la falle, cuidarla por un tiempo hasta que Christian salga. Ya con desgano la deje ir ayer sola.- Oh joder. Oh joder, nena, me vengo –mierda, ahora quiero ir hasta allá y matarlo con mis propias manos por ser tan idiota, intento controlar mi respiración al igual que él lo hace, intento calmar el mal animo mientras con una fingida sonrisa curvando mis labios formando agujeros en mis mejillas espero.- Joder, Está bien yo la llevo. –