Capitulo XV

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Capitulo XV : "Entre líquidos calientes y otras cosas

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Capitulo XV : "Entre líquidos calientes y otras cosas..."

Perspectiva de Anastasia Steele.

Mi cuerpo adormecido sigue flotando en la nada, sigue perdiéndose entre el hermoso mundo que hemos creado, pareciera que han pasado minutos únicamente desde que se vacío dentro de mí pero comienzo a sospechar que en realidad han sido horas las que han pasado, deliciosas horas, no las he sentido como he de suponer por estar adorando con la mirada el cuerpo perfecto de este hombre cuyo miembro aún yace siendo resguardado y calentado por mi interior, sigue dentro de mí y no puedo negar que se siente malditamente bien está sensación que en mi cuerpo se ha instalado. Sentir cada centímetro de su carne es una maldita delicia.

—Estoy cómodo. —me gruñe un poco cuando intento moverme, cuando siento demasiado calor en mi cuerpo al el suyo estar ligeramente colocado sobre el mío, no le digo nada cuando comienzo a disfrutar de su aliento tan caliente llegando a mi cuello, tan caliente como el líquido espeso que aún parece estar dentro de mí, me regodeo en este mar de sensaciones de las que no me puedo quejar sin abrir los ojos para enfrentarme a este nuevo día. —Voy a moverme. —

No espera, no espera que confirme algo ya que me ha dejado completamente muda cuando comienza aquel movimiento de sus caderas, trago un nudo de mi garganta sintiendo la humedad naciente, procurando sentir cada parte de su miembro aprieto los muslos. Él parece disfrutar de lo que le hago pues me recompensa con lentos besos en el cuello sin dejar aquel arremetimiento dentro de mí, un delicioso vaivén que consiste en entrar abriendo mi sexo dispuesta para recibir su bien dotado trozo de carne para seguidamente salir pero no por completo, dejando si húmedo glande dentro de mí así sucesivamente, así llevando a un viaje indescriptible sintiendo como sus bolsas chocan contra mis nalgas, haciendo a su vez un sonido afrodisíaco que calienta aún más nuestros cuerpos, si es que eso es meramente posible.

—Eres hermosa. —sus labios descienden, al igual que sus manos hacen lo propio por mi cuerpo instalando explosiones de electricidad. No le contesto nada porque sigue dejándome muda con cada toque de corriente que la yema de su dedo deja en mi cuerpo. Yema de su dedo que se reposa en el centro de todo, en el centro del máximo placer, masajea mi clítoris con suma veneración, estimulando de aquella manera que más humedad nazca en mi entrepierna, un pequeño gemido es el que se transforma en un grito un grito que pasa a ser gemido, gemido que se transforma en la más hermosa melodía al mezclarse con su gruñido. —Eso es, gime para mí. Gime, Anastasia. Gime porque te encanta sentir mi polla. —

Termino haciéndole caso, no porque me lo ordene sino por el simple hecho de que esa es la única manera que encuentro de que este nudo formado en mi garganta desaparezca, los gemidos que suelto son capturados por la habitación que aún no soy capaz de presenciar. Su miembro sigue haciendo su trabajo, sus vellos rozan la piel desnuda de mi entrepierna haciendo que aún me caliente más. Aquellos finos vellos que veneran aquel imponente mástil que yace dentro de mí, moviéndose en un perfecta sincronía con su pelvis.

Mis Pervertidos II (Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora