Capitulo IV

4.6K 251 30
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Capitulo IV: "Otra vez él"

Perspectiva de Anastasia Steele.

Él es como una ola que golpea sobre la arena, es como un ola cuya agua llega a mis pies muy refrescante, siempre que cae querré más, siempre querré más de él, de la calma que me ofrece. He elegido enamorarme, he elegido abrirle las puertas al amor y tengo muy claras las consecuencias que aquello traerá a mi vida, la vulnerabilidad es una de los menores problemas. Sí, tengo claro que he elegido el sufrimiento del corazón, lo he elegido por Christian, he elegido darle frente a todo lo que conlleva amar a alguien y no me arrepiento hasta el momento, no me arrepiento porque sin esto que quema en mi pecho, sin estás ansías por verlo me siento muerta, sin él mi vida ha sido dominada por la rutina pero ahora le encuentro un nuevo sentido, ahora sé que cada día nuevas cosas me esperarán. Él me está haciendo sentir viva. Me está haciendo sentir de una manera que pensé ya olvidada.

Esos pensamientos son los únicos que rondan en mi sueño mientras sigo hundida en su suave colchón, aquel rayo de esperanza es el que brilla entre la nubes gises de la inconsciencia en el que me encuentro sometida sintiendo como su calor aun rodea mi cuerpo al nuestras pieles acariciarse, sintiendo el olor de su cuerpo al abrazar fuertemente su camisa tan suave como su mejilla, su olor como siempre me embriaga y me hace desearlo aún más de lo que ya hago, me he vuelto adicta una droga que tiene nombre y apellido, que lo conozco bien afondo, una droga personal que ha sido creada especialmente para mí. Soy adicta a Christian Grey y no me quiero curar, me gusta está adicción.

-Anastasia. –me remuevo incomoda escuchando su voz llegando como un significativo susurro a mui oreja, su voz que envuelve mi cuerpo acelerando el palpitar de mi corazón, cada letra que conforma mi nombre se siente de una manera netamente deliciosa al él pronunciarlo con sumo cuidado como si mi nombre fuera lo mejor del mundo, me hace sentir bien pensar en eso. Medio gruño sintiéndome loca por oírlo sabiendo que no está acá, las sabana rozan mi piel desnuda.- No seas gruñona mujer y mueve tu precioso culo. –su carcajada suena tan real, como si estuviera acá conmigo. Este maravilloso sueño parece tan real que me da una flojera solo despertar, no quiero dejar de soñar.- Mmm como quisiera estar ahí para enterrarme en ti y follarte hasta que despiertes suplicando que me vacíe en ti. –una sonrisa juguetona curva mis labios estando muy caliente por sus palabras, la humedad en mi sexo renace, esa idea suena muy tentadora he de reconocer, mi cabello a caricia mis hombros desnudos al igual que su camisa hace lo propio con mi cuerpo, mi sensible cuerpo.- Nena, despierta que necesito escucharte antes de colgar el celular. –

Colgar, celular, nena... Nena. Esas son las palabras que se repiten en mi enturbiada mente por un tiempo rompiendo con los pocos cuerdos pensamientos mientras sigo soltando lentas respiraciones, calmadas que se pierden en la estancia. Mi mente aún un poco tonta hace el maravilloso trabajo de conectar aquellas palabras haciendo que recuerde que estaba hablando con él en la noche por el celular hasta quedarme dormida, no era un sueño. Mis parpados se abren de golpe presas de un pánico a la vez que me topo contra el enorme techo de su habitación, de su habitación llena de su delicioso olor, miro a mi lado y veo como el celular se mantiene sujeto a mi mano como si fuera un ser sagrado que debo cuidarlo, con la pantalla encendida. Me lo llevo a la oreja aun sintiendo mis músculos agarrotados. La habitación están aún a oscuras porque las cortinas permanecen cerradas.

Mis Pervertidos II (Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora