Mis Pervertidos II (Grey)

Capitulo XXVIII

Capitulo XXVIII: "Reencuentros" 

Perspectiva de Anastasia Steele.

El dolor sigue ahí punzante como una herida abierta, el malestar de sentir que cada vez nos separamos más –lo que es verdad- continua presente quemando en el fondo de mi piel, me siento incomoda pero sé que con el pasar de las horas, del día todo estará mejor, por el bien no solo de mí sino también de mi hijo, ahora no solo soy yo. Al menos es un avance no querer romper las ventanas para salir por ahí, aunque considero que el espacio es demasiado pequeño para mí.

El avión comienza un lento ascenso, tomándose su tiempo cosa que mi castaño compañero no parece disfrutarlo al no parar de maldecir mordiéndose el labio conforme una capa de sudor cubre su frente, es increíble como un hombre tan grande como él le tenga un poco de temor a los aviones, temor que solo aparece en ciertos momentos. Los cinturones nos mantienen sujetos a esta zona se podría decir que vip del avión donde no hay mucha gente, donde hay un calmante silencio. Los asientos son tan cómodos, parecieran hechos a mi medida.

Sonrío un poco sintiendo como su blanca y enorme mano se dedica a acariciar mi vientre como si fuera una especie de bola de cristal en la que podríamos ver nuestro futuro, lo cual sería bueno para saber cuánto tiempo durará está molestia quemando en mi corazón por la separación, debo dejar de pensar en eso para avanzar un poco creo.

—Christopher. —llamo su atención, cuando pasado minutos ya estamos en la suficiente altura donde el avión se estabiliza. El gris del cielo es reemplazado ahora por nubes algo blancas, pero aún conservan levemente aquel color. —No es necesario que me acaricies el vientre, me siento bien. —

Le doy unos golpes en su hombro para que retire su mano pero no lo hace ni veo ganas de querer hacerlo en esos profundos ojos verdes que al igual que sus labios rojos –que parecieran pintados- resaltan de su rostro blanco, blanco como la piel de un vampiro o como el papel. Sus dientes se muestran de forma tímida, retirando mi mano de su hombro con la suya para posarlo sobre su muslo a la vez que niega lentamente con la cabeza como si hablará con una niña.

—Sí que eres tonta. ¿Quién te ha dicho que lo hago por ti? —su peculiar sentido del humor parece no verse abrumado ni por la altura ni mucho menos por su miedo a estos aviones, a que se choque, a que sufra un desperfecto mecánico, a que se vea alcanzado por un rayo que aparecerá de forma milagrosa; son cosas con las que ha estado atormentando a nuestra azafata a quién no la hubiese culpado de haberle dado un golpe en la cabeza para que se desmaye y se quede de esa forma tranquilo. —Es únicamente que tu vientre es como una fuente de poder que me da algo de seguridad para estar acá dentro sin sufrir de un infarto al corazón o de un derrame cerebral. —

Su sinceridad se hace presente en medio de una carcajada que libera. —Me gustaba más creer que era porque te preocupabas por mí. —

—Estando a más de mil metros de altura, en un viaje que durará horas, sin ninguna posible salvación que no sea un patético paracaídas, experimentando la posible peor manera de morir. —sacude la cabeza, espantando sus tormentosos pensamientos y relajándose. —Créeme que tú no eres una de mis principales preocupaciones. Es más, estarías más segura estando sentada lejos de mí. —

Sigue siendo tan directo, sus ojos son uno de los pocos que he conocido de los que te impulsan a confiar ciegamente sin ningún temor a ser traicionada, es un hombre que simplemente tiene esa virtud de decir la verdad aunque moleste, de ser claro, de ser directo lo cual se cundiera un defecto en este mundo en la que la mayoría son hipócritas; encima es excesivamente guapo. Si estuviéramos en otra situación, si yo no hubiera conocido al idiota de Grey que con su imponencia me ha cegado, si hubiera estado con Christopher en otro país sencillamente creo que con la química que tenemos hubiéramos sido una buena pareja, él hubiera sido un perfecto marido y padre pero sencillamente las cosas no se dan como una cree y siendo sincera lo quiero más como un amigo.