Las Dos Caras De La Moneda

Reunidos

La chica cayó hacia un lado, empezando a respirar forzadamente, llevando una de sus manos a un costado. Al alzarla, vio sangre entre sus dedos.

Sorprendidos, Inglaterra y Noruega se miraron, no comprendiendo nada, pero el británico, sin pensarselo, entró en el círculo, tomándola en brazos con sumo cuidado, alarmándose cuando la chica hizo una mueca de dolor, emitiendo un lastimero quejido. Fue entonces, cuando vio la mano de Bella, que comprendió.

-Shit! ¡Está herida!-clamó Inglaterra, levantando a la chica a plomo. Ella se aferró a su camisa clara, manchándola de rojo, mirando a Inglaterra con ojos implorantes.-What happen, lady?-

-Te-tenéis q-que en...encon-trar a Ru...Ruma-nía.-pidió con voz quebrada.-

-¿También lo alcanzó?-quiso saber Noruega, entrando en el círculo, viendo que ella asentía. El joven alargó la mano, acariciando levemente su mejilla con los dedos.-Tu encárgate de ella, Iggy. Yo localizaré a ese vampiro medio loco.-

-All right.-

Cuando se disponía a subir las escaleras el móvil de Inglaterra sonó. De mala gana lo cogió contemplando la pantalla, primero con irritación, la cual pasó a sorpresa, para finalmente, empezarse a dibujar una amplía sonrisa en sus labios. Sin más descolgó, mirando a la chica que llevaba en brazos.

-Welcome back, America!-contestó. Luego pasó a escuchar lo que le decía a toda prisa mientras el subía las escaleras con Bella en brazos, mientras fruncía el ceño.-América... más despacio. ¡No me estoy enterando de nada! All right... What!?-clamó parándose en medio de la escalera, cerrando los ojos con lentitud. Cuando los abrió, se veían teñidos de una enorme tristeza.-Hablamos cuando lleguéis... Sí.-decía con un hilo de voz, volviendo a caminar.-No, no te preocupes, estoy bien... Yes... Os pondré al día, no temáis. Bye...bye...-su voz se apagó, cortando la llamada.-

-In... In-gla...-

-Todo estará bien.-musitó él.-Sé que todo se arreglará. Y, Bella... Gracias por traer de vuelta a ese humberger brain de América.-agradeció, volviendo sus ojos esmeraldas hacia la chica.-Thank you very much.-

Bella sonrió un instante, para luego hacer una mueca de dolor, notando como sus energías iban poco a poco desvaneciéndose. Se le desdoblaba la vista y sus párpados se sentían pesados. Notó que Inglaterra paraba, lo oía hablar y que alguien le contestaba. Unas manos la tomaron de los brazos de Inglaterra, pasando a ver aquellos ojos amatista que creía perdidos. Despacio, alargó la mano, dejando que reposará en aquella mejilla blanca. Bella no pudo evitar sonreír, al tiempo que unas grandes lágrimas rodaban, cálidas y con gran alivio, por su piel.

-Mi querido Rusia.-susurró sin titubeos, viendo como él también rompía a llorar, pegando su frente a la de ella.-

Poco a poco aquella imagen se fue desvaneciendo, cerrando los ojos. Oyó que la llamaban, pero se sentía tan cansada... Sólo quería dormir.
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Ambos rubios saltaron del helicoptero. Girándose, Alemania dio instrucciones al piloto para que se retirará y volviera a la base en Berlín. Después de ello, ambos echaron a andar fuera del hangar, cubriéndose bien por las bajas temperaturas.

Los dos se sorprendieron cuando vieron una pequeña figura que les era a ambos muy familiar, comprobando que hacía una leve inclinación como saludo, a la cual respondieron automáticamente.

-Yookoso, tomodachi.(Bienvenidos, amigos.)-dijo con una sonrisa Japón.-Me alegra de verle de nuevo en activo, America-san.-

-También me alegro de estar de vuelta.-sonrió el norteamericano.-