El sol daba señales de venida por horizonte con rayos de soles cálidos y brillantes. Algunas personas comenzaba a levantarse para tomar una ducha e incluso otras ya se encontraban en el punto de reunión asignado, mientras que en el cuarto 5B, la hermosa rubia seguí en cama durmiendo.
—¡Maya!—se escuchó nuevamente el grito del castaño intentando despertar a su amiga, la cual insistía en no levantarse. —¡Penélope! ¡Es el tercer y penúltimo día y aún persistes en despertarte tarde!
—¡Vamos! ¡¡Son las 7:30 de la madrugada, déjame dormir!!—contesto con voz dormilona la cual enternecía a cualquiera. El castaño se sentó en la orilla de la cama de la chica y la miro detenidamente. —¿Qué tanto miras?—pregunto tratando de sonar agresiva pero no funcionó ya que su amigo río.
—Ya no te dará tiempo de bañarte—respondió mientras se levantaba de la cama y se dirigía a la maleta de Maya para buscar ropa adecuada.
Entre tanta ropa que llevó su amiga eligió.
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Faltando 5 minutos para la hora en donde empezarían todas las actividades del campamento, la rubia se despegó de la cama. Se dirigió a su maleta donde encontró afuera de ella el outfit que ella elegiría para ese día, sonrío por el gesto de su amigo. Se introdujo al baño y se colocó la ropa, después mando su cabello al frente de ella para poder tomarlo en una cola de cabello alta, se despeino algunos pelos en la parte de enfrente para darle un aspecto más casual y salió del baño.
—¿Lista?—pregunto levantándose de la cama cuando vio salir la vio salir del baño.
—Lista—respondió aún con sueño.
Ambos salieron de la habitación a la cafetería donde se llevarían acabo las primeras actividades. Tomaron asientos uno alado del otro y esperaron el comienzo.
—¿Y la rojita?—pregunto tratando de no dormirse.
—Ella salió temprano. Desde las 7 ya estaba lista—respondió mirando como los chicos encargados conectaban el equipo de sonido (grabadoras, bocinas, micrófonos...) —No es tan perezosa como otras—recalcó la última palabra mientras la miraba de manera desaprobadora.
—No lo lamento—susurro con una sonrisa en la cara.
—Bueno, bueno—retumbaba la voz de un chico a través de las bocinas que se encontraban en las esquinas.
—Esta bien chicos—dijo por otro micrófono una chica animadamente. —Como ya habíamos dicho. Mi nombre es Nina y el de él Ian—señaló a su compañero con una sonrisa. —Como ya lo saben, hoy nos toca hablar sobre temas actuales por lo que hablaremos sobre la homosexualidad, antes que Ian conecta la computadora con el proyector—dijo volteando a ver a su compañero—¿alguien puede darme un concepto sobre esto?—pregunto abiertamente la castaña esperando que alguien participará levantando la mano. —Si tú, Daniela—dijo a través del micrófono mientras señalaba a una hermosa delgada.
