《35》

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Narra Maya:

—Maya—escuché la voz de mi amiga castaña—despierta, ya llegamos—volvió a decir, fruncí el ceño.

—5 minutos más—susurré mientras volteaba al lado contrario del asiento.

—¡Oh mira, Ben Parrish!—gritó Riles, provocando que despertara de sopetón.

—¡¿Dónde?!—grité buscando por la ventana.

—Maya, tenemos que bajar del avión—respondió la castaña, bufé pero le hice caso, me levanté y bajé del avión junto con mi mejor amiga que estaba de lo más dulce con su novio, me aleje un poco de ellos para darles "su espacio" y me acerqué a la madre de Lucas que estaba sola.

—Hola—dije con una sonrisa mientras me acercaba a ¿mi suegra?

—Hola linda—respondió dulcemente.

—Yo soy Maya Hart—pronuncié presentándome amigablemente mientras extendía mi mano derecha.

—¡Oh Maya! Es un gusto conocerte al fin, Lucas habla mucho de ti—contestó tomando mi mano para poder abrazarme yo estaba sorprendida—mi nombre es Isabelle pero puedes decirme Izzy o suegra como gustes—concluyó guiñándome el ojo, me sonroje y reí.

—Izzy está bien—respondí.

Llegamos a la estación de taxis los cuales nos llevaron amablemente a casa de los Babeniux. Al llegar pude encontrarme con un hogar muy bonito y grande pareciese una mansión, mire a Riles que al igual que yo estaba sorprendida, el moreno no pareciese tener una fortuna ni siquiera era creido o presumido.

—¡Buenos chicos!—gritó Zay al estar frente a la puerta principal de su casa—mi casa es su casa—dijo abriendo la puerta para encontrarme con un ambiente de colores vivos y sombras que contrastaban con estas, muy elegante por cierto, luego una señora de cómo la edad de Izzy acercándose a nosotros con ojeras y ojos hinchados supuse que era la madre de mi amigo moreno.

—¡Isabelle Friar!—gritó acercándose a la madre de Lucas minutos después se unieron en un abrazo.

—Lamento tu pérdida Hillary—dijo Izzy tristemente, la madre de Zay que ahora conocía como Hillary sollozo para luego cortar el abrazo.

—Bueno chicos—susurró con la voz quebrada Hill—es un gusto conocer a los amigos de mi hermoso bebé—dijo con una sonrisa mirando a Zay—cariño ¿por qué no le muestras sus habitaciones a nuestros invitados?—preguntó amablemente a su hijo quien asiento.

—Síganme—pronunció Zay, todos lo obedecimos. Las habitaciones se encontraban en la sala de huéspedes; la puerta de la izquierda sería donde estarían Lucas y Farkle y la de la derecha dónde estaríamos Riles y yo, el cuarto de nosotras era lindo, supuse que lo habían hecho para mujeres era demasiado femenina para mi gusto.

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