Sentí los rayos del sol que atravesaban por mi ventana en mi cara irritándome, para evitar esto subí mi mano derecha sobre mis ojos tome mi sabana y me cubrí con ella cuerpo completo para poder seguir durmiendo.
-Maya-gritó mi madre entrando a mi habitación provocando que yo gruñera.
-No quiero ir-contesté con voz suave llena de cansancio.
-No es si quieres, Penélope-pronunció mi madre sermoneandome mientras recogía la ropa sucia que deje tirada en el piso después de unos minutos hubo silencio al fin se había ido me dejara dormir en paz-arriba-gritó quitándome la sábana de encima y causándome un gran susto.
-Mamá-dije harta gruñendo parándome de golpe de la cama por tremendo susto que me dio.
-A la ducha, ahora-contestó sería y con autoridad, rodee los ojos no me quedo de otra que obedecerla. Después de unos minutos termine de bañarme y alistarme, me vestí con un atuendo así:
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Me vacíe un poco de perfume sobre la ropa y salí de mi habitación esperando ver a mi madre con mi desayuno, pero en cambio estaba mi madre con otra persona, Farkle. ¿Qué hace él aquí?
-Hola-salude extrañada entrando a la cocina.
-Hola-respondió Farkle con una sonrisa, hubo silencio por unos momentos-vine a tu casa para que nos vayamos juntos a la escuela-siguió diciendo mi amigo castaño al ver la expresión que tenía en mi cara.
-Ah-conteste frunciendo el ceño, él con sus labios formó Lucas y comprendí-Bueno, de hecho, ya me iba, adiós mama-dije acercándome a ella depositando un beso en su mejilla que siempre tenía de color rosa, agarre a Farkle del brazo y casi corriendo nos dirigimos a la puerta principal.
-Maya, pero tienes que des...-gritó mi madre pero no me detuve, hice como si no la hubiese escuchado por el sonido de la puerta que provoque al cerrarla.
-¿No te regañara tu madre por hacer eso?-preguntó Farkle preocupado mientras caminábamos rumbo a al escuela.
-Nah, solo me hará un sermón pero pasará-contesté y le sonreí, Farkle es una de las personas que realmente le importo-pero bueno, ¿qué me ibas a decir sobre Lucas?-pregunté atentamente, el castaño suspiro haciéndome entender que no era bueno lo que iba a decir.
-Estuve pensando...-comenzó a decir él.
-Oh Dios mío Farkle minkus pensó-dije divertida como siempre con mis típicas bromas, pero esta vez el no río-perdón-susurre y baje la cabeza mirando el suelo.
