EPÍLOGO

54.5K 5.3K 2.5K
                                    

Únete a nosotros en:

https://www.facebook.com/groups/SoniaLopezSouto/

Sígueme en:

Facebook: Sonia López Souto

Instagram: @sonialopezsouto

Tik Tok: sonialopezsouto

Y si te gusta lo que lees, puedes adquirir mis otros libros en Amazon:

https://amzn.to/2XZaMdM
_____________________________________

ALEC

Han pasado un par de meses desde aquella fatídica noche en que creí que perdería a Kath. Cuando llegué al lugar del accidente y la vi apoyada contra aquel árbol, con los ojos cerrados, pensé que era demasiado tarde. Desde entonces, intento aprovechar al máximo cada instante que pasamos juntos. No permitiré que se aleje de mí nunca más.

-¿Crees que se sentirá cómoda aquí?

Lleva varios días intranquila. Desde que supo que hoy le darían el alta a Faith. Casi no puedo creer que tendremos en casa por fin a nuestra pequeña. Después de tres intensos meses, podremos sacarla del hospital y empezar nuestra nueva vida juntos.

-Es un cuarto precioso - la abrazo por la espalda y deposito un beso en su cuello - Faith lo adorará.

Cuando salió del hospital, me llevé a Kath a mi apartamento. Aunque tuve que reincorporarme al trabajo, adapté mis horarios para poder ayudarla hasta que le quitaron la escayola. Me sirvió de prueba para cuando Faith esté con nosotros, porque sigo decidido a no perderme nada importante de su vida.

-No ha quedado igual a como lo tenía en mente cuando encargamos los muebles - ha repetido tantas veces eso, que me dan ganas de zarandearla para que se olvide de ello.

-Está perfecto - le digo - Y si no le gusta, podemos darle a elegir otra habitación. Ahora hay de sobra.

Kath me sorprendió hace un mes con una increíble propuesta. Nunca se me pasó por la cabeza que pudiese hacer algo como eso, pero debo admitir que es la solución perfecta para nosotros. Me pidió que me mudase a su casa con ella. Así que tuvimos que adaptar los muebles del cuarto de Faith a una de las habitaciones que tenía libre. A mí me gusta mucho más como queda aquí, pero ella sigue dudando.

-Vamos a por nuestra pequeña - le digo - y deja de torturarte.

-Estoy nerviosa - se gira hacia mí y me abraza - Me siento como una primeriza.

-Lo eres - la beso.

Viajamos en silencio camino del hospital y regresamos del mismo modo. Aunque con la diferencia de que a la vuelta no puedo dejar de mirar hacia Kath por el retrovisor, porque va detrás con Faith. A medida que nos aceramos a la casa, mis nervios aumentan. Tengo preparada una sorpresa para ella y necesito saber que todo saldrá bien.

Disimuladamente escribo un mensaje a Rory mientras espero a que el semáforo se ponga verde. Cuando llega la confirmación de que está todo listo, respiro con más tranquilidad. Aún así, miro de nuevo hacia ellas y esta vez me sonríe a través del espejo.

-Déjamela a mí - le digo cuando intenta sacar a Faith del coche. El capazo es un poco aparatoso - Tú abre la puerta.

-¡¡¡SORPRESA!!!

El grito de nuestros amigos me sobresalta incluso a mí, aún sabiendo que sucedería. Kath se lleva las manos al rostro para ocultarse por un momento antes de que todos comiencen a abrazarnos y a felicitarnos por la llegada de Faith a casa. Veo cómo las lágrimas empañan los ojos de Kath, pero logra contenerlas todo el tiempo. Yo me propongo hacerla llorar de emoción y sonrío con anticipación. Porque la sorpresa que le tengo preparada no es esta. De hecho, nadie más sabe lo que me propongo.

-Atención - digo después de esperar un tiempo prudencial para que todos puedan cargar a Faith - Tengo algo que decir.

-El jefe quiere hablar - ríe Rory - Escuchémoslo.

Miro a cada uno de ellos y descubro que entre Kath y yo hemos logrado reunir a un grupo pequeño pero increíble de amigos. Están Adelaide y Alan, los sensatos del grupo. Duncan y Rory, los más locos pero siempre divertidos. Sally, la tímida para ciertas cosas, pero entusiasta de otras. Y Kath. Mi Kath. La mujer que me robó el corazón el primer día que mis ojos se encontraron con los suyos. Verla con Faith en su regazo es el mejor regalo que la vida me ha podido dar. Pero quiero mucho más.

-Ven - alargo mi mano hacia ella para que se una a mí.

Deja a nuestra pequeña con Adelaide y se coloca a mi lado. La rodeo con un brazo antes de dirigirme a nuestros invitados. Los nervios regresan a mí, pero trato de disimularlo. No quiero que me traicionen antes de tiempo.

-Quería agradeceros el estar aquí con nosotros, compartiendo uno de los momentos más importantes de nuestras vidas. Hace tres meses estaba muy asustado por el futuro que me esperaba con una niña prematura, que no sabía si sobreviviría y a la que no sabría cuidar si lo hacía - noto cómo Kath aprieta su abrazo en mi cintura - Hoy, puedo decir que ya no tengo miedo. Porque tengo a mi lado a unos amigos estupendos y dispuestos a todo por nosotros. Y porque he conseguido el amor de la mujer más maravillosa que he conocido jamás.

Entonces, saco de mi bolsillo la caja negra donde he guardado el anillo y me arrodillo delante de Kath, ante la atónita mirada de todos. He aquí mi verdadera sorpresa.

-Sabes cuánto te amo - le digo sin apartar la mirada de la suya - Eres todo cuanto buscaba. Tú le has dado estabilidad a mi vida incluso cuando la revolucionaste. Me has dado un motivo para creer que es posible encontrar la felicidad en los brazos de otra persona. Eres mi compañera, mi amiga, mi confidente, mi amante, mi todo. Eres la madre de mi hija. ¿Quieres ser también mi esposa? ¿Te casarías conmigo?

-Sí - he logrado hacerla llorar y me levanto para limpiar sus lágrimas - Claro que me casaré contigo.

-Como para decirle que no después de semejante declaración - ríe Rory.

Las felicitaciones no se hacen de esperar y yo me siento pletórico de felicidad. Mi hija está por fin en casa y Kath será mi esposa tan pronto como sea posible. Ahora ya me siento completo.

...

-Se ha dormido al fin - me dice Kath metiéndose en la cama - Me encanta tenerla en casa con nosotros.

-Y a mí - la atraigo sobre mí - Hoy me has hecho el hombre más feliz del mundo aceptando mi propuesta.

-¿Acaso dudabas de que te dijese que sí?

-Contigo nunca se sabe - sonrío - Eres una mujer difícil de descifrar.

-Pues yo creo que siempre se te ha dado bien saber lo que pienso. En muchas ocasiones creí que podías leer la mente.

-Ya me gustaría - la beso - Todo habría resultado más sencillo.

-Tampoco ha salido tan mal, ¿no crees?

-Ha salido mejor que bien.

-Cuando nos conocimos, no quería implicarme contigo porque en el fondo sabía que podrías llegar a ser alguien importante para mí. Intenté alejarme, pero nunca me lo permitiste. Siempre volvía a ti - me besa - Siempre volveré a ti.

-Lo sé - es mi turno para besarla - Yo me encargaré de que así sea. Ya no hay forma de que puedas escapar de mí.

-Ya no quiero hacerlo. Te amo, Alec.

-Y yo a ti, mi vida.

Y aunque sé que no todo será fácil y que nos encontraremos con problemas por el camino, también sé que juntos lo superaremos. Porque por mis mujeres, merece la pena luchar.

No Te ImpliquesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora