9

49.4K 4K 578
                                    

Únete a nosotros en:

https://www.facebook.com/groups/SoniaLopezSouto/

Sígueme en:

Facebook: Sonia López Souto

Instagram: @sonialopezsouto

Tik Tok: sonialopezsouto

Y si te gusta lo que lees, puedes adquirir mis otros libros en Amazon:

https://amzn.to/2XZaMdM
_____________________________________

Me siento tan cansada, que en esta ocasión me alegro de poder ir al descanso a pesar de ser hora punta en la cafetería del hospital. Como es domingo, hay incluso más gente de la habitual, pero a estas alturas de la mañana, ni me importa.

Milagrosamente, encuentro una mesa libre y cuando vienen a tomarme nota, pido agua. Sólo agua para mí hoy. Todavía me duele la cabeza, aunque me he tomado algo para eso nada más levantarme. Había olvidado esta parte, en la que la resaca te taladra el cerebro y ralentiza tus capacidades. La próxima vez me aseguraré de librar al día siguiente. Si hay próxima vez. Ahora mismo, lo dudo mucho.

-Tienes mala cara, Kat.

Miro más arriba de mi vaso de agua y me encuentro con los ojos curiosos de Eleanor. Desde que cambiamos el turno, no he vuelto a coincidir con ella. Se sienta a mi lado y no me quita ojo, supongo que esperando algún tipo de explicación.

-Ayer salí a tomar algo y ahora pago las consecuencias - me encojo de hombros.

-Los excesos - ríe.

-¿No es pronto para entrar a trabajar?

-He venido antes porque Megan me pidió si podía cubrirla las dos últimas horas de su turno. Quiero comer algo antes de entrar.

-Oye, gracias por los cambios - ya se lo agradecí en su momento, pero fue importante para mí que lo hiciese y quiero que lo sepa.

-¿Se enfadó mucho contigo Adelaide cuando se enteró? A la tonta de Becka se le escapó.

No sabía cómo se había enterado Adelaide pero supongo que si se lo tenía que escuchar a alguien, Becka era la candidata ideal. Lo suyo no es precisamente la discrección. Ni la inteligencia.

-Me envió a casa a dormir.

-Entonces no fue tan grave, después de todo.

-Por suerte, no pasó nada durante mis turnos dobles que tuviésemos que lamentar - me hundo un poco en la silla.

Pensándolo friamente, Adelaide tiene razón. Fui una irresponsable y muy temeraria. Podría haber sucedido una desgracia por culpa mía. Y eso es algo que jamás podría perdonarme ni yo misma.

-Eres una buena enfermera. Estoy segura de que habrías pedido ayuda si te vieses sobrepasada - me sonríe conciliadora - Aunque admito que fue una locura hacer tantos turnos seguidos.

-Merecía la pena.

-Bueno, ahora la pequeña mejora cada día de una forma impresionante. No sé si tienes algo que ver en eso o es su espíritu luchador, pero crece a pasos agigantados. Nunca había visto algo así.

Es cierto que me paro más tiempo del debido con ella, para hablarle y hacerle notar mi presencia. Incluso le canto por las noches, cuando me quedo a solas con ella. Quiero creer que eso le ayuda, pero supongo que Faith es fuerte por sí misma. Tan pequeña pero con unas enormes ganas de vivir. Mi corazón se enternece al pensar en ella.

Y sé que esa es una clara señal para alejarme de ella, pero no puedo. Simplemente no soy capaz de no tocarla o hablarle. De no encargarme yo de todos sus cuidados mientras dura mi turno. Me tiene atrapada.

No Te ImpliquesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora