—Vale, ya está. Hemos acabado por hoy. Por favor —pidió y Moira asintió.

—Mañana a la misma hora —le dijo e Iris cayó al suelo.

Una vez ahí suspiró y miró hacia arriba. ¿Tendría que ser algo así todos los días? ¿Sería capaz de soportar una pelea así, en la que estaba claro que por ahora iba a perder, cada día? Pero sabía que si quería volver a enfrentarse a Sebastian Shaw y tener alguna posibilidad de ganarle, tenía que ser de esa manera. Puede que él fuese capaz de absorber un disparo o incluso la energía que Alex emitía. Sin embargo, estaba segura de que no podría absorber una patada.

Se levantó del suelo, sintiendo su cuerpo adolorido, y entró en la casa. Hank entró también y pasó al lado de Iris.

—¿Has visto a Sean? —le preguntó Hank.

—No lo he visto desde ayer. ¿Por qué?

—Charles lo está buscando. Vamos a probar algo en lo que he estado trabajando —le dijo e invitó a Iris a verlo.

La última vez que Iris fue a ver algo en lo que Hank había trabajo, conoció a Cerebro. Ahora sabía lo que éste era capaz de hacer con Charles y estaba segura de que lo que había creado para Sean sería algo igualmente asombroso.

Subieron a unas habitaciones no muy altas. Hank entró en la de la izquierda, donde estaban Charles y Sean. Iris entró en la de la derecha, donde estaban Raven y Alex. Se asomó junto a ellos en la ventana, esperando impacientes a que todo empezase.

—¿Tenéis idea de lo que van a hacer? —preguntó y Raven negó con la cabeza.

—Charles dice que es sorpresa —respondió.

—Yo solo estoy aquí para ver a Sean darse un buen golpe —dijo Alex e Iris rodó los ojos.

Al rato, la puerta de la habitación se volvió a abrir y entró Erik. Al verle, Iris no pudo evitar sonrojarse y bajar la mirada. Volvió a sacar la cabeza hacia afuera, donde ahora se podía ver a Sean sentado en el marco de la ventana, mirando hacia abajo.

—Solo grita —le pidió Charles.

Él asintió varias veces y luego respiró hondo, dejándose caer. Gritó, pero no sirvió de nada. Se dio un fuerte golpe contra el suelo. Iris se llevó la mano a la boca viendo cómo Sean se quejaba de dolor y cerca de ella pudo oír la risa de Erik.

Y entonces se dio cuenta de que era la primera vez que la escuchaba. Con una sonrisa, Iris giró la cabeza y miró a Erik, quien observaba divertido a Sean. Y pensó en todo lo que había estado pensando la noche anterior. En si debía irse o no.

¿Estaba dispuesta a perder todo esto? ¿Perder a Raven, Charles, los mutantes? ¿Perder a Erik? Llevaban todos juntos unos meses, pero eran suficientes para unirse de la manera en la que lo habían hecho. Iris ya ni siquiera recordaba cómo era su vida sin saber de la existencia de los mutantes y, a decir verdad, no quería volver a esa vida. Quería estar en ésta, aunque tuviese que entrenar día y noche para ser útil. Lo haría, simplemente para poder quedarse allí.

Así que sí, si ahora Charles le preguntase si iba a quedarse, ella le diría que sí. Se había dado cuenta de ello en el momento en el que se imaginó sin todo eso.

Iris no se dio cuenta de que se había quedado mirando a Erik durante todo este tiempo. Ella se había puesto a pensar, mientras seguía teniendo una gran sonrisa dibujada en su cara y sus ojos estaban clavados en Erik. Y al ver que él se había dado cuenta de ello, se sonrojó y apartó la mirada, observando que Sean se había levantado del suelo y había vuelto a subir. Lo intentaron varias veces más aunque sin éxito.

Destruction ◇ Erik LehnsherrDove le storie prendono vita. Scoprilo ora