Interruptor de orgasmos, corridas y todo lo referente a lo sexual. Estoy saliendo ya de la oficina, en media hora estoy pasando por tu departamento. Te espero abajo y no me hagas subir para sacar tu firme culo de la cama. Puto.

—Desde el fondo de mi corazón, Christopher.

Ruedo los ojos ante el mensaje tan peculiar de él y recordando lo que debo hacer el día de hoy, me había olvidado que había quedado con él para hablar, para despejar mi mente, después de todo no estoy tan solo. Vuelvo a leer el mensaje, con paciencia dibujándoseme una sonrisa en el rostro por su peculiar sentido del humor, es agradable hasta en mensajes. Y con una sonrisa recibo el día, tal vez sea una buena señal, tal vez y solo tal vez no todo este perdido en mi vida pues así no este con una mujer tengo una familia, tengo muy buenos amigos. Siendo impulsado por su contagiante felicidad mediante un simple mensaje decido aprovechar ese fogonazo de buenos ánimos para ducharme y vestirme de forma rápida.

Pero es fogonazo desaparece ante el fogonazo de placer que siento al observarla en el comedor, despierta desde tan temprano limpiando la mesa ignorando mi presencia. Con esa simple bata de seda blanca se ve excelente enjaulando su cuerpo que incentiva a pecar, ella es una manzana, una manzana prohibida que no pienso seguir devorando hasta descubrir a qué clase de pecado me sumerjo al probarla, no voy a seguir siendo inocente. Aunque mi polla se ponga dura por la necesidad de profanar cada agujero de su cuerpo donde quepa no pienso hacer nada, así siga ciñendo toda su longitud a este pantalón de vestir negro.

El golpe que hago con el piso con mi zapato de forma cansada parece que atrae su atención, sus ojos se posan en los mí haciendo que vea su rostro perfectamente blanco enmarcado por su corto cabello negro que acaricia sus mejillas, con mis labios quiero hacer lo mismo quizás, quiero acariciarle todo su cuerpo pero no puedo hacerlo. Ella me barre con la mirada, viendo como mi torso se ciñe a esta camisa blanca con las mangas remangadas, sé que también despierto muchas cosas en ella... Pero lo que he querido con ella no puede tener de base únicamente una química sexual, con varias mujeres he tenido esa química sexual, tiene que haber confianza y parece que no la hay.

—No he podido dormir. —habla vagamente, su deliciosa lengua se frota contra el paladar mientras ahora un viento que ingresa por la ventana hace que su cabello se mueva de una seductora manera al igual que su bata blanca. Me roba el aliento por unos segundos sacudiendo la cabeza. —Björn, ha sido una noche larga para ambos. —

—Señor Hoffman, por favor. —la corrijo de mala gana, dando un paso dentro de esta estancia ignorando su penetrante olor que rodea mi cuerpo. Hago como si no existiera caminando a ese santuario que tengo instalado en este lugar. —El Björn, murió ayer cuando conocí al padre de Sammy. —

—No seas infantil. —

Sus palabras me irritan, me irritan demasiado pero para no cometer una idiotez me concentro únicamente en lo más preciado que he tenido y nunca me ha dejado, me concentro en lo único que combate cualquier lujo que posea, es lo mejor que pude haber tenido. Acaricio aquella mancha retratada en una foto, aún sorprendido por el cariño vivo que siento por alguien que nunca conocí pero lo quiero, la amo con todas mis fuerzas. Una sonrisa se me dibuja en el rostro cumpliendo con el objetivo que era el no joderla con Mel. —Buenos días. —pronuncio para mis adentros, disfrutando de está paz que no dura cuando me doy la vuelta después de haber dejado la ecografía en su lugar, rodeada de flores nuevas. Los ojos de ella me analizan fijamente esperando seguro una pelea, que peleemos para luego solucionar todo con un sexo –fabuloso- de reconciliación pero eso no va pasar. —¿Infantil? Créeme que estoy siendo lo más maduro posible. Infantil sería botarte de mi departamento, pero mira sigues acá. —me encojo de hombros, alejándome de mi santuario con los ojos de ella analizando cada paso que doy. —¿Me piensas decirme la verdad de una vez?. —

Mis Pervertidos II (Grey)Where stories live. Discover now