Me gusta mi niñero. ➸Ross Lynch

Veintinueve

— Joder hombre, tu novia no me había mencionado tal cosa.— El chico miro a Hazel, el mete sus manos en su chamarra para encogerse de hombres e irse.

Yo tomo de la mano a Hazel cuando se intenta separar de mí.

— No Cameron...— Grita ella, pero el chico ya estaba muy lejos de nuestro lado, ella frunce el ceño viendome.

Pero me importaba una mierda si se enojaba, yo no iba a dejar que ella se fuera con otro, a una maldita habitación, y admitía que estaba algo... celoso.

— Te odio.— Ella me empuja, pero yo le sostengo sus brazos para apegarla a mí, y realmente no me importaba si nuestros hermanos nos vieran.

La quería mucho, y no iba a permitir que nadie le hiciera daño.

— ¿Me odias?— Ruedo los ojos cuando la escucho decir eso.— Te salve, te estaba diciendo que fueran a una maldita habitación. — Grito en su oído a causa de la música a todo volumen.

— ¿Que demonios haces acá? ¡Dijiste que no vendrías! — Ella grita poniendo una mano en mi pecho.

— No iba a dejarte, no cuando el idiota de Liam vendría.

— ¿Y eso que? Tiene novia, Ross.

— Y tú me tienes a mí.

Sonrío, pero no recibo su sonrisa de vuelta.

— Cada vez que nos tocamos es peligroso— Grita ella— Esta chispa es más que química, y ¿Sabes que? Solo me dices hermosas mentiras...

Yo coloco una mano en su mejilla.

— Cada noche que peleamos es duro como el infierno— Digo apoyando mi frente con la de ella.— Pero se siente como en el cielo entre las sabanas.

Hazel se aleja de mí.

— Eso es tan malo... no me dejas ir con otro chico, no me dejas a mí.

— ¿Porque? si el monstruo en mí ama el monstruo en ti, y sabes que jamás dejaría que alguien tocara lo que es mío.

— Lo nuestro solo es sexo, ¿Fue lo que dijiste, no?

— ¿Me quieres decir que te quieres convertir en una zorra?— Grito importandome poco quien escuchara

— ¡Ni siquiera dije eso! Tú mismo dijiste que esto era sexo por una maldita apuesta.

— Una que jamas cerramos.

Grito, y ella me mira.

— Exacto, sin embargo me lo hechas en la maldita cara que esto es sexo... dañándome.

— Ni siquiera hay sentimientos por en medio.

Y ella baja la mirada, niega para empezar a buscar a alguien con la mirada, pero supongo que no la encuentra porque vuelve a verme.

— ¿Chicos?— Giramos a Riker quien se acercaba a nosotros.— Debemos regresar, recuerden que en dos días nuestros padres regresan.

Cierro los ojos, y puedo sentir la mirada de mi pequeña fija en mí.

— ¿Que?

— Parece que tienen todo listo...

Dice Riker, yo abro los ojos para verla, ella asiente empezando a caminar junto a Riker, y yo los sigo.

— ¿Te gustaría...?

Escuchamos decir a Charlie hablar con Leah acercandose mucho a ella, Riker apresura el paso cuando vemos que el se inclinaba a besarla.

— Debemos irnos.

— ¿Cual es tu problema, rubio?

Grita Charlie.

— Déjalo, gracias por la fiesta, pero no sucederá.

Dice Leah tomando de la mano a Riker para los cuatro empezar a salir, los cuatro caminamos hacía lo autos en donde ya nos esperaban todos.

— Vete al diablo.

Grita Rydel tomando a Camila del brazo para subir junto a ella, yo suspiro para tomar a Hazel para que se fuera con ella, pero ella niega soltándose de mi agarre.

Y realmente no quisiera irme de su lado enojados, porque era importante para mí... mucho.