Me gusta mi niñero. ➸Ross Lynch

Ocho

Hazel Wesley

El ambiente en sábado en el centro comercial era algo normal, bueno lo era para nosotros porque estábamos en tienda en tienda probándonos cosas y hay veces que realmente comprábamos cosas, y eso nos abría un muy buen apetito.

— ¿Entonces que demonio sucedió? — Nathalie empieza a reír mientras continuaba contando como no tuvo noción del tiempo anoche ni como llego a su cama.

— Si no es por Calum que me dice que ellos me llevaron a casa juro que pensaría que me violaron.

— El chico pelirrojo de anoche estuvo de realmente tocarte sino es por Luke que se da cuenta, al mismo tiempo que te estaba esperando Hazel.

Katherine me mira para todos adentrarnos a la pizzeria.

— Lo sé y realmente lo siento, tuve que irme, ademas solo llegue a dormir— miento mientras bajaba la mirada.

Debía realmente pensar que estaba muy ebria y por eso ella se acostó con Ross Lynch.

Su niñero.

— ¿Entonces que opinan?

Hanna nos mira, nosotros nos miramos para llevar nuestro pedazo de pizza a la boca.

— De acuerdo, nos pone demasiado feliz que este todo bien con Derek pero ¿Irte a pasar las vacaciones a su casa? ¿Que piensa tu familia?— Ashton quien estaba al lado de ella la mira llevando su bebida al boca.

— Están encantados, más cuando les dije que ellos también podrían venir.

— ¿Entonces cual es el problema? Pides nuestra opinión como si fuera algo grave.

— Michael, no regresare a Los Angeles.

Todos hacemos silencio, realmente eso no lo esperábamos.

— ¿De que hablas?— Habla Calum luego que ninguno de nosotros dijera nada.

— Cal, realmente lo siento chicos, pero Derek también se quedara a estudiar en Argentina, es una pequeña gran oportunidad para ambos.

— Chicos, tenemos que apoyar a Hanna, es algo bueno para ella, y te queremos y sabes que puedes contar con nosotros— Digo mientras tomo la mano de Hanna, ella me abraza.

— Los voy a extrañar mucho.

— ¿Entonces esto es todo?— Pregunta Nathalie— No sabemos si realmente terminaremos la universidad en Los Angeles.

— No perdamos las esperanzas, las vacaciones empiezan en una semana, vamos a regresar, vamos a seguir siendo los mismo, a pesar de todo.— Dice Luke sonriendo.

Y no puedo estar más de acuerdo con él.

Ross Lynch

Riley estaba sentada en mi regazo mientras que ella me besaba yo acariciaba su bien formado trasero, ella hace su cabeza para atrás cuando una inofensiva se mete debajo de su muy diminuta falda.

— Vamos a tu habitación Ross.

Y estoy de acuerdo con ella. Tomo su mano para empezar a subir las escaleras de la casa de Hazel, la chica quien me había dejado con ganas de nuevo.

— ¿Esta es la casa de Hazel?

— Sí, te dije que me dejaron a cargo de ella.

— Es una pequeña idiota.

Asiento mientras estaba por terminar de subir pero el estúpido teléfono empieza a sonar en la planta baja.

"Hey Ross, siento molestarte ¿Como se encuentra Hazel? Le he hablado a su celular pero no tengo respuesta"

"Hola Lauren, y esta muy bien Hazel de hecho salió con Luke y sus amigos, pensé que se los había indicado, a mí solo me dijo que ya se iba"

"Entiendo, bueno dile que le marco mañana y la quiero mucho."

La llamada finaliza y yo me giro a mi novia que me sonreía coqueta.

Hazel Wesley

Nuestros labios estaban unidos, y realmente me sentía devastada porque no hacía nada más que pensar en Ross, cosa que me hacía sentir muy culpable, mi novio ahora estaba besándome y yo tenía mis pensamientos en mi niñero.

— ¿Esta todo bien?— Yo acaricio la mejilla de Luke y asiento.— ¿Quieres que te lleve a casa?

— Por favor.

Beso la mejilla de Luke para que ambos subamos a su auto. Nuestros amigos aproximadamente treinta minutos se habían retirado, y bueno habíamos despedido a nuestras amigas y amigos de Luke, quienes se irían a Australia con sus familias, y Luke también lo haría, también se iría.

Y no me molestaba en lo absoluto, todos irían a ver sus parientes, mientras que los míos pasarían unas buenas fiestas navideñas sin mi.

Mis amigas se irían y esperaba realmente que volvieran para terminar la universidad todos juntos, como lo hubiésemos querido.

— Voy a volver, mi amor.

El aprieta mi mano, y yo fijo mi mirada en él, y lo único que hago es inclinarme hacía él y besarle.

— Te quiero mucho.

Susurro cerca de sus labios, realmente me estaba arrepintiendo de absolutamente todo lo que había hecho.

Pero mi niñero me tenía atrapada.