Nueve

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— Realmente odio que te bese.

Pego un grito tirando mi bolsa, él empieza a reír mientras agarra mi bolsa, el la avienta al sofá y se dirige a mi, y por primera vez, le temía a Ross Lynch.

Sus ojos color miel me miraban fijamente, y yo no podía quitarle la mirada de encima, mi niñero me intimidaba cosa que no lo hacía... desde que sucedió eso.

— No deberías de odiarlo, es mi novio.

Y el rueda los ojos.

— ¿No entiendes, cierto?

— ¿Que debo entender?

— Desde que estuve en tus bellas piernas quedo realmente que eres mía.

Y mi risa ahora se escuchaba por toda mi casa.

— Suena lindo el termino mía.

Su sonrisa creció más al escucharme decir eso.

—Realmente me gustas—El lo susurra cerca de mis labios, yo muerdo mi labio inferior mientras que ponía una mano en su mejilla.

— Quisiera decirte que no me gustas... pero me estaría mintiendo.

Ross no dejo que pronunciara ninguna palabra más porque sus labios se juntan con los míos, y lo estaba deseando desde que llegue a casa.

— Dime por favor que me permites de nuevo en tu cama, Hazel ¿Me dejarías estar en tu cama?

No digo nada más porque mis labios se vuelven a unir con los de él, yo abro los labios susurrado un si, cosa que pensé que no lo escucharía, cosa que fue todo lo contrario.

Ni siquiera pudimos subir las escaleras porque el sofá estaba muy cerca, mi cuerpo respondía tan bien a las caricias del rubio, mientras que realmente me entregara más.

— Demonios odio estos pantalones en este momento— Yo suelto una pequeña risa al escucharlo.

Y él había quitado todas mis prendas, dejandome solo en ropa interior, yo me siento para tomar el rostro de Ross y besarlo, bajo mis manos por todo su pecho hasta el borde su su camisa blanca, que me hacía estorbo, Ross sonríe se quitaba su pantalón.

— Mierda Ross— Susurro cuando siento sus labios en un pezón, mi cabeza se hace para atrás topando con el respaldo del sofá.

Ross había quitado mi ropa interior, lo único que había cubierto mis partes, mis ojos se cierran al sentir el miembro de Ross cerca de esa zona, y sin previo aviso, como la primera vez entro en mí.

— Ross— grito mientras me importaba poco que mi espalda dolía mucho cuando topaba con el respaldo del sofá, ademas que antes de entrar había visto la familia del vecino estar de visita.

Pero realmente no importaba si me escuchaban o no, solo podía sentirse en el cielo al sentir las fuertes embestidas que su niñero le estaba brindando mientras que dejaba algunas hematomas en su cuello, pero por alguna razón las había encontrado... excitantes.

Me gusta mi niñero. ➸Ross Lynch Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora