Veintisiete

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—Ross...—susurró, el aprieta mi cintura mientras intentábamos pensar en que hacer.—Voy a salir.

Él asiente separándose levemente de mí, porque ni siquiera me había dado cuenta que Ross ya estaba en bóxer.

—Ponte algo no saldrás así. —Yo miro mi cuerpo y era cierto, iba a salir en ropa interior.

—Sí—Ruedo los ojos mientras me colocaba mi blusa y jean, ni siquiera vi si la había colocado bien.

Yo salgo encontrándome con la dueña de la tienda, le sonrió.

—Oh cariño, siendo si estabas colocandote algo, pero solo te quería decir si lo compraras que me esperes un momento, tengo algo urgente que hacer.

—Dios no se preocupe, me probaré un vestido, y lo comprare.

La señora asiente encantada y se retira, suelto un suspiro volviendo a entrar para calmar a Ross.

Sin embargo, el me apega a la puerta, yo niego.

Estaba mal.

—¿En que estábamos?—Susurra mientras se iba acercando cada vez más a mi rostro.

—No... Ross.—Intente separarlo, pero estaba segura que lo que dije había salido como gemido cuando sus labios recorrían mi cuello.

Pero al diablo todo, ella tenía que vivir la vida, porque cuando menos se den cuenta... estaba acabando.

Yo tomó el borde mi blusa para quitarla, mientras sentía las manos de Ross bajar mi jean, yo tomo el cuello de Ross para besarlo, el toma toma mi cintura para apegarme más a él para yo aprovechar y pasar mis manos en su abdomen.

—Mierda quitalo ya.—Dice cuando siente que llego al elástico de su bóxer.

Niego con una pequeña sonrisa en mis labios, el me empuja levemente haciendo que topará con la pared, el baja su bóxer y puedo verlo...

Él suelta una carcajada al ver mi rostro cuando veo... Eso.

—Esto te hace gritar.

Susurra él tomando mi muslo y levantándome, cuando siento que mi cuerpo vuelve a bajar puedo sentir que el entra en mí, sorprendiéndome.

—Ross—gruño en su oído y lo siento tensarse.

—Hoy has tu él trabajo.

Dice el y yo lo veo raro.

—Vamos nena, hazlo tú.

Y hago lo que el me dice, yo me levanto y suelto todo mi peso cuando se que estamos unidos, el gruñe, pero me sigue viendo como yo hago todo ese movimiento.

—Mierda deja de verme así.

Ross ríe tomando mis caderas para apoyarse en ella y cerrar los ojos.

—Eso es... más cariño.

Él aprieta mis cadenas y siento dolor pero no me importaba.

—Hagamos ese tan deseado orgasmo llegue.

Susurra él, y yo pero un grito cuando lo puedo sentir cerca.

—Te miras bien.

Dice Ross viéndome cuando por fin me pruebo el vestido.

Y por primera vez el no mentía, aceptaba que me miraba muy bien el vestido.

—Por cierto—Yo lo miro cuando empiezo a doblar el vestido que minutos antes me había quitado, yo miro que mi ropa este en buenas condiciones y me vuelvo a girar a él.—Mis hermanos, Ellington y yo no iremos a la fiesta, pensábamos tener solo una noche de chicos, y bueno solo es la fiesta de Charlie y deben de divertirse las mujeres.

Yo lo miro sorprendida, pero tenia razón.

Y agradecía internamente que no se haya enterado de Liam iría igual.

—Estoy de acuerdo, ¿Me esperas afuera? —le digo mientras buscaba mi dinero.

El toma las bolsas para caminar hacia afuera.

Yo le sonrío a la señora que me miraba con una sonrisa.

—Muy buen gusto, supongo que su novio la ayudo a elegir.

Dice ella viendo a Ross que me esperaba afuera del local.

Yo asiento con una sonrisa.

—Tengan una buena tarde. —dice ella entregando mi vestido en una bolsa, yo le extiendo el dinero pero ella no lo recibe. —Su novio ya lo pago.

Yo me giro a Ross, que ahora veía su celular, yo me despido para caminar hacia él, cuando me colocó a su lado guarda su celular para tomar mi mano, y no me negué.

—Gracias.

Digo cuando ya estábamos subidos en su auto y camino a casa.

—¿Por el orgasmo? Cuando quieras.

Niego con una sonrisa en mis labios.

—Por pagar mi vestido.

—Es lo mínimo que puedo hacer por el gran sexo que me has dado.

Y realmente hubiera deseado que no hubiese dicho eso.

Me gusta mi niñero. ➸Ross Lynch Where stories live. Discover now