Me gusta mi niñero. ➸Ross Lynch

Veintitrés

—Me encanta verte dormida, pero es hora de despertar.

Siento a Ross susurrar en mi oído, el me aprieta más a su torso desnudo y frío, causando que un escalofrío pasará por mi.

—Exijo cinco minutos más.

Yo me giro a él, el me sonríe cuando me tiene enfrente, yo colocó una mano en su pecho y lo acarició, subo mi mirada para besar sus labios, sabía que tenia mal aliento, pero solo quería sus labios junto a los de ella.

—¿Porque eres tan hermosa?

Yo me sonrojo enseguida, Ross acaricia mi mejilla para volverse a acercar a mi rostro, pero el sonido de mi celular hace que se separe rápido.

—Para ti.

Yo tomó mi celular para contestar, suspiro envolviendo mi cuerpo en la sábana.

"Me siento estafado porque ninguna Wesley me contestaba el celular"

"¿Adam?"

"Él mismo, estoy a dos horas de llegar a su casa, pero nadie me contesta"

"Cariño, es muy temprano"

Digo levantándome ignorando completamente la mirada de reprobación de Ross.

"Lo sé, necesito ver a mis amigas realmente, he dejado a mi novia en el hotel por ustedes, así que levanta ese bonito trasero y despierta al resto de las Wesley"

"Enseguida, te esperamos... Te quiero"

"Y yo a ti, amor."

Y la llamada finaliza, con una sonrisa busco mi ropa en el armario, amaba mucho al chico que creció junto a ellas y sus hermanas, Adam había sido nuestro vecino, pero como Leah y el se habían ido juntos a estudiar a Australia Adam y el resto de las hermanas habían perdido comunicación.

Giro en mis talones para ver su mirada fija.

—¿Sucede algo?

—Si, recibes una maldita llamada, y te levantas feliz, es injusto que le digas a esa persona te quiero, cuando sabes perfectamente que eres mía.

El se coloca su pantalones y camisa, y sale importándole poco si alguien lo veía salir de mi habitación.

Yo miro mi semblante al espejo, no sabía en realidad que demonios acaba de pasar pero estaba segura que tenía que hablar con Ross.

— ¿Han recibido llamadas de Adam?— pregunta Leah sentándose para unirse a nuestro desayuno.

— Si, el me llamo, dijo que iba a estar con nosotras en unas horas.

— ¿Que? De acuerdo, entonces si funciono el te que tome anoche, no sentí hasta hace una hora, y bueno me dolía mucho la cabeza.

— ¿Y ya te encuentras bien?— Pregunta Riker tomando un trago de su jugo.

Leah levanta la mirada y le sonríe.

— Si, gracias a ti.

Ella muerde levemente su labio, y yo no puedo evitar sonreír por ambos chicos, esperaba realmente que todo saliera bien con ellos si es que se da una hermosa relación.

— Adam me llamo, esta por llegar a casa en cinco minutos.— Camila baja las escaleras para suturase al lado de donde estaba yo sentada.— Deberían de todos conocerlo, estuvo por formar parte de la familia...

— Calla Camila.

— ¿Que? ¿No saben?— Valentina empieza a reír mientras se acomodaba en su asiento— Lo diré, el estuvo apunto de ser parte de la familia, porque demonios fue el novio que más amaron de nuestros padres por parte de Leah.

— El ya tiene novia, de hecho me estuvo mencionando matrimonio, además fue hace años, teníamos tan solo doce años — Leah mira de reojo a Riker, quien no la mira, solo veía su plato de comida.

— De acuerdo, entonces estaremos arriba.

Dice Ross levantandose, sus hermanos hacen lo mismo.

— Debe ser un niño engreído. — Dice Rocky dejando su servilleta en la mesa.— Elli tiene unos vídeos juegos arriba.

— Me uno. — Dicen todos al mismo tiempo, Rydel nos mira a las cinco.

— ¿Puedo quedarme?

— Le caerás bien a Adam.

Dicho eso, los demás se retiraron, Camila sonríe al escuchar el timbre, ella camina mientras que nosotras nos levantamos para esperarlo.

— ¡Mira a esta hermosura que tengo acá! —Grita Adam mientras abrazaba por la cintura a Camila, ella ríe para devolverle el abrazo.

Camila toma la mano de Adam para guiarlo hasta donde estábamos nosotras, yo soy la primera en correr a abrazarlo a él.

— ¿Has visto lo hermosa que estas, Hazel?

Yo beso su mejilla y me pasa su brazo por mis hombros para vernos a todas.

— Estoy rodeado de seis mujeres hermosas.

— La primera soy yo.

Valentina ríe caminando hasta el para abrazarlo, yo me separo de ellos para mirarlos.

— Es que joder, que hermosas que están.

— Los halagos de Adam no acaban— Leah dice tomando de la mano a Rydel para presentarla. — Adam te presento a Rydel Lynch, una muy buena amiga nuestra.

— El gusto es mío Adam.

Rydel se acerca a besar al mejilla de él.

— Las Wesley siempre han tenido amigas muy bonitas.— Rydel empieza a reír para ocultar su sonrojo. Adam se gira a Leah.— Le deberías ya de estar entre mis brazos.

— Adz deja de tonterías.

Ellos se dicen sus apodos para que Adam caminara a abrazarla. De algo tenía seguro, ambos se querían, eran unos grandes amigos, y si ellos habían sido pareja, pero eran unos niños que habían escuchado el termino novios y querían ser los primeros tomando ese termino.

— Ahora ¿Me dicen porque según ustedes tengo el pene mediano?— Nosotras hacemos silencio, pero giramos nuestra mirada a Valentina, era más que obvio que ella le había dicho. — Ni siquiera Leah lo ha visto.

— Demonios Adam.

Grita ella riendo.

— Teníamos que disimular ante los chicos, porque Rydel ya lo sabe claro, pero ¿Que tal si le preguntaban ellos y no supiera que contestar?— Valentina se sienta en el sofá.

— Juro que a Josie le hizo mucha gracia, por cierto les manda saludos, se paso riendo de eso casi toda la noche.

— Saluda a Josie y dile que tenemos que tener otra tarde de chicas.— Dice Leah, Adam asiente sonriendo.

— Claro, por cierto Hazel ¿Tienes alguna foto de Fatima?— Sonrío— No recuerdo realmente como era ya, me gustaría ver su foto.

— Enseguida.

Digo caminando hasta mi habitación, abro la puerta pero había sentido miedo realmente de ver a la persona que estaba sentada en mi cama, él frunce el ceño viéndome.

— No odio que te diga hermosa, porque tiene la razón, solo que... es tonto que te abrace así y yo no pueda, además que es un idiota.

— ¿Celoso Lynch?