Me gusta mi niñero. ➸Ross Lynch

Diez

— Mierda.

Gruño al sentir los rayos del sol pegar en mi rostro, me estaba por dar vuelta en mi cama, sin embargo no era mi cama, sino la de mi novio.

Un momento, ¿Que hacía en la cama de Luke Hemmings?

Me siento en la cama para pasar mis manos por mi rostro, había sido todo un sueño ¿Desde cuando jodidos tenía sueños húmedos? Y lo peor que con Ross Lynch.

— Duermes peor que Jack, nena.

Luke entra a su habitación para sentarse a mi lado, él me sonríe.

— ¿Que hago acá?

— Te has quedado dormida en mi auto, y ya era demasiado tarde, estaba por dejarte en tu casa, pero Ross tenía a una chica en tu casa, follandola.

— Lo mato, ¿En mi casa?

— No iba a dejarte con él, amor, así que decidí traerte a mi casa.— El besa mi mejilla— Y antes que preguntes que pasó yo solo te traje a mi habitación te acosté en mi cama y me retire a dormir en la habitación de Jack.

— No iba a preguntar eso, confío profundamente en ti. — Yo me acerco a besar su mejilla.

No iba a besarle en la boca, acababa de levantarme y no era un buen aliento.

— Ya lo hemos hecho en las mañanas...— Susurra y yo empiezo a reír al notar a donde iba con eso.

— Luke, no vamos a tener sexo otra vez en las mañanas, mis piernas aun estaban sensibles por como lo hicimos esa misma noche.

Luke empieza a reír, el se acerca a mi y yo lo interrumpo.

— Tengo mal aliento Luke.

— Al diablo con eso.

Y el une sus labios con los míos.

— Te quiero.

Murmuro sonriendo.

— Y yo a ti, ahora iré al baño.

— No me digas que vas a eso.

— Si voy a eso, Hazel.

— Pero ni siquiera nos tocamos.

— Recordé esa mañana, así que imagina como me puse.

— Iré hacer el desayuno.

— Llego en un rato.

Abro el refrigerador para ver que tenía Luke que podía preparar pero lo único que había era fruta, así que no quedaba de otra más que picar la fruta.

No era tan buena en la cocina, pero solo era picar fruta, así que lo hizo en menos de quince minutos.

Dejo los platos en su lugar para esperar a Luke, tomo los vasos y saco el jugo del refrigerador, me apoyo en el refrigerador al recordar ese tonto sueño.

Estaba enojada conmigo misma por lo estúpida que podía llegar ser.

(. . .)

Luke se había retirado luego de dejarme en la puerta de mi casa, busco las llaves en mi bolsa, y abro por fin mi casa, solamente podía pensar en mi cama esperándome para dormir otras ocho horas.

— ¿Que demonios?— Grito causando que la pareja de amantes se separan, fijo mi mirada en Ross.

Él busca su camisa entre la ropa de Riley que reposaba en el suelo.

— ¿Porque arruinas todo Hazel?— Grita Riley quien también se dispuso a vestirse.

— Necesito que ambos se vayan de mi casa, por favor.

— ¿Porque tan calmada Wesley?

— ¿Porque tan zorra Roberts?

Sonrío.

— Pudrete Hazel.

— Muerete Riley.

— Ambas basta, Riley ya se retira, sin embargo yo no, tus padres te dejaron muy en claro que yo estoy a cargo de ti.

Riley ya vestida se acerca a besar a Ross, y yo solo seguía parada de brazos cruzandos esperando que Riley Roberts saliera de mi casa.

— Solo largate, Riley.

No dejo que ella hable porque le había cerrado la puerta en su rostro.

— Puedo explicarlo.

— No es necesario.

Lo miro mientras dejo mis llaves en su lugar.

— ¿Porque no llegaste anoche? Estaba preocupado.

— Estaba con Luke, y si note que estabas preocupado que Riley vino ayudarte a buscarme.

— Dime que no follaste con Luke.

— No, me respeto.

Rueda los ojos.

— Es un idiota.

— ¿Celoso Lynch?

— Cariño, no, jamas me pondré celoso que otro este contigo. ¿Tu celosa, Wesley?

— Ni en tus sueños.

— ¿Entonces porque corriste a Riley?

— Es mi casa, no iba a permitir que follaras en mi casa.

— Bien, tienes razón, pero ¿Que querías que hiciera? te fuiste y me dejaste, te quería de nuevo en mi cama.

Yo niego mientras me retiraba a mi habitación, estaba muy cansada.