Once

10.8K 607 16
                                    

Empiezo a reír al ver en vídeo que Fatima acaba de enviarme, y que hace unos días me había presentado a Aaron, su novio. Dos meses después ella se estaba reportando y yo era feliz viendo sus tonterías. Debía de admitir que había pasado dos meses buenos, no había tenido otro encuentro como esos con Ross, así que por su parte todo estaba excelente, por otro lado había entrado a vacaciones y solo hablaba de vez en cuando con sus amigos.

Navidad estaba por llegar en realidad en tres meses más y yo no tenía ánimos de nada, sino se decoraba la casa todo estaba bien, de igual manera sus padres no estarían, bueno eso fue lo que me dijeron.

— Necesitamos hablar. — Ruedo los ojos de tan solo escuchar a Ross entrar sin tocar a mi habitación.

— Por supuesto Ross, eres bienvenido a mi habitación.— Digo mostrando realmente mi desagrado de su presencia.

Sin embargo, el sonríe más.

— Sabía que yo era bienvenido en tu habitación y cama por supuesto, pero nunca pensé que lo confesarías tan pronto, amor.

— No me digas así, imbécil.

— Como sea, ¿Que es lo que ves?

— Fatima me ha enviado un vídeo.

— ¿Quien es Leah? No, espera ¿Es tu hermana que se encuentra en Australia, cierto?

Asiento levantándome de mi cama, el se sienta tomando mi computadora y colocándose en el perfil de mi hermana.

— ¿Te confieso algo?— Lo miro raro mientras yo me colocaba mi crema por mi rostro.

— ¿Ahora con que tonterías me saldrás?— Él ríe junto a mi.

— A Riker le llama la atención ella, y eso que nunca la ha visto siquiera en fotos.

— ¿Leah? ¿Que demonios? ¿Y Fatima?

— También le atrae, pero cuando mamá menciona a tus hermanas que están fuera del país el pone mucha atención exactamente en Leah.

Sonrío.

— Si me acuerdo la próxima vez que hable con ella, le menciono a Riker.— Él me sonríe.

— ¿Tienes fotos de tus hermanas?

— ¿Tampoco has visto fotos de ellas?— Empiezo a reír acercándome a los porta retratos que se situaban en una esquina de mi habitación. — Ella es Camila— señalo— Valentina— sonrió al ver el rostro sonriente de mis cinco hermanos. — Robert— Señalo orgullosa a mi hermano mayor— Leah— la señalo, el asiente— Fatima y yo— termino con una sonrisa en mis labios— Estábamos en la cabaña de los abuelos.

— ¿Donde estaba la foto? Nunca la note.— Camino hasta donde estaba el porta retrato.— Espera— Lo miro— Hemos follado con la foto de tus hermanos presente.

— Pudrete Ross.— Grito realmente sonrojada, no podía evitar sonreír... un poco.

Ross se levanta y se queda parado en el borde de la cama, mientras yo estaba aun en la esquina en donde estaba la foto.

— Hablando de eso...— Ruedo los ojos, sabía que era raro estar hablando con Ross y no traer sus comentarios sexistas.

Me cruzo de brazos para verlos.

— Te propongo algo.

Ruedo los ojos.

— ¿Que me propone Ross Lynch?

— Primero deja de rodar los ojos.

— No eres Christian Grey.

— Soy mucho mejor que él.— Y es en donde yo suelto una carcajada.

— Ya ya, puedes continuar con lo que me propones.

—Se que estas enamorada de mí.

Lo miro.

— ¿Que?

— Un momento, yo te voy a conquistar, se que pronto caeras a mis pies, ¿Quien no se puede resistir a Ross Lynch?—Él se señala.— Vamos a llevar esto al sexo, Hazel. Y fácilmente, el que confiese estar rendido a los pies del otro... pierde.

— ¿Y que gano con esto?

— Tenerme a mi entre tus piernas.

Niego.

— ¿Crees que esto es fácil, cierto? Puedo tenerte a mis pies en menos de una semana, Ross.

Ahora Ross empieza a reír.

— ¿Puedo tomar eso como un sí?

Yo me acerco a el, ya estando enfrente de él, tomo su rostro en mis manos, y odiaba aun más ser más baja de altura que Ross, pero que importaba.

— Aun que se que te mueres por mí.— Susurro.

Ross toma mi cintura para apegarme a él, uniendo nuestros labios en el acto.

Él ahora paso su boca por todo mi cuello, y yo aprovecho para acercarme a su oído y gemir.

— Ahora te necesito.

Empiezo a reír separándome de él.

— Buenas noches Ross.

Y yo me adentro a mi baño, dejándolo con ganas de... más.

Me gusta mi niñero. ➸Ross Lynch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora