Diecisiete

8.3K 475 35
                                    

Tenía algo muy seguro, mis padres me iban a matar cuando se enteren que tuve sexo con mi niñero.

Aunque no se deberían de enterar.

Mi almohada esta en mi rostro mientras yo gritaba, y trataba de analizar lo que había vuelto hacer en la noche, en una maldita pared.

No iba a mentir con decir que no le gusto, porque le encanto, su niñero la hacía sentir bien consigo misma, había pensado en decirle a Ross que estaba enamorandose de él, pero presentía que este se burlaría y le dijera que solo habían tenido sexo por una apuesta... que no se cerro nunca.

Ambos tenían sexo porque querían... o eso es lo que yo pensaba.

— ¿Quieres ir por una pizza?— Pego un brinco en mi cama, yo me siento y acomodo mi falda negra.

— Claro.

Yo camino hasta mi chaqueta para tomarla, el extiende su mano para que yo la tomara, y fue lo siguiente que hice.

— ¿Estas bien?— El acaricia mis nudillo mientras entrabamos a la pizzeria.

— Todo esta bien, Ross.

Yo me pongo de puntillas para besar sus labios cortamente, y el solo me sonríe para indicarme que lo esperara que iba a ordenar nuestra pizza.

— Hola preciosa.— Levanto la mirada al escuchar esa voz, yo sonrío al reconocerlo.— Dime por favor que no te has olvidado de mí.

— Me ofendes seriamente.

Yo me levanto de la mesa en donde me había dejado Ross, para abrazarlo.

Tristan Reynolds estaba enfrente a mí, y yo era feliz al volver a verlo.

— ¿Donde esta Maia?

— Venía detrás mía, es la encargada de cargar el dinero y...

— Lo olvida.— Completo conociendo perfectamente a mi prima.

Tristan asiente riendo.

— ¿Como has estado, pequeña?—Pregunta Tristan tomando mis manos, yo hago una mueca. — Dime por favor que ya no estas tan triste por Fatima.

— Te estaría mintiendo.

— Preciosa...

El suelta un suspiro para abrazarme.

— ¿Podría soltarla ya?— Ambos nos separamos al escuchar la voz del rubio.

— Ross...

— Ross nada Hazel ¿Que te traes con ella, imbécil?

— ¿Tú que te traes con ella? No es de tu propiedad.

— Eso crees tú.

Lo miro.

— Ross ya basta.

— Sorprendente, ¿Porque mi novio se peleara con el tuyo, prima?

Yo giro hacía Maia, le sonrío para abrazarla.

— Te extrañe.— Digo, y ella me acerca más a ella para abrazarme.

— Y yo a ti, luego de que paso lo de Fatima, no pude más, sabes que mi mamá se culpaba por no haberla cuidado, y supongo que también es mi culpa.

— No, de ninguna.

Yo me separo de ella para ahora ver a Ross.

— Ross, ella es Maia, mi prima y Tristan su novio.

— Tu novio le estaba coqueteando a mi chica.

— ¿Que mierda?— Dice Tristan, Maia empieza a reír.

— Eres demasiado celoso, Ross.

— ¿Perdona que?— Ross ríe con la pizza en su mano— No no.

— Perdonen a Ross, no soy su chica, el solo es mi niñero.

Tristan suelta una carcajada a lo que yo lo miro mal.

— Pudrete Trist.

— Bien, perdona, pero ¿Niñero a tu edad? ¿Porque mierda no contrataron a una chica? Le diré a la tia Lauren que ha enloquecido.

Sonrío, Tristan amaba decirle a mis padres tíos, y bueno, Tristan era hace cinco años novio de Maia, y era más que claro que ya pertenecía a los Wesley.

— Es hora de irnos.

Habla Ross tomando mi mano, yo me despido de ambos, para retirarnos.

Yo tomo la pizza empezando a comer, y Ross comió junto a mí mientras el conducía de regreso a casa.

— ¿Esperábamos invitados?— Lo miro extraño.

— ¿A que te refieres?

— Hay una chica sentada en el pasto de la casa.

Yo miro hacía enfrente, notando la melena de una de las personas que más apreciaba, Ross detiene el auto y yo enseguida bajo.

Y me doy cuenta que si es ella.

— Mi hermana perdida aparecio.— Grita ella levantandose junto a sus maletas— Que estupido sonó eso, Hazel.

Yo suelto una carcajada cuando la tengo enfrente, y no puedo evitar tirarme a abrazarla.

— No puedo creer que estés acá.

— Siento no haberte llamado para navidad, no me comunique con ninguna de ustedes, y Robert es un imbécil que no me mando nada para acción de gracias y le deje de hablar.

— Estas demasiado loca, Valentina.

— Me halagas preciosa.

Yo me separo de ella, la miro, estaba demasiado hermosa, yo giro a Ross que nos miraba apoyado en el auto.

— ¿Es tu novio?— Hago una mueca.

Ross y yo no parecíamos novios.

— Es mi niñero.

Ella empieza a reir dejando caer su bolsa, ella sostiene su estomago.

— ¿Tu eres el famoso Ross Lynch? — Dice, yo la miro.— Hazel mamá nos contó a los cuatro por vídeo llamada que tenías niñero, a lo que Leah, Camila y yo no paramos de reír en un buen rato, hasta intentamos crear un nombre para su relacion.

— Estas bromeando.

— Rubio, ¿Crees que bromeo?

— Pareces Ryland haciendo bromas, así que te creo, solo que es raro, pero me presento, soy Ross Lynch.

Valentina sonríe mientras se acerca a besar la mejilla de Ross.

— Valentina Wesley, ¿Quien es Ryland?

— Su hermano.

Valentina sonríe.

— ¿Te ayudo con la maleta?

— Te lo agradecería mucho.— Le dice Valentina a Ross, yo le sonrío a Ross y el me devuelve la sonrisa.

En parte estaba encantada que mi hermana estuviera acá, pero sabía que ya no iba a compartir momentos con Ross.

Su niñero.

Me gusta mi niñero. ➸Ross Lynch Where stories live. Discover now