Veintiuno

7.1K 424 57
                                    

— Cien dolares porque ella aun este dormida. — Valentina toma mi brazo para ambas entrar a la casa, yo dejo mi chaqueta en el sofá para caminar hasta la cocina con las cosas para preparar un buen desayuno, y bueno en donde ya estaban todos riendo.

Valentina saluda para dejar las cajas de leche en el refrigerador, yo extiendo mi mano a Valentina, ella me mira raro pero gira a ver a Leah comiendo cereal.

— Mierda...— Ella toma su bolsa para buscar mi dinero, y me lo entriega, los demás solo nos miraban raro.

— Me siento ofendida porque pensaste que no me había despertado.— Leah deja su taza aún lado para ahora tomar su celular.

— Es que te conozco.

— En Australia ahora serían las ocho de la noche, es obvio que tengo que estar despierta.

— Y con tu ex en la puerta rogando que lo dejes entrar.

— Eso no lo tenía que saber nadie, Camila.

Ella se levanta para caminar a lavar su taza.

— ¿No desayunaras con nosotros?

Leah niega viendome.

— Lo siento, me disculpo con todos, pero Jaden quiere verme.

— ¿Tu novio?— Yo giro mi mirada Riker, el abre los ojos asustado por lo que acaba de preguntar, y como yo lo veía todos lo hacian.

— No, ¿Riker, cierto? — El asiente— Es un buen amigo, así que buen provecho nos vemos por la tarde.

Y ella salé de la cocina y de casa.

— Yo seré directa, ¿Te llama la atención?— Empiezo a reír con lo que había preguntado Valentina.

— No...

— Si le llama la atención.— Afirmo Ross, el me mira.— ¿Podemos hablar un momento?

Asiento caminando detrás de él.

Ross toma mi mano asegurándose que nadie nos viera, y es que a la única que había aceptado el sentimiento hacía el rubio era a Valentina, el resto de sus hermanas, había sido un no rotundo.

Él abre el despacho de mi padre, lo miro extraño, no sabía que estaba abierto, estaba por preguntar algo cuando el me pega a la pared, yo suelto un gemido para verlo a los ojos, el hacía lo mismo.

— No sabes cuanto he extrañado esto.— Y el me besa.

Y no podía evitar besarle también, ella también había extrañado sus besos, en estos ultimos años ni siquiera se habían rozado, ya hacía dos semanas que sus dos hermanas habían llegados, y gustosamente habían pasado año nuevo, y siendo sinceros en único roce que tuvieron fue para año nuevo, en un leve abrazo.

Ross me eleva para obligarme cruzar mis piernas por su cintura, cierro los ojos fuerte cuando siento sus labios en mi cuello... dando placer.

Pero sabía que el seguiría hasta llegar al borde mis senos, y fue lo que hizo, pero sabía que los malos pensamientos pasarían por mí.

Nuestros hermanos estaban afuera.

— Esto esta mal...— susurro, pero sigo disfrutando.

— Sabes que no es así...

— Estamos cometiendo pecados.

Yo ahora tomo su rostro en mis manos para hacer que me viera a mí.

— Cometer pecados contigo es excitante.

Y a él no le importo, y siendo sinceros a mí tampoco, porque solo lo bese.

— Este es un buen desayuno.— Digo mientras con mis pies intentaba bajar definitivamente el pantalón de Ross, sonrío al ver que lo logre.

— Necesito que gimas mi nombre.

Y sin previo aviso, el se hundió en mi, la mano de Ross se coloca en mi boca para evitar que gritara, yo llevo mi manos al cabello de Ross para inclinarme a besar su cuello, el coloca sus manos en la pared para profundizar más las embestidas.

— Ross...— Susurro cerca de su oído, y se que a el le gusto porque gruñe en mi oído.

— Estoy en el cielo contigo.— Susurra Ross mientra se hundía más en mí como si eso fuese posible, pero el quería más... y yo igual.

— ¿Sales tu primero o yo?— Pregunta Ross arreglando su camisa, el se acerca a tomar de el ron que estaba en el despacho de papá.

Yo lo miro mientras acomodo mi vestido.

— Yo.

Digo, arreglo mi brazalete para dirigirme a la puerta, pero no salgo, porque me vuelvo a girar a él.

Y él sabe lo que haré porque sonríe, yo camino hasta él para abrazarlo y besarle.

Ambos sabían que lo que hacían estaba muy mal, pero tenían que aceptar que ellos estaban viviendo la vida loca.

Pero sin protección.

Me gusta mi niñero. ➸Ross Lynch Where stories live. Discover now