-¿Es más bonita que yo? –los azules ojos excesivamente brillante se posan en mí, unas arrugas de incomprensión en su frente dañan la perfección de su rostro.- La tal Leila, ¿Es más bonita que yo?. –

-No hay mujer más bonita que tú. Tu belleza rompe con toda regla. –asegura Björn dándome un abrazo mientras salimos del ascensor, su aroma inunda mis fosas nasales. Últimamente me está haciendo mucha falta que alguien me diga que me veo bien, la inseguridad está dominando mi cuerpo y eso no es para nada agradable, lo bueno es que tengo buenos amigos que me lo hacen recordar. Más ya va llegando el momento de desaparecer la inseguridad.- Aunque bueno, Mel es una digna competencia. Ambas son admirables a su modo. –

Con aquello consigue que de mis labios se escapen una lenta carcajada a la vez que caminamos por la cochera del edificio donde vive él, mi auto blanco resalta a lo lejos de entre todos porque en el techo tiene exactamente el foco que lo alumbra, el sonido se hace presente –un pitido tintineante- cuando presiono un botón en la llave para desactivar la alarma.- Hacen bonita pareja. –

-Espero pronto poder pedirle que sea mi novia. –sus palabras no me cogen por sorpresa, ha pasado poco tiempo en que se conocen pero hay veces en que no hace falta conocer mucho a la persona que se quiere, si están seguros de lo que tienen y ellos parecen estarlo, solo hace falta ver la manera en la que se ven, saltan chispas, un fuego ardientes los rodea, fuego que espero nunca desaparezca por el bien de ambos. Asiento con la cabeza muy complacida por saber eso.- El fin de semana hay una fiesta, ya sabes sexo y esas cosas. ¿Quieres venir? Podemos pasarla bien. –

-Especifica tu pasarla bien. –suelta una carcajada al yo darle un golpe en el hombro cuando pone una cada de pervertido, mirándome con suma intensidad. Esa etapa supongo que ya quedo en el pasado.- Sin Christian creo que paso. –niego divertida, no soy capaz de ir a una de esas fiestas que solamente se organizan una o dos veces al año, esas fiestas donde la pasión, el deseo está vivo. Sin él creo que pierde sentido aquel morbo. Me siento que lo estoy engañando si disfruto mientras él está dentro de ese lugar, siento que lo engaño con solo pensar en esa idea de asistir. Mi cuerpo le pertenece a él.- Gracias. –digo cuando me coloca su saco en mis hombros desnudos, el viento a está horas, a las nueve de la noche es un poco helado.- Mañana te lo devuelvo. –

-Quédatelo, tengo varias, además te sienta mejor a ti en definitiva. –suelta en una carcajada abriendo con mi llave la puerta del conductor, en una actitud tan de él, vuelve a colocar la llave sobre mi mano. Ambos nos quedamos observándonos, es una persona muy importante para mí, es al que conozco más tiempo y somos muy unidos, me alegra mucho saber que ese lazo a pesar de todo no se destruye. Me alegra muchísimo saber que está al fin sentando cabeza, por así decirlo. Mel parece una mujer que sabrá mantenerlo a raya.- ¿Entonces el fin de semana que harás? –

-Supongo que ponerme a revisar nuevamente el caso luego de hacer la visita a Christian. –me encojo de hombros, intento entrar al auto pero su mano detiene mi muñeca, de una manera fuerte pero que no me hace daño más si volver a mirarlo.- ¿Qué pasa? –

Nuestros ojos azules vuelven a hacer conexión, su cabello negro un poco revoloteado de una manera perfecta se ve iluminado por el foco de arriba mientras enmarca su perfecto rostro, delineando cada detalle. Las facciones de su rostro de pronto se han endurecido rudamente dejándome claro que algo de lo que he dicho no ha sido de su grado, sigo mirándolo con suma confusión mientras él niega lentamente con la cabeza de un lado para otro acariciando mi mejilla con una mano, mientras con la otra, con sus dedos frota mi muñeca asegurándose de no haberme hecho daño.

-Enfrascarte en tu trabajo no está para nada bien, te puede hacer mal y lo sabes. –su tono es de censura, de abrumadora censura mezclada con una preocupación.- Y menos en tu estado. –su mano ahora acaricia mi vientre plano, yo me encojo en mi lugar pues seguro recordara ese tiempo, se sentirá obligado a protegerme cosa que no debe hacerlo. Me gusta que me proteja pero no con tanta intensidad, además que yo puedo hacer eso perfectamente sola.- Así que cancelo mis cosas con Mel y nos quedamos viendo alguna película. –

Mis Pervertidos II (Grey)Where stories live. Discover now