Su interior es cálido, su interior como siempre recibe a mi miembro y lo estrangula dentro, desde la cabeza hasta la raíz, haciendo esta manera de entrar y salir más excitante al cerrarse un poco más, sus paredes aprietan mis gruesas venas que se me forman y aquello solamente hace que cada vez ambos nos acerquemos más. Su interior ayuda a olvidar a mi miembro lo bien que me sentía estando dentro de otras mujeres, me ayuda a olvidar como era la sensación de follar a otras mujeres, me estoy volviendo adicto a ella, solo a ella, a su liberación, a la sensación de su cuerpo, a cada parte de ella me vuelo adicto y eso es el causante de que las demás mujeres dejen de existir, es el que ha provocado que deje de pensar en Anastasia de un modo sentimental, sin proponérselo, simplemente ofreciendo su cuerpo a mí, esta mujer ha logrado que las cicatrices de mi alma sean borradas, ha ayudado a que en cierta forma sea un hombre mejor. Su resbaladizo interior me ha ayudado en distintos aspectos.

Nuevamente me quedo sumergido dentro de ella luego de unos embistes salvajes, mi cabeza se oculta en su cuello sintiendo como cada musculo de mi cuerpo se comienza a tensar, como una corriente eléctrica se forma en mi columna vertebral al ella con sus dientes morder mi hombro desnudo provocando que liebre un gruñido, estoy tocando el cielo con los dedos, estoy apunto. Su clítoris sigue disfrutando de mis atenciones, ambos seguimos liberando gemidos y gruñidos a la par, en una sincronía casi perfecta acoplando este colchón a nuestro peso. Ambos seguimos soportando está liberación para que en la hora de corrernos sea más placentera, más magnifica, más caliente.

El ambiente sexual es capturado por las paredes de mi habitación, las sabanas de la cama permanecen en el piso luego de un arrebato mientras ambos creamos nuestro propio modo de abrigarnos, sus manos ahora pasan a rodear mi cadera dejando que yo únicamente trabaje sobre su clítoris. Mis nalgas se tensan ante las caricias de sus delicadas manos, aquella tensión provoca que me entierre más en ella elevando a su vez su pelvis. Su interior cada vez está más apretado, el estrangulamiento que hace a mi polla es una sensación indescriptible y ya me siento a punto de perder la cabeza.

Las embestidas continúan, el ambiente sexual crece hasta el límite, mis sacos se ciñen más a mi falo, sus gemidos son cada vez menos audibles, sus pezones más erectos, su clítoris yendo a un palpitar tan acelerado como nuestros corazones, nuestros cuerpos eliminan sudor que cubre cada parte perfecta de ellos, sus dedos se frotan sobre mis nalgas, el placer está dentro de nuestras pieles que arden, todo es digno de memorizar pero el sínodo de nuestras entrepiernas al juntarse, el sonido que causan nuestras pieles juntándose es mejor que las trompetas de ángeles celestiales, mis vellos acarician también un poco de su clítoris, eso es el causante del detonante, el sonido de nuestros cuerpos es lo que causa la explosión de estas dos bombas que somos cuando estamos juntos.

-Vamos, mujer, córrete para mí. –y esas palabras también son mágicas. Ambos, igual de perfectamente unidos que siempre liberamos todo, mi liquido caliente en su interior es expulsado a chorros de lujuria entrando en combinación con su propio orgasmos, nuestros cuerpos se tensan, cada músculo parece de piedra mientras tan potentes seguimos follandonos soltando más y más de nuestras liberaciones, seguimos de esa manera sin salir uno del otro, sin ser capaces de despegarnos hasta que el cansancio nos vence, hasta que nos quedamos secos.

-Eso fue maravilloso. –pronuncia la deliciosa pelinegra aun recuperando un poco su respiración, sus piernas rodean las mías, ella blanca y yo trigueño un color que al estar juntos, mezclados pareciera de un hermoso paisaje con las sabanas cubriéndonos de la cintura para abajo, con un poco de mi sexo quedando a la vista, saliendo por debajo de las sabanas. Es una imagen erótica sin pasar el límite de lo vulgar, es una imagen excelente.- Cada día más intenso. –

-¿Hemos batido nuestro récord? –pregunto besando su cabeza, inhalando el olor del maravilloso sexo, del placer mezclado con la lujuria que permanece ahí, está mujer es dinamita pura, está mujer nunca se cansa. Me fascina que siempre este yendo a mi ritmo, me fascina que nunca se niegue.

Mis Pervertidos II (Grey)Where stories live. Discover now