Alguien tocó la puerta, el Sr. Biersack fue a abrirla. Efectivamente, Robert al fin había llegado.

Robert Griffin, Rob de cariño, mi mejor amigo en todo el mundo desde que éramos tan sólo un par de niños aprendiendo a caminar.

- ¿Aún no viene el profesor? - Preguntó él, ingenuo. Tal como yo, él también pensó que era un compañero nuevo, todos rieron y el Sr. Biersack sonrió.

- Yo soy su nuevo profesor, pase y tome asiento. Por favor, ya no llegue tarde. - Dijo, con un alto nivel de amabilidad. - Por cierto, Señorita Hunter. - Respiré profundo. - Si no es mucha molestia, quiero que se cambie al puesto de aquí delante. - Colocó su mano sobre el escritorio del frente.

Su mirada.

Acababa de volver a verme, parecía que ahora mismo estaba retándome, temblé. Él no bajó la mirada ni por un instante. Deja de pensar en eso, Hayden. Pero es que...

Su voz.

Pareciera que me hubiera atravesado y gracias a eso, caí en un trance sin salida.

- Si. - Asentí. - Seguro.

Me apresuré a recoger mis cosas.

Mary volteó y me miró mal, le gusta Robert y al parecer sentarse a su lado era la única manera de que él la viera, pero ahora eso cambiaría, pues yo tomaría su asiento.

- No me sorprendería si el promedio de Robert mejora. - Se escuchó en el salón, de parte de uno de mis compañeros, en son de broma. Todos rieron, Robert les lanzó una mirada asesina y el Sr. Biersack volteó a verlos, sereno.

- Al lado de la "Cerebrito" cualquiera. - Dijo otro, riendo. Me levanté, al pasar a mi lado, Mary chocó su hombro contra el mío. Preferí ignorarla y me adelanté para tomar mi nuevo asiento, Robert me miró sonriente, chocó su mano contra la mía. De un momento a otro vi como un borrador pasó rozando mi nariz y cayó sobre mi nuevo escritorio, al instante el Sr. Biersack se acercó y lo tomó.

La sonrisa permanecía en su rostro.

- Señorita Steppe (Step) ¿Verdad? o ¿Me equivoco? - Dijo, volviendo a si escritorio, mirando en su registro.

- No, Señor. No se equivoca. - Le dijo, con una voz más suave de lo que era, casi puedo decir que coqueta.

- Entonces la equivocada debe de ser usted. - Arrojó el borrador a la basura y ella se levantó de su asiento, fingiendo estar ofendida, es una chica problemática.

- ¡Oiga! No tiene derecho a... - Se le quitó lo dulce de la voz, tanto que hasta me causó gracia. Fue interrumpida.

- ¿Qué dice? ¿Qué no tengo derecho? Disculpe, pero su compañera en nada le ha faltado el respeto, tiene las mejores notas del colegio entero, su disciplina y su registro son perfectos a comparación de usted, así que la que no tiene derecho de hacer este tipo de cosas es usted, mientras no tenga un mayor puntaje que ella no quiero ver que pasen este tipo de cosas, y va para todos. - Hizo una pausa. - Su compañera se lo ha ganado, así que espero que todos la respeten como es debido. - Dijo todo esto con una calma inigualable. - ¿Entendido? - Esbozó una sonrisa.

Casi daba miedo que sea tan severo y amable a la vez, entonces agaché la mirada y, sin darme cuenta, sonreí.

- Si. - Dijeron todos a la vez, con mala gana.

Quería darle las gracias, pero ¿Cómo hacerlo en frente de todos?

- Bien, ahora quisiera saber, todos han leído ya varios libros ¿Verdad?

Sería como echarme la soga al cuello yo solita.

- ¡Si! - Dijimos todos.

- Entonces díganme, ¿Alguien ha leído "Crimen y Castigo" de Fiódor Dostoyevski?

Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).Where stories live. Discover now