No me dejes caer

Capitulo 1

Narra Lauren:

Estaba tumbada en mi cama. La noche anterior celebré las bodas de plata de mis padres y terminamos bastante tarde. Después de escuchar mi alarma en el Ipod que era la canción Magic de One Direction. Es mi canción favorita, pero que te despierte todas las mañanas hace que cada vezla odie más. Na, imposible odiarla, puede ser la cancióncon la que muera o lo que sea, peroestoy segura que nunca seré capaz nide odiarla ni de odiar a los que cantan. Después de tirar el Ipod a la mierda me tumbo boca arriba y empiezo a pensar:

Vale, son las 7:30. Papá y mamá se van a las 8:30 a su "luna de miel". Tardo 30 minutos en desayunar, y una hora en arreglarme (no es que sea pija ni nada, solo hay que ver las guerras con mi pelo). Suelto un bufido, ni siquiera me dan las cuentas para que me de tiempo a algo. Bueno, pero no hace falta que me despida de ellos bien vestida. En total, puedo dormir 30 minutos. Dios alabarme por lo super lista que soy y poco a poco me quedo dormida. Pero tan solo pasan 2 minutos cuando oigo a dos chiquillos chillar y de repente oigo como se abre mi puerta y en cuestión de segundos alguien esta encima mio dando saltos.

-Lauren papá y mamá se van en una hora! Despierta! -me chilla unavocecilla bastante inocente de niña. Como no, mis dos gemelos favoritos, mis hermanitos Daniel y Marina.

-Lo se! gracias por vuestro aviso, adios....

-De eso nada hermanita....-dice la voz de Daniel cuando me encuentro unos grandes ojos verdes y un rostro lleno de pecas en mi cara.

Le doy un pequeño empujón para apartarle y le repondo:

-Te recuerdo que te saco 3 años, pero tú a lo tuyo. Ahora cacho renacuajos de pelo naranja, salir de mi habitación!

En seguida al ver mi cara paran de saltar y casi corriendo salen de mi habitación pero meda tiempo a decirles:

-Gracias por despertarme de manera tan adorable! y al oir sus denadas no puedo contener una risa. Yo sigo a lo mío cuando aparece Rose, la asistenta y me mira raro.

-Cada vez eres mas rara, te ries de esa tontería? me dice con cara de yo no te conozco.

-Déjame a micon mi humor le respondo y dicho esto pongo una mueca de enfado de broma y salgo de mi habitación.

Cuando llego al último escalón veo un montón de maletas en la puerta y de repente aparece mi padre vestido con una camisa hawaiana amarilla super suculenta que no puede llegar a llamar más la atencion.

-Esto papi, sabes que te vas a Roma y no a miami o hawai verdad? le digo con una risita al verlo ridiculo que esta.

-Jaja que chispa tienes hija, pues que sepas que tu madre dice que me queda de muerte-comienza a decir pero nos interrumpe mi madre.

-Si si George cariño, ya todos sabemos lo super estilosa que es tu camisa -dice dirigiendose a mi padre. Este se va hacia la cocina ymi madreme mira con tristeza.

-Dios mama no te pongas sentimental. Os vais una semana. Ni que se fuera a estrellar el avión y no os fueramos a ver más -le digo advirtiendolaya que siempre que o nos vamos mis hermanos y yo o se van ellos se pone demasiado sentimental.

-Ja, pues qu e sepas que si te miro así es por tu pelo. Dios hija, se te a pasado, aunque sea solo un segundo por la mente mirarte al espejo?

La verdad es que no. No me suelo mirar al espejo nada más despertar. Ya se lo que mevoy a encontrar. Y prefiero no estresarme con mi pelo antes de ir al instituto, que ya es lo suficientemente estresante.

-En mi defensa, se me ha enredado más porque dos ciertas personas han empezado a moverse por toda mi cama.

-Burno, hija, va a ser mejor que desayunes, que tanto tú como yo sabemos lo que tardas, y no me quiero ir sin despedirme de mi preciosidad.

Avanzo lentamente como un zombie hasta la cocina, donde estan Daniel y Marina ya desayunando y mi padre estresado buscando algo por todos los armarios de la cocina.

-Karen, donde has dejado mi cafe! Sabes que solo me gusta el café de Londrés. A saber como está el de Roma.

-En el cajón de debajo del armario de los vasos....-resopla mi madre.

Ni yo que soy superdotada paralas mates por mis cuentas de cuanto tiempo más puedo dormir he conseguido contar nunca las veces que he oido la misma pregunta y la misma respuesta.

Lentamente me acerco al armario donde guardo mi bizcocho de chocolate y mi cola cao. Lo abro y en seguida pego un salto y veo a Daniel a punto de morder mi precioso bizcochito. Como si fuera un acto reflejo le pego un manotazo y el bizcocho sale volando. En ese momento es como en las pelis que todo pasa a camara lenta. Tanto yo como Daniel decimos nooooo, Marina y mi padre siguen al bizcocho con la mirada. Lo primero que me pasa por la mente es que tengo que matar a Daniel por desaprobechar ese preciosísimo trozo de bizcocho, pero después cambia todocuando veo a mi perro Sparky saltar y cogerlo al vuelo.

-Tienes suerte de que no haya caido al suelo renacuajo, entonces te mataría, pero como se lo ha comido Sparky, tan solo te torturaré -le amenazo.

Voy a irme hacia el cuando oigo la voz de mi madre:

-Chicos, el taxi ya está aquí! Recordar que el aeropuerto está muy lejos!

-Tienes suerte -le susurro a mi hermano y como zombi he venido zombie salgo de la cocina seguida de Daniel, Marina y mi padre.

-Bueno niños, hacerle caso a Lauren -les dice mi padre a Marina y a Daniel y les da un beso.

-Y tu, cuídales, nada de salir por la noche, y cualquier cosa me llamas -dice dirigiéndose a mi y dándome un beso en la mejilla.+

Y dicho esto coge su maleta y las otras 5 de mi madre y tambaleando por el peso llega al taxi.

LLegó la hora de mi madre:

-Mis niños bonitos, recordar que os quiero -comienza.

-Ya lo saben -le interrumpo.

-Si me pasa algo -continua

-Que no le va a pasar -le vuelvo a interrumpir.

-Callate Lauren! Si me pasa algo siempre recordar lo que os quiero y Lauren cuidará de vosotros.

Se olle un claxon proveniente de la calle y a mi padre chillar:

-Karen vamos que llegamos tarde!

Mi madre le da un besoa Daniel y a Marina y se dirige a mi.

-Lo mismo que a ellos, y además, si encuentras chico me llamas que no se te olvide -y me da un beso y sale con mi padre.

Y desde el taxi me chilla:

-Que no se te olvide llamar a Víctor!

Cuando el taxi arranca cierro la puerta de casa y lo primero que hago es mirar a mis hermanos

-La hora de las normas -resopla Marina.

-Exacto -digo yo.