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Los días al lado de Anne son cada vez mejores con el tiempo. Mi mente siempre divaga menos cuando me encuentro a su lado. Ella me tranquiliza por dentro de una manera inexplicable. Estoy malditamente enamorado y lo podría gritar desde el edificio más alto, con tal de que todos sepan que Theo Schlesinger ha vuelto al juego. Estoy reparado... Ella logró repararme.

Pero la felicidad ha durado muy poco... Dos meses, tres semanas y cuatro días para ser exacto.

— ¿Aún sigues molesta? —le pregunto a mi chica, quien se encuentra caminando por uno de los pasillos rumbo a alguna de sus clases.

—No estoy molesta, Theodore —responde sin detenerse y sin siquiera mirarme.

—Nombre completo... auch. Por favor, Anne...

—No quiero hablar, debo ir a clase.

Permito que se vaya solo por esta vez. No puede estar molesta por siempre. Si tan solo fuera menos cabezota, yo podría controlar mi bocota, así cuando ella me esté sacando de quicio, no le gritaría. Y si no me sacara de quicio, estaríamos de acuerdo en pasar acción de gracias con mi familia como tenía planeado. Pero no, la señorita "yo también tengo una familia" tenía que lanzarme una taza, que por milagro logré atrapar... Y ahí fue donde los gritos comenzaron... Admito que decirle que su familia era demasiado disfuncional como para tener algo que agradecer, estuvo muy mal... terrible. Pero lo dije sin pensar y cuando intenté disculparme, ya me encontraba solo en la sala, mientras un sonoro portazo dejaba eco.

— ¿Problemas en el paraíso? —un tipo pelirrojo me observa con una ceja arriba y una tonta sonrisa de autosuficiencia.

—No es de tu incumbencia —le respondo a Ben sin prestarle mucha atención.

—Espera Theo. Necesito hablar un momento contigo.

—Tu y yo no tenemos absolutamente nada de qué hablar.

—Solo escúchame, por favor. No te robare mucho tiempo —me detengo mirándolo ceñudo —. Quería disculparme por mi actitud los últimos meses. No fue madura en lo absoluto, ni apropiada, así que me disculpo.

—No creerás que me tragaré todo eso, ¿verdad?

—Yo solo cumplo con disculparme y tener mi conciencia limpia, si la aceptas o no, eso es tu problema. Ten una buena vida, Schlesinger —Benjamin continúa su camino dejándome con la boca completamente abierta y realmente estupefacto.

Hago de cuentas como que no ha sucedido nada y continúo saliendo de mi facultad, en el camino logré reconocer a Tom en una de las pequeñas bancas del jardín central con una chica a su lado... Carly.
Desde que nos dijo lo mal que lo tenía esa chica, fue solo cuestión de tiempo para que se animara a dar el primer paso con ella, aunque el único problema que siempre tuvo fue y es Harry. El chico la conoce desde la secundaria y al parecer está enamorado de ella desde segundo año; sin embargo, la determinación que tiene Tom es bastante grande y planea luchar por ella. Incluso Anne lo ha ayudado con ideas para que Carly caiga a sus pies. Debo darle crédito a Harry. Estar enamorado de alguien por tanto tiempo es la cosa más dolorosa y masoquista que existe. Aún más cuando esa persona está tan cerca de ti y a la vez tan lejos.

— ¿Theo? —mis pensamientos son borrados por la gruesa voz de mi profesor favorito.
— ¡Fabius! ¿Está todo bien? —pregunto amablemente.

—Perfectamente. Quería hablar contigo sobre algo que podría resultarte interesante.

— ¿Qué ocurre?

—Comenzaré una exhibición en una nueva galería en tres semanas. Estará abierta durante las vacaciones de invierno y realmente me gustaría incorporarte.

— ¿Qué? Es... ¿Es en serio?

—Sí, veras, tengo el estudio lleno, pero me encantaría poner unas cuantas piezas tuyas. ¿Qué te parece?

—Es... ¡maldición! Es increíble... ¡Gracias! ¡Muchas gracias! —mi emoción es demasiada como para ocultarla. Abrazo a Fabius por un momento sin poder creerlo aún.

—No agradezcas muchacho. Te lo has ganado, solo necesito que elijas unas cuatro piezas y las dejes en mi oficina con toda la información el jueves — ¿cómo voy a elegir cuatro piezas de exhibición en dos días?

—Por supuesto, ahí estarán. ¡Gracias! Esto es demasiado grande —él solo me guiña un ojo antes de irse.

Una exhibición real... No puedo creerlo.

***

—Así que estarás en una galería de verdad.

—Si, aún no puedo creerlo —Andrew me sonríe como si fuera un padre orgulloso.

—Supongo que pasar del refrigerador de tus padres a una galería es difícil de creer. Por cierto, ¿ya les dijiste? —hablando de padres orgullosos.

—Aún no, eres el único que lo sabe. Recién me acabo de enterar.

—Debes decirles, seguro se alegrarán mucho. ¿Dónde será?

—Aún no lo sé, el jueves debo entregar todo.

—Bueno, puedes estar seguro de que sea donde sea tus padres estarán ahí para apoyarte. ¿Cómo ha ido el avance con Charles?

—Estamos mejorando, es bastante impresionante. Jamás pensé que me podría llegar a dar consejos sobre chicas. —me río un poco.

— ¿Le pediste consejos? Eso está muy bien, Theo. ¿De qué hablaron?

—Bueno, mi novia y yo estamos pasando por unos cuantos altibajos, así que le pregunté qué podía hacer para repararlo.

— ¿El problema fuiste tú? —su risa no me causa gracia.

—Algo así —digo avergonzado —, tuvimos una discusión sobre donde pasaríamos Acción de Gracias y seamos realistas, si llegase a pasar cualquier festividad fuera de casa, mamá me echaría y papá me sacaría del testamento. Así que le dije que lo pasaríamos en mi casa. Pues ella comenzó a gritarme que también tenía una familia y debía pasar las fiestas con ellos y bueno... Podríamos decir que le dije algo un poco ¿rudo?
— ¿Qué te dijo Charles? Esto va a estar bueno...

—Que era un grandísimo idiota —la carcajada de Andrew es dolorosa... no necesito sentirme peor —. No te burles, dijo que me tenía que disculpar con ella, pero lo he intentado varias veces y sigue muy molesta conmigo.

—Estás en problemas, necesitas hacer algo loco.

— ¿Algo loco como qué?

—Algo como pasar Acción de Gracias con ella y su familia.

— ¿No me escuchaste? Si hago eso, mamá me matará, y toda la familia detrás de ella.

—Mira, eso te ganas por conseguirte una novia demasiado independiente, nadie te manda.

—Eres el peor psicólogo de la historia, ¿lo sabías?

—Me necesitas más de lo que te imaginas, Schlesinger. En fin, llega a un acuerdo con tus padres, puedes pasar un rato con ellos y el resto de la noche con la familia de tu chica.

—Vivo en Nueva York, y ella en Minnesota.

—Bueno en ese caso, definitivamente estás jodido — ¿por qué a todos les parece gracioso? ¡No lo es! ¡Es trágico!

—Andrew...
—Lo siento, mira. Pasen Acción de Gracias cada uno con sus familias y pónganse de acuerdo con las demás. Podrías pasar Navidad con su familia y que ella pase año nueva con la tuya. No creo que tu familia te asesine por perderte una noche con ellos.

—Te sorprendería saber lo que Angeline Schlesinger es capaz de hacer...

—En ese caso, habla con tu padre primero, Theo. No puede ser tan difícil.

Lo será y sé que desde ya soy todo un hombre muerto... 

Theo, Schlesinger IIWhere stories live. Discover now