•22•

4.8K 351 26
                                    

En mi reloj dan las nueve y veinte de la mañana cuando su madre me saluda alegremente, aunque con una mirada curiosa en sus ojos, ella observa a Anne pidiendo explicaciones obvias.

—Mamá...

—No digas nada, luego hablaré contigo... con los dos.

Siento una sensación extraña, aunque no le tomo mayor importancia al asunto y lo dejo pasar.

Anne comienza a moverse de manera incómoda a mi lado. David ha intentado tranquilizarla pero ha sido inútil y sumándole a todo esto, su padre nos observa serio.

—Entonces, ¿tienen hambre? —pregunta Kyle en cuanto su padre está sentado correctamente.

—Lo que tengo es sueño —se queja Peyton tomando un poco de agua.

—Ya imagino la razón —dice David en un susurro a Anne aunque logro escucharlo yo también. Intento no reírme, pero es prácticamente inútil y dejo escapar una muy leve risita, al igual que Anne.

—Todo listo, la comida vendrá en unos minutos —dice Gabriel sentándose junto a su, ahora, esposa —Bryan llamó hace unos minutos, nos necesitan mañana a las nueve en punto.

— ¿Mañana? Pero, ¿ese explotador no sabe que te casaste ayer? —se queja Kyle.

—Era de esperarse, la temporada comienza en unas semanas.

—Bryan es uno de sus entrenadores —me explicar Anne al oído de manera muy disimulada. Asiento agradeciendo el no sentirme tan perdido en la conversación. La familia de Anne está conformada por deportistas, y lo único deportivo que conozco son algunos equipos y ligas.

Anne me gusta, me gusta mucho.

No sé con exactitud qué hay entre nosotros después de lo ocurrido anoche, pero si debo agradarle a su familia, necesito saber la diferencia entre un Touchdown y un Gol de Campo, como mínimo.

— ¿No tendrán luna de miel? —pregunta alarmada la madre de Anne tomando la mano de Peyton sobre la mesa —Bryan debe de entender la situación, no puede ponerte en el campo justo cuando te acabas de casar —esta vez se dirige a Gabriel.

—Mamá, ya lo hablamos nosotros, todo estará bien. Viajaremos en un mes. Gabe tiene una semana libre en esas fechas.

— ¿Un mes? ¿Esperarán todo un mes? —me siento como en un partido de ping-pong en este momento.

—No es mucho, además nos mudaremos a la nueva casa en dos días, y todo estará bien.

—Déjalos, Isabel. Ya no son niños —la voz del padre de Anne me asusta más a mi que a nadie más en esta mesa.

—Ed, defender a Bryan no es algo que...

—No lo estoy defendiendo, solo se por qué lo hace.

—Mamá, estaremos bien —las palabras de Peyton son las que cierran el tema por completo —Theo, ¿qué te ha parecido el lugar?

—Bueno, realmente no lo conozco. Pero es un poco frío —la risa de David no ayuda a mis nervios en lo absoluto.

—Definitivamente vendrás con nosotros esta noche, amigo —asegura después de su risa.

—Volveremos a Boston esta tarde —anuncia Anne mirando a su hermana de manera leve —. Debemos ir a clase mañana por la mañana.

—Oh... pensé que te quedarías al menos la semana completa —dice su hermana en un tono de pena.

—Estamos algo ajetreados en la universidad justo ahora, pero podríamos volver en cuanto acaben los exámenes — ¿yo dije eso? La mirada de Anne se posa confusa en mi.

Theo, Schlesinger IIDove le storie prendono vita. Scoprilo ora