- Nana. - hablé y miré a Liam. -Él es Liam Payne, mi profesor. - dije.

Liam estaba en una postura derecha, con las manos juntas y el rostro sin expresión.

- Mucho gusto. - estiró su mano, para tomar la de mi nana y apretarla por momento.

- Es un gusto, profesor Payne. - Comenzó a decir mi nana un poco preocupada. - Dígame, ¿ha pasado algo malo en el colegio? ¿Se ha comportado mal? -dijo refiriéndose a mí.

- Oh, no, no. - Liam rió. - Nada malo, no debe preocuparse. Lo que pasa es que... -Fue interrumpido por mí.

- Anna se fue, y me dejó sola, y el profesor Liam se ofreció a traerme. - dije pausadamente, calculando mis palabras.

Sally era una mujer inteligente y me conocía, podría descubrir que estaba tratando de conquistar al profesor. Y eso no me agradaba.

Ella me miró por unos segundos, poniéndome nerviosa. - Entonces, debo darle las gracias, profesor Payne. - Lo miró y sonrió amablemente.

- No tiene porqué, lo hubiera hecho por cualquier alumna. - pronunció Liam.

¿Enserio? ¿Lo hubiera hecho por otra alumna? Oh, eso me dolió.

- Invite al profesor a almorzar por agradecimiento. - le dije a Sally.

Ella no demoró mucho en asentir y abrir la puerta de par en par para darnos paso hacia adentro.

- Siga profesor, tendrá su almuerzo en dos minutos. -le dijo. - Y tu niña muéstrale al profesor donde esta el comedor. - me miró.

Sonreí y asentí.

- Está por aquí. - dije guiándolo hacia el comedor, el cual no estaba muy lejos de la cocina.

Llegamos al comedor. Era grande y largo, había seis puestos a cada lado y uno en los extremos. Mi papá siempre había sido un hombre exagerado con las cosas.

Liam se sentó en uno de los asientos, yo me quedé de pie peinando mi cabello con las manos.

- ¿No te vas a sentar? - preguntó mirándome.

- No. - sonreí. - Ayudaré a mi nana a traer las cosas, se llama Sally por cierto. - comenté.

- Oh, vale. - sonrió.

Que tentador se veía. Sus labios y esa barba que los acompañaba.

Caminé lejos de el, aguantando las ganas de tirármele encima y besarlo con todas mis fuerzas.

Comencé a caminar hacia la cocina, pero vi un gran espejo y me detuve para mirarme. Maquillaje y peinado perfecto. Blusa perfecta y falda, tal vez si la subiera un poco más estaría mejor. Me la subí unos centímetros más.

- ¿Qué haces? -Una voz varonil me asustó.

Me giré y vi a Maxwell, el era el hijo de mi nana. En las tardes venia a nuestra casa, estaba locamente enamorado de mí, pero a mi no me gustaba. Lo veía como un hermano.

- Me asustaste. - dije.

- ¿Qu...-Fue interrumpido por mi nana quien venia con el plato de almuerzo en una mano y con jugo en la otra.

- Llévale esto al profesor. -me entregó el plato y el jugo.

Asentí y caminé nuevamente hacia el comedor, Maxwell caminó tras de mí. Oh dios, me molestaba que hiciera eso.

- Aquí tiene profesor. - me acerqué y puse la comida encima de la mesa.

- Gracias. -dijo él.

- Cuidado se queda ciego. - Oí decir a Maxwell, lo miré asesinamente.

Me acerqué a el mientras lo miraba fulminante. -¿Qué es lo que te pasa?

-Estaba mirándote los pechos cuando te inclinaste para poner la comida en la mesa.

Mordí mi labio inferior. - ¿Enserio? - pregunté.

- Si. - susurró con amargura. - Me voy ya. - Avisó, caminando hacia la cocina.

- ¿Qué tal esta el almuerzo? - Pregunté, mientras sacaba un bombón de mi bolcillo.

- Delicioso. - contesto.

Me llevé el bombón a la boca, y me senté en la silla del frente de Liam. No era justo que fuera tan perfecto y que no pudiera lanzarme para comérmelo a besos, debería ser un delito ser tan jodidamente sexy.

Liam terminó de comer, y me miró por unos segundos. Saqué el bombón de mi boca y le sonreí. - ¿Lo disfruto, profesor? - dije haciendo referencia al almuerzo.

Miró mis labios y luego el bombón. - Si, bastante. - volvió a mirarme, y se levantó. -Debo volver al colegio, tengo clase en una hora. Muchas gracias por el almuerzo, dile a tu nana que lo disfrute mucho. - dijo, y caminó hacia la salida rápidamente.

Fui tras el, no comprendía porque de un momento a otro quería irse con tanta prisa.

Él abrió la puerta, y paró de caminar en seco, girando en sus pies y causando que me chocara con su pecho. Alcé la mirada y me di cuenta de que sus labios estaban demasiado cerca, y sus ojos miraban los míos. También me di cuenta de que una de mis manos estaba colocada en su pecho.

- ¿Has estado tratando de provocarme? - susurró, erizando mi piel.

Seduciendo a mi profesor - Liam PayneWhere stories live. Discover now