~My sexy maid; spies in trouble~ |EXO|

Noche de Burbujas

Kingding Of Seol

Luhan caminó decidido escaleras arriba, en dirección a la habitación de Sehun.

Iba a averiguar él mismo que tanto hacían ahí metidos. Tomó una bocanada de aire, y justo cuando iba a poner una mano sobre el picaporte, las voces de adentro se escucharon tras la puerta.

— ¡Eso dolió! — Chilló MinSeok.

—Voy a destrozarte. — Dijo con ese tono áspero y sensual, Sehun.

Luhan frunció el ceño y pegó su oreja en la superficie de madera. Apoyando su cuerpo intentando descifrar las voces.

—Maldición, ¿por qué esta temblando? Se me resbala de las manos...— Bufó Minseok.

—Sujétalo fuerte... No es como si fuera tu primera vez.

El rubio sintió sus mejillas arder al oír eso. De pronto su corazón retumbó más fuerte y sus manos sudorosas titubearon sobre la perilla.

¿Qué estaba pensando?

O mejor dicho.

¿Qué estaba pasando ahí dentro?

—Tiembla demasiado... — Jadeó el peli rosa.

Luhan se apoyó aún más fuerte a la puerta para internar oír claramente pero terminó derribándola y cayendo de cara dentro de la habitación.

— ¡Que puerta de mala calidad! — Chilló, frotándose la frente.

Sehun y Minseok se giraron hacia el estruendoso sonido.

Lu gimoteo aún más fuerte por su caída, y cuando por fin notó que estaba dentro de la habitación tapó sus ojos, sonrojada. Como un niño de trece años que acaba de encontrar a sus padres haciendo cosas de adultos. —Lo-L—o siento... no-no quise interrumpir. — Balbuceó, negándose a ver.

Sehun bufó sonoramente. — ¿Qué quieres, Lu? — Preguntó resignado.

— ¿U—ustedes... yo no quise...?

— ¿Nosotros que? — Insistió, ahora con jaqueca.

La rubia tomo una bocanada de aire y separó sus dedos viendo tras las rendijas de estos. Miró discretamente y encontró a ambos adolecentes sentados frente a la TV con los mandos del Play en las manos.

— ¿Ella tiene problemas mentales? — susurró Minseok inclinado hacia Sehun.

Sehun suspiró.

—Largo. — Gritó el pálido y la chica se levantó y corrió por su vida.

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— ¡¿Cómo iba a saberlo?! —Chilló Luhan revolcándose sobre su mugre, digo cama. —¡Todo fue una trampa maliciosa de JongDae!

Tao colapsó y cayó de su cama. Era casi media noche y lo único que hacía Luhan era quejarse de sus desgracias.

Chen suspiró cansado, comiendo mantequilla de maní con kétchup. ¡Qué cerdo!

— ¡Nunca te dije que derribaras la puerta, mocoso precoz! — Se quejó.

—Pero, insinuaste... eso... — Hizo señas infantiles con sus manos, incapaz de decir abiertamente sexo sin sonrojarse. — ¡Ya saben!

—Luhan, tienes dieciocho, follar es un término muy usado para chicos de tu edad. — Suspiró Tao.

—Lalalalalala...— Luhan cantó cubriéndose los oídos, infantilmente.