Es gay

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Tao apretó los ojos cuando sintió el agua entrar por su nariz y boca, sintió que se hundía, más y más. Era como un ataúd sofocante, que le arrebataba el aire.

Pero luego unas manos, le abrazaron por la cintura. Eran grandes y eran calientes a pesar del frio que sintió.

Su trasero chocó contra el fondo de la piscina y esos brazos le aproximaron a un pecho igual de cálido. ¿Qué era esa prisión humana?

Se removió intentando ir a la superficie, intentando vivir, y abrió los ojos grandes botando el poco oxigeno que le quedaba en la boca.

Vio una sonrisa, unos ojos cafés y pequeñas burbujas se escaparon de sus comisuras. Él idiota sonreía. Él se divertía de su situación y eso no pudo encabronarlo más.

Tao quiso luchar, arrancarle esa sonrisa con la mano y luego metérsela por donde no le daba el sol, pero el rubio tomó sus mejillas y en cuestión de segundos juntó sus bocas.

El tiempo se detuvo un segundo, su objetivo estaba besándolo. ¿Eso iba en contra del protocolo?

¿Intentar matar a tu objetivo, iba en contra?

Sus ojos se mantuvieron bien abiertos, mirando directamente al idiota.

"¡Has algo!" Se retó.

Sintió como su lengua empujaba sus labios para entrar, en una caricia sucia. Y supo que había sido suficiente para su salud mental. Empujó con fuerza sus hombros, apartándolo y nadó hacia la superficie sin mirar atrás.

Cuando sintió el oxígeno entrar por su boca, sintió que había regresado de la muerte. Tosió y tomo grandes bocanadas.

A su alrededor todos reían, se burlaban de la sirvienta que cayó a la piscina.

Habían idiotas con cámaras en mano.

Salió de la piscina apretando los puños y pisando fuerte, todos se abrieron paso. Eso había sido más que humillante. Tao estaba llegando al límite permitido.

Segundos después, Kris también emergió buscando infranqueable a la chica. —Espera... espera un segundo— Exclamó tomando su muñeca.

Los dos goteaban fuera de la piscina y ya todos habían dejado de reírse, o emitir algún sonido siquiera.

Tao apretó los dientes reteniendo sus emociones, dudó un segundo pero terminó encarando al rubio.

El parecía aun recobrar el aliento porque cuando vio a Tam, se boqueo como un pez.

La sirvienta, dio un paso hacia él y le tomo de las mejillas. Miró sus ojos unos segundos, y después le encestó un cabezazo.

En ese momento todo se apagó para Kris.

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— ¡¿Acaso estás loca, niña?! — Reprendió la anciana, ama de llaves.

A una Tam con la cabeza gacha y una toalla encima, fingiendo arrepentimiento. —Lo siento mucho, no era mi intensión dejar inconsciente al amo.

— ¡¿Cuál era tu intención?! — Exclamó asustada. Luego suspiró. —He cuidado de este chico por más tiempo del que llevas viva, y sé que a veces puede excederse, pero debes comprender, que no podemos ir en contra de eso.

Tao frunció el ceño al notar tristeza profunda en esas palabras. —Lo comprendo.

—Ya puedes irte. — Dijo la anciana con un asentimiento.

~My sexy maid; spies in trouble~ |EXO|Where stories live. Discover now