Pésimas primeras impresiones

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— ¡Ni de chiste usaré eso! — Gritó Luhan alejándose. Mientras Yuri se acercaba a él siniestramente con el disfraz, en la mano.

—Vas a usarlo, o se lo tendré que poner a tu cadáver. — Dijo sin tacto.

Luhan chilló. —Explícame... ¿Por qué es necesario? Puedo, puedo hacerlo con unos pantalones y con lo que me queda de dignidad.

Yuri bufo. —Si sigues de esa forma, me aseguraré que la sala de depilación sea la puta sala de tortura, Luhancito.

El rubio tomo una bocanada de aire y le arrancho el maldito vestidito y se metió al baño.

— ¿Lo ves? No fue tan difícil como decías. — Dijo con una sonrisa Yuri, a los dos guardias que habían recibido una paliza del escuálido Luhan, al intentar meterlo en ese vestido. —Ya lárguense, buenos para nada.

Los dos salieron recargándose uno de otro. Ese mocoso le había roto una costilla.

—Apresúrate, mocoso, no es tu noche de bodas...— Replicó Yuri frotándose las cienes.

Se oyó ruido dentro del baño y después de unos segundos la puerta se abrió ligeramente. —No puedo caminar con estos zapatos...

Yuri viró los ojos. — ¡Sal ya!

—Bien, bien. — Replicó y se mostró.

La pelinegra, se quedó un segundo mirando sin decir una palabra.

Luhan retorcía sus dedos, demasiado avergonzado como para levantar la mirada. La faldita color caramelo le llegaba quince centímetros arriba de las rodillas, y las medias eran tan largas como la extensión de sus piernas. En la zona de la cintura una cinta echa moño, marcaba su sexy cintura.

—Te cogería en este momento, pero la idea de que seas Jimin, arruinaría la experiencia.

— ¡Chen! — Advirtió Yuri al ver a Luhan crisparse como un gato.

—Relájate, no voy a cogerte. — Chen caminó hasta Luhan y le dio una palmada en el hombro, reconfortándolo, pero Luhan perdió el equilibrio y se fue de narices hacia adelante.

Los colores subieron hacia el rostro de Luhan y levantó su humillado trasero para correr de nuevo al baño.

—Solo estaba jugando. — Se defendió, el de sonrisa gatuna. —Pero en serio, se ve buenísimo.

—Basta, ¿a qué viniste? — Le restó importancia, la Master.

—Solo quería ver cómo iban las cosas. — Se justificó.

—Vete.

—Pero—

— ¡Ya!

—Okay, okay, sólo deja ese lapicero...

.

.

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— ¡Muevan el culo, princesas! ¡Este no es un juego, necesito que den lo mejor de sí en este ejercicio! ¿Comprenden, pequeños bastardos? — Preguntó la muy cariñosa y maternal Yuri.

— ¿Por qué tengo que hacer esto, aun con esta cosa puesta? — Preguntó Luhan con la honra por el suelo, señalando el disfraz, que ya empezaba a odiar.

—Porque es más divertido verte hacer el ridículo, Luhan. — Dijo sin emoción, Yuri, virando los ojos.

El rubio suspiró resignado.

Chen sonreía sarcástico a Luhan, ya que él llevaba un muy varonil, uniforme de secundaria.

—Cada uno entrará en escenarios peligrosos diferentes— Explicó la mujer, colocándose los lentes de seguridad. —Su única misión será rescatar a su objetivo y traerlo a salvo de cualquier catástrofe. — Y cuando dijo aquello cuatro puertas tras de sí se abrieron mostrando dos salones ambientados casi a la perfección con maestro y todo. Luego una réplica de un departamento con ventanas y puertas. —Asumimos que los roles que cumplirán serán importantes y deben familiarizarse con el lugar. ¡Suerte a todos!

~My sexy maid; spies in trouble~ |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora