Capítulo 42. Es una dulce locura

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Mientras veía como el rostro de mi adorado esposo iba perdiendo gradualmente el color, me arrepentía más y más de haberle soltado toda la sopa antes de tiempo. ¿Pensaba que era mejor que lo supiera de una vez? Por supuesto que sí, era innecesario dilatarlo más, y estaba segura de que Daniel no iba a tener el valor de decírselo, Daniel podía ser capaz de enfrentarse a Ethan bajo cualquier situación, pero no una como esta, la única que sabía de sus gustos era Zio, y ella llevaría ese secreto a la tumba si su hermano se lo pedía.

Además... yo estaba involucrada directamente, Daniel podía ser cuñado mío y meterme en sus asuntos sería cruzar una línea, pero Kev, él era una parte importante de mi vida, y ahí sí, definitivamente tenía que intervenir.

—Compañero ¿He oído bien? —asentí mirando hacia la ventana, me acerqué a él y lo tomé de la mano.

—Mi querido hombre lobo, mi otra mitad —lo miré y acaricié su rostro—. No lo presiones ¿Quieres? Él te lo dirá cuando lo crea conveniente, estoy segura de que ahora mismo está más aterrado de cual será tu reacción que de la de tus padres, debes comprender que es su compañero del que estamos hablando, su compañero destinado Ethan.

—Es hombre —tragué en seco—. Pero no es eso lo que me molesta ¡Es un vampiro Kells! Un maldito chupa sangre, joder, mi propio hermano, no puedo.

—Un vampiro que me salvó la vida más de una vez. Un chupa sangre que es el alma gemela de tu hermano menor, es lo suficientemente difícil para él como para que vengas con tus idioteces —grité moviéndome a duras penas, me dejé caer a la cama—. Uhm calma bebés, mami necesita ir mmm —llevé mi mano a mi vientre—. Mami necesita hacer entender a papá que no debe comportarse como un idiota.

Cada vez se me hacía más y más pesado el embarazo, ya faltaba menos para tenerlos en mis manos.

—¿Te sientes bien? —preguntó asustado acercándose a mí—. Cada vez están más grandes, Minerva dijo que a partir del 4to mes, todo sería muy acelerado, y hoy los cumples.

—Sí, lo entiendo, es solo que patean muy fuerte —respondí tomando su mano, él sonrió, pude notar una lágrima salir de su ojo.

—Es... los puedo sentir, a mis cachorros —sonrió aún más—. Te amo tanto mi alma, me haces la persona más feliz del mundo y ahora me darás una familia, a mis cachorros.

—También yo —respondí dándole un beso—. No te refieras más de esa manera a Kev, te lo prohíbo, él es como un hermano. Significa mucho para mí, para Daniel y créeme que Kev tiene más miedo que Daniel sobre esto, él pasó casi un siglo buscando a su alma gemela, tú más que nadie sabes lo que se siente eso —él me miró fijo y asintió, luego de unos segundos sonrió con melancolía supuse que estaba recordando todo, antes de que yo llegara o él me encontrara.

—Lo sé, trataré, lo intentaré, pero joder es mi hermano pequeño —una risita se escapó de mis labios seguido de un suspiro—. ¿En serio estás bien?

—Sí, es que tus hijos ya quieren nacer —sus ojos se agrandaron y comenzó a temblar—. ¡No! No ahora jajá tranquilo, aún falta para eso, no apresuremos las cosas.

Definitivamente tenía que comenzar a grabar sus reacciones.

Un par de días después, me reuní con Zio, cerca del límite de la manada.

—Sabes... por aquí fue donde me oculté la primera vez que conocí a tu hermano y a sus guerreros, una bienvenida sin igual.

—Esa es la cueva donde te ocultaste con Kiara hace unos años ¿Verdad? —miré hacia donde ella estaba señalando y asentí—. Los chicos aún se sienten culpables por atacarte aquella vez.

DestruidaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt