Destruida

Capítulo 31. Mi vida depende de ti

MATTHEWS

Ver de nuevo un ataque de esa magnitud, le hizo recordar el día del ataque, el día en que perdió a su padre, el día en que perdió muchas cosas importantes. Miró a su alrededor y sintió una presión en su mano, Luz le sonrió demostrándole su completo apoyo, en ese momento pudo confiar en que todo saldría bien, tenía buenos guerreros, lobos bien entrenados y fieles en su manada.

—Alpha estamos rodeados, ellos solo siguen llegando —dijo Samuel llegando a su lado, se veía agotado—. Al principio solo era un grupo de reconocimiento, pero unos minutos después estaban atacando por distintos flancos, lo prepararon muy bien, y no solo son desterrados, vampiros también están con ellos, no creí que ellos llegaran tan rápido.

—Debemos proteger a los miembros de la manada, cuida a las mujeres y a los niños, que lleven a salvo a los mayores a los refugios, prioriza la seguridad de la manada, no podemos permitir que salgan lastimados, los centinelas los mantendrán ocupados por un tiempo mientras logramos hacerlo.

—Son los hombres de Viktor, él está cerca —dijo Luz, ella se veía asustada—. Muchos lobos morirán Matt, necesitaremos ayuda, son demasiados.

<<Esperé por encontrar a Viktor y ahora lo haré pedazos>> —murmuró Shadow con rabia—. <<No podemos perder el tiempo, encuentra a Kells, rápido>>.

<<Así podré arrancarle la cabeza sin tener que ir a buscarlo, pero antes de llegar a él, tendremos que sacar del camino a los mensajeros de la muerte, ellos siempre están a su lado, resulta irónico que un lobo como él necesite de perros guardianes>>.

—¡A sus posiciones ahora! —ordenó hacia sus hombres, ellos asintieron y se dispersaron al instante—. Tenemos que encontrar a Kells.

Comenzaron a movernos entre los miembros de la manada, los desterrados aun no lograban entrar en la manada, hasta el momento sus guerreros habían logrado mantenerlos fuera de los límites del territorio, pero el desastre era inevitable. Llegaron a la casa de Kellsey y ella no estaba por ninguna parte, Luz subió las escaleras mientras él intentaba averiguar donde demonios se había metido, su rastro no parecía estar muy lejos de la casa de su familia.

—Vamos, lo más seguro es que este con Lyd —él frunció el ceño cuando ella dijo eso—. Es lo más seguro —volvió a repetir—. Era su mejor amiga ¿A quién más iría a ver si no es a su familia y a mi hermana? —eso era cierto, debió suponerlo, aún tenía muchas cosas que aprender.

Corrieron mientras él la mantenía sujeta de la mano, no pensaba descuidarse de ella ni por un maldito segundo, al menos hasta llegar al refugio, a mitad de camino divisaron a unos desterrados, pudo ver a Kellsey rodeada de cuatro o tal vez más lobos. La chica que la acompañaba, estaba acorralada por un vampiro, otro más estaba corriendo hacia allí.

Cuando un desterrado estaba por saltar sobre Kellsey, Matthews la llamó y dejó salir a su lobo, atacándolos para defenderla, podía sentir a sus cachorros asustados, lo cual era normal, podían sentir el peligro en el que estaba su madre.

Pudo ver a Kellsey transformarse en una gran loba blanca y lo comprendió, por algo ella era la compañera de Ethan, estar juntos era su destino, fueron hechos el uno para el otro, ya no tenía dudas de ello.