Destruida

Capítulo 14. Unión

Mientras bajaba las escaleras lentamente, con cuidado de no resbalar y caer, sobre todo con esos tacones, con temor me sostuve del barandal, aún me costaba asimilar que realmente estuviera pasando, aunque la marca del alpha estuviera en mi cuerpo, aún tenía miedo de que algo sucediera y me arrebataran la felicidad de nuevo.

Oficialmente, después de la noche, sería la luna de Diamante Oscuro.

—Mierda —sonreí ante su reacción, Daniel estaba al lado de Ethan y Kaiden, Jake llegó también y dejó ver su hermosa sonrisa.

—Por la diosa —soltó su padre y codeó a Ethan, este se giró y me miró con los ojos llenos de deseo, estaba perfectamente trajeado.

Bueno todos, pero mi hombre era perfecto. Lo había dicho ya una vez, Rose era una máquina de hacer copias, porque los chicos Dankworth eran muy parecidos.

—Te ves hermosa, eres realmente wow —dijo sin aliento, se acercó a mí cuando llegué al último escalón y me tomó de la mano.

—Lo es hijo, tu compañera es realmente perfecta, no pudiste haber tenido otra mejor ¿A que tantos años valieron la espera?

—Cada maldito día madre —su padre estalló en una carcajada y se acercó a Rose, la envolvió en un abrazo y le dio un beso en los labios.

—Sigues tan hermosa como el primer día en que te vi, te amo Rose.

—Tú también Kaiden, te amo.

—Awwww demasiado amor, muevan sus traseros que la ceremonia va a dar comienzo sin ustedes —dijo Daniel—. Cada vez que vengo a esta casa, siento que me dará diabetes, demasiado dulce.

—Es tu soltería la que está hablando, tu soltería envidiosa, no tú —habló Zio desde la puerta, ella también se veía muy bien—. Espero que cuando encuentres a tu compañe.

—Ehhhh jejé cu... cuñada, wow, luces de infarto —levantó su mano con un ok y me guiñó un ojo, yo solté una carcajada, aunque también me pareció algo sospechoso que no dejara terminar de hablar a su hermana.

Tal vez Daniel ya sabía quién era su compañera y no quería que nadie se enterara aún, aunque parecía ser que Zio ya sabía algo al respecto.

—Mantén tus pensamientos alejados de mi mujer Daniel —rodeé los ojos y sonreí de nuevo.

—Oh jojó si supieras lo que pienso no estarías tan calmado hermano mayor —llevé la palma de mi mano a mi frente, Daniel... hermano suyo tenía que ser.

—Vamos chicos, Daniel no molestes a tu hermano —interrumpió su madre rodando los ojos, Ethan en ningún momento me soltó de la mano.

Ethan me envolvió en un abrazo y me dio un beso en la mejilla, el camino duró unos cortos minutos hasta llegar al lugar, el cual era enorme, cada vez que salía de la casa y me encontraba con ese paisaje de cuentos, me quedaba impactada, vi a toda la manada allí presente, me estremecí.

Tantos lobos...

—Te van a adorar como yo lo hago mi alma —asentí no muy segura, él me tomó de la mano y me llevó al centro de la reunión—. Manada Diamante Oscuro, los he reunido aquí esta noche por un motivo muy especial. He encontrado a mi compañera de vida, les presento oficialmente a Kellsey Jones, mi mujer y luna de esta manada —se arrodilló, sacó una cajita y me la ofreció, se saltó el protocolo como le dio la gana, Rose lo estaba fulminando con la mirada—. ¿Serías mi esposa? —preguntó tomándome por sorpresa, sonreí porque él ya me lo pidió, aunque esto fue frente a todos en la manada.

—Claro que sí Ethan —él sonrió, se levantó del suelo, me colocó el anillo y me dio un beso—. Tu madre va a matarte.

—Era el anillo de mi madre —la miré y ella me sonreía con lágrimas en los ojos—. Nos casaremos ante la ley de los humanos en dos semanas —escuché gritos y aplausos, felicidades para el alpha y halagos hacia mí.