Había quedado con Eli en la puerta de su casa dentro de cinco minutos, así que salí de casa- después de avisar a mis padres de que estaría fuera- y fui dando un paseo.
Una vez llegué, llamé al timbre y me abrió ella con una sonrisa radiante.
-Hola Oasis- hablé yo con otra sonrisa.
-Hola, pasa- me dice y me deja un hueco para que entre.
-¿Qué quieres hacer? - me pregunta una vez estamos en su habitación.
-Podemos ver una peli.
-Claro- contesta y coge el ordenador, mientras que yo me voy sentando en su cama.
Elegimos ver la del gran showman - que aunque fuera un musical teníamos muchas ganas de verla, así que lo hicimos-.
No formulamos palabra durante un buen rato y ambos estábamos muy atentos, hasta que sin querer mi mirada bajó hasta una de sus muñecas, que había quedado levemente expuesta sin la sudadera. Hice una mueca al ver lo que tenía. Cortes. Y eran recientes. De hace menos de dos horas. Lo había vuelto a hacer. Se había vuelto a hacer daño ella misma.
Pensar que la única forma que tenía de aliviar su dolor era esa, es jodido. Intente dejar por el momento ese tema de lado, pero no pude hacerlo y el resto de la película me la pasé pensando el por qué lo había vuelto a hacer.
Una vez acabó, ella apagó el ordenador y lo dejó en su mesilla.
-¿Cuál ha sido tu parte favorita? - me preguntó-. La mía cuando se ponen a bailar con la canción "rewrite the stars"
Al ver que no contestaba, decidió hablar.
-¿Liam? ¿Todo bien?
Eso me hizo volver a la realidad.
-Si, es solo que... - no sabía cómo formular las palabras sin que la pidiera molestar-¿Por qué lo has vuelto a hacer?
-¿El qué? - preguntó cómo si no lo supiera.
-Ya lo sabes.
-Noo. No son recientes, son de hace mucho- miente.
-Claro. Y yo soy una personaje literario- bromeo y ella suelta una carcajada, que es como música para mis oídos.
-Eli, ahora sí. Lo digo en serio, por favor contesta a mi pregunta.
Ella suspira y finalmente se sincera.
-Está bien, los hice hace unas horas, un rato antes de que llegaras.
-¿Por qué? - cuestiono.
-No lo sé- contesta.
-Eli- digo-. No me estás contando la verdad
-¡Qué no lo sé! - grita y comienza a llorar-. No sé porque lo hago, pero lo hago. Es la única forma que tengo de aliviar mi dolor. Y sé que es la peor y que hay mejores, pero mira que he intentado todas. Todas y cada una de ellas antes de intentar hacerme daño a mí misma. Porque que os pensáis. ¿Que a mí me gusta cortarme e incluso a veces desmayarme? Pues déjame decirte que estáis muy equivocados. Yo lo odio, odio cada vez que terminó y veo mi brazo lleno de sangre, odio que no pueda hacer otra cosa, odio parecer un monstruo. Me odio a mí misma. Y sí, estuve un puto mes sin cortarme y lo había logrado, pero ya no puedo más. No puedo, Liam de verdad. Me es imposible. Tú no sabes lo difícil que es levantarme todas las mañanas si no tengo a nadie y no tengo nada que hacer. A la gente le daría igual que yo muriera o viviera. Y para estar aquí y no poder hacer nada, prefiero morir. Morir e ir al cielo con mi hermana y mi madre para ser una estrella, aunque esté siempre apagada, será mejor que vivir aquí sin un propósito en la vida.
Se seca las lágrimas antes de decir.
-Ya he tenido suficiente por hoy, así que vete.
-Oasis, por favor... - suplico.
-¡He dicho que te vayas! - grita y ahí sé que la he liado, así que hago lo que me pide y me marchó sin mirar atrás.