Me desperté abrazada a Liam. Él todavía estaba en un profundo sueño, por lo que decidí usar su cuarto de baño para darme una ducha.
Cuando terminé, salí y me encontré con que estaban él, Avery y Jack hablando sentandos en su cama.
-Hola- les saludé para que se percataran de que estaba presente.
-Hola, Eli- me dijo Avery levantándose y dándole un fuerte abrazo-¿Cómo estas?
-Un poco mal- le respondí.
-Ha llamado Beatriz, Oasis- me comentó Liam-. Dice que tienes que ir a su casa, que han encontrado a un familiar tuyo.
-Vale, ¿me podéis acompañar? -pregunté-. No quiero ir sola.
-Pues claro. Vamos- me respondió Jack.
Estuvimos todo el camino charlando los cuatro, hatsta que finalmente llegamos a casa de Beatriz y me despedí de los tres.
Una vez se marcharon, respiré hondo y llamé al timbre.
💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫
Me abrió Nayara, dándome un abrazo.
-¡Eli! - gritó.
-Hola, pequeñaja- le dije dándole un beso en la mejilla.
-Ven- me dijo mientras me daba la mano-. Mamá te está esperando, está en el salón con un señor muy raro.
Asentí y entramos en el salón, llamando la atención de Beatriz y de un señor que se parecía mucho a mí.
-Hola, Eli- me habló Beatriz-. Él es Alexander, es el hermano de tu madre.
Oir la mención de mi madre hizo que me quedará muy quieta en el lugar que estaba.
-Hola, Elisa- me saludó él tendiendome la mano.
Yo se la acepté con un poco de miedo. No entiendo el por qué, pero tenía un presentimiento de que me iba a hacer daño, pero no podía anticiparme mucho.
-Ve a recoger tus cosas Eli, que ya te vas con él- habló Beatriz.
Asentí y subí a mi habitación. Cogí una mochila y guardé la poca ropa que tenía y mi teléfono.
Bajé y me despedí de mi hermana y Beatriz y me subí al coche de Alexander.
💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫
Ambos estuvimos todo el camino en silencio, cosa que agradecí bastante, ya que todavía estaba procesando todo lo sucedido.
Después de unos veinte minutos, llegamos a una casa bastante grande.
Bajamos mis cosas y entramos en la casa, yo le seguí mientras me la iba enseñando en silencio, hasta que llegó a un pequeño cuarto que solo tenía una cama individual y un pequeño mueble. Estaba iluminada por una bombilla que apenas alumbrada.
Se giró y me miró con rostro enfurecido.
-Mira, niña- comenzó diciéndome-. No me gusta que estés aquí, pero se lo prometí a si madre si le pasaba algo y tú ocasiona ste su muerte, así que te toca estar aquí. De ahora en adelante vas a hacer todo lo que te diga y si no habrá consecuencias, ¿has entendido?
Asentí con la cabeza.
Pensaba que había escapado del monstruo que aparecía en mis pesadillas, pero ahora que ese se ha ido, ha venido uno que parece ser mucho peor.
-Bien, porque me gustan las niñas obedientes- habló-. Esta será tu habitación. A las tres quiero mi comida lista y servida en el comedor- dijo y se marchó dando un fuerte portazo.
Cuando oí como sus pasos se alejaban de la habitación donde me encontraba, pude sentarme en el suelo y comenzar a llorar, pero en silencio, para que no me hiciera daño.
No era justo, ¿por qué me tocaba vivir todo esto a mí? No lo entendía y creo que nunca lo haré.
💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫
Una vez estaba más tranquila, miré la hora en mi teléfono y como eran las dos y cuarto, abrí la puerta silenciosamente y me puse a investigar la casa para encontrar la cocina.
Tardé unos minutos en localizarla, ya que el lugar era bastante grande.
Me acerqué a la nevera y vi que había verduras, así que hice una ensalada y empané unos filetes.
Una vez terminé, quedaban cinco minutos, así que dejé el plato de mi "tío" en el comedor y el mío lo llevé a "mi habitación" y cerré la puerta.
Miré un rato el móvil y le mandé un mensaje a Liam diciéndole que estaba bien, cuando en realidad a estas alturas ya no sé ni el significado de esa palabra en mi vida.
Un rato después, comencé a oír los gritos de Alexander.
-¡Niña ilusa! Ven aquí.
Yo fui corriendo, y me posicioné detrás suyo.
-En una hora van a venir unos amigos, quiero que tengas preparados unos chupitos y cafés, es una orden.
Asentí y fui a la cocina preparando todo.
Al acabar lo dejé sobre la mesa y volví a mi habitación.
Media hora después, oí como llegaban los amigos de Alexander y comenzaron a conversar.
Obviamente, ninguno se percató de mi existencia, porque cuando intenté abrir la puerta para ir al baño, me di cuenta de que estaba cerrada.
El muy cerdo me había encerrado para que nadie me viera.
Que gilipollas.
Yo no solía decir muchas palabrotas, pero ese capulllo se merece todas las del mundo y más.
Después de unos largos minutos de frustración, mi teléfono empezó a vibrar, ha que Beatriz me llamaba.
-Hola- dije nada más descolgar-¿Ocurre algo?
-Eli, es sobre tu hermana- me dijo llorando- ella está en el hospital.
Cuando dijo eso sentí como el mundo se me venía abajo.
Necesitaba verla, pero no tenía ni idea de cómo.
Me di cuenta de que había una pequeña ventana por la que podría salir, así que no dudé en hacerlo y cogí mi teléfono por si volvían a llamar.
Corrí hasta la carretera donde pedí un taxi con el poco dinero que tenía y le indiqué la dirección del hospital.
Solo esperaba una cosa. Que Nayara estuviera bien.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.