Me desperté sobresaltada, ya que acababa de volver a tener el recuerdo de lo que me ocurrió cuando tenía siete con el amigo de mi padre.
Miré un poco a mi alrededor y descubrí que estaba en mi cuarto, pero en el de la casa de Beatriz.
Que raro. ¿Cómo habré llegado hasta ese lugar si yo recuerdo dormirme en el viejo cuarto de casa de mi tío? Solo hay una forma de averiguarlo. Bajando a la cocina a ver si hay alguien.
Un poco temerosa, abrí la puerta de la habitación y bajé sigilosamente las escaleras.
Al llegar a la cocina, me asomé por el umbral y no vi a nadie, así que decidí pasar.
Fui hasta la nevera, donde encontré una nota.
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Agarré el móvil y decidí preguntarle si podía ir a su casa y el encantado aceptó. Así que me cambié de ropa, poniéndome una camiseta blanca y unos vaqueros cortos negros con unas deportivas y una sudadera gris- ya que había vuelto a cortarme y no quería que vieran las marcas, aunque fuera raro porque estábamos en junio-.
Salí de casa con el teléfono en mano y con los auriculares puestos, escuchando música.
Estaba sonando "Good Luck, Babe!" y como era mi canción favorita, me puse a taratearla. Sin darme cuenta, llegué a casa de Liam. 💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫💫
Llamé al timbre y me recibió con un abrazo, pero yo me aparté al instante, porque me recordó al amigo de mi padre tocándome.
-¿Todo bien, Oasis? - me preguntó preocupado.
Yo asentí, pasamos y fuimos a su habitación donde nos quedamos hablando un rato.
-Oye Oasis- me habló Liam.
-Dime- respondí.
-¿Por qué llevas sudadera si estamos en pleno verano? - preguntó.
Yo me quedé callada debatiéndome entre si contárselo o no.
-¿Es por lo que creo que estoy pensando? - dijo y yo asentí-¿Cómo empezaste a hacértelos?
Cerré los ojos e inspiré profundamente, para comenzar a narrarle la historia de la que no estoy orgullosa de ser la protagonista.
-Empecé cuando tenía dice años- comencé-. Sabía que mucha gente lo hacía para disminuir el dolor que tenían por dentro, así que decidí probarlo. Encontré un sacapuntas y con ayuda de unas tijeras, logré sacarle la cuchilla. La primera vez que lo hice, era de noche y me dejé unos líneas de sangre y me fui a dormir. Por la mañana me tocaba colegio y en medio de una clase, - dije- me empezó a escocer mucho el brazo, así que salí y cuando volví todos mis compañeros vieron mis marcas, pero me inventé una excusa y todos se lo tragaron.
Liam me abrazó buscando consolar me y yo decidí seguir hablando.
-Desde esa noche, estuve un año cortándome con esa cuchilla hasta que encontré una navaja por casa y decidí usarla. Así estuve hasta los quince, pero logré parar y pues volví este año.
-Vaya- me contestó Liam, todavía analizando lo que le había confesado.
-¿Por qué no has querido abrazarme antes? - preguntó esta vez.
Justo cuando le iba a contestar, llamaron al timbre.
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𝕃𝕚𝕒𝕞
Llamaron al timbre, así que ambos nos levantamos para abrir la puerta.
Al hacerlo, nos encontramos con Jack llorando sin parar.
-¿Jack? - pregunté -¿Qué ha ocurrido?
Él soltó un fuerte sollozo y lo invitamos a sentarse en el sofá para que se tranquilizara y nos contara lo que había ocurrido.
Eli fue hacia la cocina para un vaso de agua y se lo entregó. Él bebió un poco y dejó de llorar.
-¿Qué pasa? - preguntó esta vez ella.
-Es... Avery- dijo volviendo a sollozar.
-¿Que pasa con ella?
-Ella.. Ha... Muerto- nos respondió.
Eli y yo nos dimos una rápida mirada y corrimos a abrazarle, mientras lágrimas caían por todos nuestros rostros.
Habíamos perdido a otra persona importante en nuestra vida. Y creo que ya sé quién es el culpable.
-¿Cómo ha sido? - decidí preguntar para salir de dudas sobre su era el padre de Eli o no.
Una vez se tranquilizó un poco, habló.
-Estábamos yendo a un restaurante para comer. De repente aparece un señor vestido de negro y con una máscara con una estrella negra en el centro. Esa persona iba armada y sin darnos tiempo a reaccionar, disparó a Avery y se marchó, no sin antes dejar una nota sobre ella. No la he querido abrir hasta que estuviera con vosotros. Ahora está en el hospital con sus padres, que le están preparando el funerales, que se hará mañana.
Sacó del bolsillo de su pantalón una nota que nos dudamos en abrir.
