Ya había pasado una semana desde que hablamos por la policía y cinco días desde que nos comentaron que el juicio se haría hoy.
He estado toda esta semana sin ir a clases y no he salido de cada de Beatriz tampoco.
Liam viene por las tardes y me cuenta lo que han hecho en el instituto para que tampoco me vaya perdiendo mucho.
Llevo unas horas bastante nerviosa, no tenía ni idea de cómo iba a ser, ni qué iba a pasar con mi padre, de ahí que me haya hecho algunos cortes, pero asegurándome de que nadie los vea.
Unos minutos después, apareció Liam en mi habitación.
-Hola Oasis- me saludó.
-Hola- le respondi intentando estimular una sonrisa.
-¿Lista? - me preguntó tendiendome su mano.
-No- respondi muy bajo, pero igualmente me levanté de mi cama y la di la mano.
-Tranquila, todo va a estar bien y si necesitas que salgamos en cualquier momento mientras estemos allí, ten por seguro que lo haremos.
Asentí y salimos de la habitación juntos.
Fuimos al coche, donde ya se encontraban Nayara y Beatriz.
A Nayara le habíamos explicado que íbamos a asistir a un juzgado, para que no se asustada si veía a nuestro padre.
Cuando lo entendió, arrancamos y fuimos hasta el judgado.
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𝕃𝕚𝕒𝕞
Estuve todo el camino hablando con Eli para que se distrajera un poco. Me alegra que lo consiguiera y cuando me quise dar cuenta, ya habíamos llegado.
Bajamos del coche y nos sentamos en unas sillas a esperar a que nos llamaran.
Estuvimos más o menos una hora esperando, hasta que nos dijeron que entrarámos a una sala.
Allí nos encontramos con un hombre de unos treinta años, pelo negro y ojos verdes que saludó a Beatriz nada más nos vió entrar.
-Chicos- dijo Beatriz llamando la atención de los tres-. Este es Richard, será nuestro abogado hoy.
Le saludamos amablemente Nayara y yo, pero Eli se quedó callada detrás de mí y dándome la mano.
Beatriz y Richard continuaron hablando, hasta que nos avisaron que nos sentáramos.
A Eli le tocó sentarse delante muy cerca de su padre y a mí, Nayara y Beatriz, detrás donde el público, pero en su parte.
Esperamos a que el juez entrara y cuando hizo acto de presencia, Eli se tensó en su asiento.
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𝔼𝕝𝕚
No me lo podía creer. Era el mejor amigo de mi padre. Ahora todo empezaba a encajar, por eso le veía tan seguro.
-Que comience el juicio- dijo cuando se sentó y dió un golpe con el martillo.
Richard se levantó y comenzó a hablar.
-Soy el abogado de la menor Elisa Moreno que acusa a su padre Nicolás Moreno por maltrato físico en múltiples ocasiones cuasándole heridas graves y que incluso acabara en el hospital.
-¿Tienes pruebas sobre eso? - preguntó el juez. Él asintió y se acercó para entregarle una carpeta que tenía mi nombre.
El amigo de mi padre la miró y Richard volvió a su sitio y se sentó a mi lado de nuevo.
-Tranquila, todo va a estar bien- me intentó calmar. Yo le di las gracias con la mirada y volví a concentrarme en el abogado de mi padre que se acababa de levantar.
-Soy el abogado de Nicolás y he visto que esas pruebas son falsas y que se las ha hecho ella misma por su TEI.
Me quedé muy quiera al escuchar esa palabra. Me sonaba demasiado. La había escuchado antes, de eso estaba segura.
El abogado de mi padre le enseñó una carpeta al juez y se volvió a sentar.
Después de unos segundos de un incómodo silenco habló el amigo de mi padre.
-Volveremos en diez minutos, debo tomar una decisión- dicho eso, salió de la sala.
Yo me levanté y corrí a los brazos de Liam.
-Oasis, ¿estás bien? - me preguntó al ver que estaba muy nerviosa.
-No- susurré contra su pecho.
El comenzó a darme caricias en mi pelo para calmarme.
Así estuvimos hasta que volvió el juez y todos volvimos a nuestros respectivos asientos.
-Bien, he tomado una decisión- comentó-. He revisado ambos testimonios y he descubierto que el acusado solo le hizo daño una vez a la menor, estando borracho. Es por eso, que ella se quedará con su madrastra y si hermana pequeña en su casa, hasta que encontremos un familiar con el que se pueda quedar. Se cierra la sesión- dió un golpe con el martillo y salió del lugar.
Yo no esperé a ninguno y salí corriendo para que me diera el aire.
No podía ser verdad, no era justo.
Llegué a un césped y me senté en el lugar, escondiendo mi rostro entre mis piernas y comencé a llorar.
Había hecho trampas, era su amigo no podía hacer eso.
En ese momento apareció Liam y me abrazó con mucha fuerza.
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𝕃𝕚𝕒𝕞
Cuando la vida salir corriendo, fui trás ella.
La encontré llorando en el césped así que corrí a por ella y la abracé con ganas.
La obligé a mirarme y comencé a hablarle. -Escuchame, Oasis. No sé quien es ese juez pero sé que uno normal no lo hubiera hecho y como mínimo le hubiera puesto a tu padre una orden de alejamiento. Pero por un motivo que desconozco no lo ha hecho y no es justo. Lo siento mucho, pequeña- le dije intentando que dejará de llorar y lo conseguí.
-Gracias- me respondió-¿Podemos ir a tu casa?
-Pues claro, espera que busco a Beatriz y se lo digo.
Ella asintió y fue conmigo. La encontramos hablando con el abogado y una vez nos dió permiso para marchar nos, nos despedimos de Nayara y fuimos a mi casa en taxi.
En el taxi, se quedó dormida con la cabeza apoyada en mi hombro y yo no la aparté.
No debería pasar por todo esto sola. Nadie debería nunca. Me duele mucho verla así, ha pasado demasiado, creo que ya es hora que sea feliz, aunque sólo sea por un tiempo.
Llegamos a mi casa y la llevé en brazos- ya que no pesaba mucho y no la quería despertar- a mi habitación, donde la dejé sobre la cama cuidadosamente y me acosté a su lado.
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